Por un mar muy convulso
En este viaje del nuevo curso, en medio de un mundo tan desquiciado, en cierto modo todos vamos a ser tambi¨¦n inmigrantes a bordo de un cayuco
Empieza un nuevo curso pol¨ªtico. Imagino este domingo 1 de septiembre de 2024 como un barco cargado de confusos pasajeros dispuestos a navegar por un mar muy convulso. En los muelles del puerto predican el futuro los agoreros; unos auspician una traves¨ªa feliz, otros presagian toda clase de desgracias. Azar en ¨¢rabe significa flor. Estaba grabada en una de las seis caras de los dados sarracenos. En la antig¨¹edad hab¨ªa augures especializados en echar los dados en los puertos y en los cruces de caminos del desierto. La flor daba buena suerte. En este viaje del nuevo curso, en medio de un mundo tan desquiciado, en cierto modo todos vamos a ser tambi¨¦n inmigrantes a bordo de un cayuco que tratan de llegar sanos y salvos a una imaginaria bah¨ªa azul, cada uno a la suya, despu¨¦s de sortear m¨²ltiples y peligrosos escollos. Nadie sabe qu¨¦ nos va a deparar el destino cuando este domingo 1 de septiembre se ponga en marcha esta nave derrengada con un motor de fortuna. Habr¨¢ sucesos que puedes dar por seguros. Al iniciarse el oto?o se alargar¨¢n las sombras y el color dorado de los membrillos competir¨¢ con unos telediarios muy ensangrentados; apenas te descuides llegar¨¢ por la espalda la Navidad y una vez m¨¢s formular¨¢s buenos prop¨®sitos de a?o nuevo que no vas a cumplir, pero en el caso de que en este viaje se te niegue la flor en la cara del dado, frente a cualquier desgracia siempre llegar¨¢ al rescate la nueva savia que brotar¨¢ con fuerza en la primavera. ?Qu¨¦ va a suceder en este curso que empieza? Como el odio ideol¨®gico ha dividido a los espa?oles en buenos y malos, seg¨²n dijo el poeta, suceder¨¢ lo de siempre: morir¨¢n cuatro romanos y cinco cartagineses. Pero si sirve de consuelo hay que saber que el futuro no existe. En el momento en que pronuncias esa palabra ya es el pasado. La suerte consiste en convertir la vida en un solo y ¨²nico presente por el que siempre cruzar¨¢ un instante de felicidad como un ave fugaz que habr¨¢ que cazar al vuelo.
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