Re¨ªr por no follar
M¨¢s que vivir, consumimos. Por eso, si no es cierta, est¨¢ tan bien encontrada la par¨¢bola del carro y la pi?a
?Qu¨¦ hay de nuevo, viejos? Por aqu¨ª, poca cosa. Las vacaciones son historia y eso de que la recarga de las pilas dura 15 d¨ªas ser¨¢ para los que las tengan alcalinas, porque ciertas cabras tiramos al monte del estr¨¦s por las nubes en cuanto volvemos a las prisas. Regres¨¦ de la playa el s¨¢bado, tras comerme el atascazo de la Operaci¨®n Retorno, y, nada m¨¢s dejar las maletas en casa, volv¨ª a coger el coche para ir pitando al s¨²per a llenar la nevera antes de que cerrara. Por lo que fuera, no quedaban pi?as en la fruter¨ªa. Se lo coment¨¦ a la cajera, y me cont¨® que se agotaban a diario por el ¨¦xito de una supuesta campa?a animando a acudir a ligar a sus tiendas entre las siete y las ocho de la tarde poniendo una pi?a del rev¨¦s en el carro de la compra cual luz verde de los taxis. Lo dudo. Que sea todo tan banal, digo. Un tuit cualquiera, sea o no de parte interesada, solo se viraliza cuando el presunto virus nos revoluciona las defensas lo suficiente para provocarnos un pico de fiebre, la que sea: risa, llanto, cabreo. Emoci¨®n, a fin de cuentas. O sea, cuando nos mete el dedo en la llaga. Y eso, m¨¢s all¨¢ de cualquier estrategia de marca, es lo que, para m¨ª, ha pasado con la par¨¢bola del carro y la pi?a.
Nos apela porque nos retrata. Y re¨ªmos por no llorar al ver reflejado un modo de vida en el que el ¨²nico hueco que nos deja el trabajo es para comprar comida y donde, hasta para quedar con un amigo, no digamos para encontrar pareja, hay que agendarlo y exponerse a dejar o a que te dejen tirado porque a uno se le complique la tarde o porque, qu¨¦ pereza, tener que lucir guapo y simp¨¢tico cuando est¨¢s tan reventado que lo ¨²nico que te apetece es desplomarte en tu sof¨¢ y echarte al cuerpo lo que te quede en el frigo, y al alma lo que te echen en pantalla. Empezando por esas aplicaciones de citas que parecen cat¨¢logos de ofertas del mercado de la carne. M¨¢s que vivir, consumimos. Por eso, si no es verdadera, est¨¢ tan bien encontrada la met¨¢fora de la pi?a y el carro. Antes de la pandemia, el antrop¨®logo Juan Luis Arsuaga se quejaba en este diario de que ¡°la vida no puede ser solo trabajar toda la semana e ir al s¨²per los s¨¢bados¡±. Seguimos igual. Y re¨ªr por no follar no es m¨¢s, ni menos, que un mecanismo de defensa.
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