Confundir sobre la inmigraci¨®n
Utilizar las llegadas de irregulares de manera simplista en la bronca pol¨ªtica contribuye a legitimar la demagogia xen¨®foba
El Gobierno y el PP se han enzarzado en una agria bronca pol¨ªtica a cuenta de la inmigraci¨®n cuando m¨¢s necesario resulta abordar con sentido de Estado y sin demagogias uno de los retos de futuro que tiene Espa?a de m¨¢s compleja respuesta. Un reto que necesita pol¨ªticas realistas y con proyecci¨®n a largo plazo mucho antes que una sucesi¨®n de titulares o acusaciones cruzadas de ¡°irresponsabilidad¡±. El marco inmediato de un enfrentamiento que ha vivido varios cap¨ªtulos est¨¦riles en los ¨²ltimos meses es la gira que Pedro S¨¢nchez concluy¨® este jueves en Senegal tras visitar Mauritania y Gambia. En ella ha buscado mejorar las v¨ªas para una inmigraci¨®n legal y segura, especialmente con los acuerdos para cerrar contratos en origen, que permita reducir la irregular. En l¨ªnea con lo que hace la UE. Y con lo que ha propuesto recientemente el propio Partido Popular.
El PP ha visto en la inmigraci¨®n, en particular la irregular, pese a ser m¨ªnima en comparaci¨®n con la legal, un ariete contra el Ejecutivo y una forma de arrebatarle espacio al populismo nativista de Vox. En ese progresivo endurecimiento del mensaje, al que se ha sumado Alberto N¨²?ez Feij¨®o vinculando inmigraci¨®n con okupaci¨®n o delincuencia, los populares han ca¨ªdo en incoherencias impropias de un partido que gestiona directamente esta realidad en comunidades aut¨®nomas y grandes ciudades. Los ciudadanos desconocen si el PP defiende o no las deportaciones masivas que uno de sus portavoces apoya un d¨ªa y otro desmiente al siguiente, deportaciones que ning¨²n Gobierno europeo ha logrado ejecutar porque dependen b¨¢sicamente de los pa¨ªses receptores. O si los programas de contrataci¨®n en origen son un ¡°efecto llamada¡± o una propuesta defendible en una proposici¨®n no de ley, como hizo el PP la pasada semana.
S¨¢nchez ha contribuido a la confusi¨®n al enlazar en una declaraci¨®n sin preguntas en Senegal la prioridad de la seguridad y la necesidad ¡°imprescindible¡± del retorno de los inmigrantes irregulares. Son dos obviedades que no suponen un cambio de pol¨ªtica, pero juntas contribuyen a dar la sensaci¨®n de que una cosa depende de la otra. El PP se agarra a esta frase para sentirse justificado. Introducir en el debate p¨²blico la idea de que hay una relaci¨®n directa entre inmigraci¨®n irregular e inseguridad es jugar con fuego. La experiencia europea muestra que, cuando los grandes partidos copian el marco simplista de la ultraderecha, es esta la que logra legitimidad y votos.
Ese marco caricaturiza la inmigraci¨®n como problema abstracto, mientras elude afrontar problemas concretos derivados de ella. Los servicios de acogida de Canarias y Ceuta siguen desbordados despu¨¦s de que PP, Vox y Junts rechazaran en julio una reforma de la ley de extranjer¨ªa para aliviar la situaci¨®n. Canarias hab¨ªa recibido hasta el pasado 15 de agosto 22.304 inmigrantes irregulares (un 126% m¨¢s que en igual periodo de 2023). Ir¨¢ a m¨¢s por el agravamiento de la situaci¨®n en el Sahel, especialmente en Mal¨ª. Espa?a ya es a todos los efectos un pa¨ªs de inmigrantes: 8,7 millones de ciudadanos (un 17,8% de la poblaci¨®n) han nacido en otro pa¨ªs. La llegada regular de extranjeros ha sido imprescindible para llegar a este nivel de prosperidad y lo seguir¨¢ siendo para mantenerlo. Por ejemplo, para garantizar en 2053 la actual relaci¨®n entre trabajadores y pensionistas har¨¢n falta 24 millones de inmigrantes, seg¨²n el Banco de Espa?a. Dar la espalda a esa realidad es absurdo. Igual de absurdo que pretender que la crueldad en la frontera, la criminalizaci¨®n y la xenofobia frenar¨¢n los esfuerzos de miles de personas sencillamente por no morir.
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