C¨®mo acabar¨¢ la guerra de Ucrania

No tengo ni idea de cu¨¢ndo terminar¨¢ la guerra en Ucrania, pero creo que puedo suponer c¨®mo terminar¨¢. Ser¨¢ algo similar al ¨²ltimo intercambio de prisioneros entre Rusia y Occidente.

Ha sido un acuerdo completamente inesperado, fruto de una diplomacia discreta. Occidente se asegur¨® la liberaci¨®n de 16 prisioneros, en su mayor¨ªa occidentales, entre ellos el periodista estadounidense Evan Gershkovich. Vlad¨ªmir Putin consigui¨® que su asesino a sueldo favorito, Vadim Krasikov, saliera de una c¨¢rcel alemana. En 2019, Krasikov mat¨® a Zelimkhan Khangoshvili, exjefe de una tropa de combate de los rebeldes chechenos, que m¨¢s tarde trabaj¨® para los servicios de inteligencia georgianos identificando a esp¨ªas rusos. El tribunal alem¨¢n que conden¨® a Krasikov afirm¨® que era un hecho que Krasikov actuaba en nombre del Gobierno ruso. No est¨¢ del todo claro por qu¨¦ Putin quer¨ªa liberar a Krasikov, pero s¨ª ha quedado claro que estaba muy interesado en ¨¦l.

La diplomacia para poner fin a la guerra llevar¨¢ m¨¢s tiempo, pero tambi¨¦n tendr¨¢ lugar de forma sigilosa y en secreto, y supondr¨¢ una sorpresa para los partidarios de Ucrania en Occidente, algunos de los cuales posiblemente siguen creyendo que Ucrania puede lograr la victoria total, incluida la liberaci¨®n de Crimea, y tal vez incluso el cambio de r¨¦gimen en la propia Rusia. El problema para Ucrania ha sido que sus partidarios occidentales no tienen un objetivo de guerra com¨²nmente acordado.

La guerra en Ucrania terminar¨¢ cuando ambas partes se den cuenta de que el coste de seguir luchando supera los beneficios. A¨²n no hemos llegado a ese punto. Las tropas rusas han seguido adentr¨¢ndose en territorio ucranio a lo largo de los dos ¨²ltimos meses, aunque solo han conseguido avances modestos.

La ofensiva ucrania en la regi¨®n fronteriza rusa de Kursk constituye un giro interesante. Es una maniobra arriesgada. Si tiene ¨¦xito, podr¨ªa llevar a una reubicaci¨®n de las tropas rusas lejos de la l¨ªnea del frente en Ucrania. Podr¨ªa dar a Ucrania una baza en las negociaciones de paz. Pero me cuesta ver c¨®mo Ucrania puede reconquistar los territorios ocupados por Rusia, del mismo modo que me cuesta ver c¨®mo Rusia puede ocupar m¨¢s territorios ucranios m¨¢s all¨¢ de unos cuantos pueblos aqu¨ª y all¨¢.

La invasi¨®n de Kursk ha supuesto sin duda una inyecci¨®n de moral. Ucrania atrae ahora algunos titulares positivos. Pero esta guerra no se va a ganar a base de proezas. Lo que es poco probable que mejore es la fatiga en el apoyo a Ucrania, que avanza sin prisa, pero sin pausa en pa¨ªses como Estados Unidos y Alemania. Ni siquiera estoy seguro de que el resultado de las elecciones estadounidenses vaya a cambiar mucho las cosas. Una vez que entremos en el tercer a?o de la guerra, con las l¨ªneas de batalla pr¨¢cticamente sin cambios, mucha gente en Occidente querr¨¢ que esto termine, no solo los admiradores de Putin en la ultraderecha. A menos que uno de los bandos logre un avance militar, el escepticismo crecer¨¢.

Una de las razones para el lento apoyo occidental es econ¨®mica. La ayuda para Ucrania compite con el gasto interno. Los presupuestos militares son ajustados en todas partes. El precio del gas ha empezado a subir de nuevo en los mercados energ¨¦ticos debido al papel fundamental que desempe?a la provincia de Kursk en el suministro de gas ruso a Europa. Ucrania ha ocupado la ciudad de Sudzha, en Kursk, que se encuentra cerca de donde el gas ruso entra en la red de gaseoductos ucranios. Hace dos a?os, cuando los gasoductos Nord Stream en el Mar B¨¢ltico volaron por los aires, el gas ucranio sigui¨® fluyendo por el punto de tr¨¢nsito de Sudzha. Ucrania tambi¨¦n explota grandes instalaciones de almacenamiento de gas de las que Europa Occidental depende en gran medida para sus suministros. Si se interrumpen estos suministros de gas, Europa ser¨¢ m¨¢s vulnerable. Ambas partes est¨¢n atacando ahora las infraestructuras energ¨¦ticas de la otra.

Las sanciones econ¨®micas occidentales no han conseguido aumentar la presi¨®n sobre Rusia para que abandone. Su econom¨ªa ha registrado mejores resultados que las econom¨ªas occidentales. Desde el principio he alertado del peligro de sobreestimar el impacto de las sanciones econ¨®micas, porque el continente euroasi¨¢tico es grande y sus m¨²ltiples rutas comerciales son dif¨ªciles de controlar. China, India y Rusia han reforzado su alianza estrat¨¦gica. Rusia adquiere armas de Corea del Norte e Ir¨¢n.

Pero los recursos de Rusia tampoco son infinitos. En estos momentos, Rusia se beneficia del efecto de la econom¨ªa de guerra. Eso acabar¨¢ por desaparecer. Aunque no creo que sea una buena idea retar a Putin a un juego de resistencia econ¨®mica, tampoco deber¨ªamos llegar a la conclusi¨®n contraria de que Putin querr¨¢ luchar eternamente. A menos que se produzca un cambio fundamental en la situaci¨®n militar para el a?o que viene, realmente no tendr¨ªa sentido para ¨¦l continuar esta guerra. Lo mismo puede decirse de Ucrania.

El presidente Volod¨ªmir Zelenski afirma que no aceptar¨¢ nada que no sea una retirada total de Rusia. Rusia quiere cuatro provincias ucranias. El derecho internacional apoya plenamente la posici¨®n de Ucrania, pero esta guerra no se resolver¨¢ en los tribunales. Desde una perspectiva militar, los objetivos declarados por ambas partes parecen poco realistas. Mi hip¨®tesis de partida es que se pondr¨¢n de acuerdo sobre alg¨²n punto intermedio, quiz¨¢ el a?o que viene. A¨²n hay mucho en juego, pero nadie conseguir¨¢ todo lo que quiere. Ser¨¢ un acuerdo en el que no habr¨¢ vencedores, pero que permitir¨¢ a ambas partes cantar victoria. Ser¨¢ un trato sucio, lanzado al mundo como un hecho consumado, igual que un intercambio de prisioneros.