Maduro endurece la represi¨®n
El r¨¦gimen chavista intensifica el acoso a la oposici¨®n mientras sigue sin presentar pruebas que desmientan el fraude electoral
El presidente de Venezuela, Nicol¨¢s Maduro, lleva m¨¢s de un mes tratando de convertir a Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia en el enemigo p¨²blico n¨²mero uno del chavismo. El lunes, la Fiscal¨ªa, controlada por el Gobierno, cumpli¨® sus amenazas y orden¨® la detenci¨®n del candidato opositor. El Ministerio P¨²blico le imputa cinco delitos: usurpaci¨®n de funciones, falsificaci¨®n de documento p¨²blico, instigaci¨®n a la desobediencia, conspiraci¨®n y sabotaje. Formalmente, el fiscal ha abierto una investigaci¨®n en contra del veterano diplom¨¢tico por publicar en una web las actas recogidas por los testigos de la oposici¨®n durante las elecciones del pasado 28 de julio. Esas papeletas desmienten la versi¨®n oficial, que atribuye la victoria al actual presidente y otorgan, en cambio, un rotundo triunfo a su principal contrincante. Para colmo del doble rasero y la arbitrariedad, la formaci¨®n pol¨ªtica en el poder, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), hizo en 2013 lo mismo por lo que ahora persigue a su rival: publicar las papeletas en plena contienda por el voto con Henrique Capriles.
Hoy, Maduro sigue atrincherado en el poder mientras Gonz¨¢lez Urrutia vive en la clandestinidad para sortear la orden de busca y captura que pesa en su contra. El chavismo pretende resolver as¨ª el contencioso electoral, redoblando la represi¨®n y tratando de arrinconar a su oposici¨®n. El aspirante de la coalici¨®n de fuerzas lideradas por Mar¨ªa Corina Machado, quien no pudo presentarse a las elecciones por estar inhabilitada, ha deso¨ªdo en tres ocasiones la citaci¨®n de la Fiscal¨ªa. Alega falta de independencia de los poderes p¨²blicos y que el fiscal general, Tarek William Saab, act¨²a como un operador pol¨ªtico del mandatario, que lleg¨® a sugerir que el candidato perseguido se estaba preparando para huir.
Se trata de una reprobable estrategia utilizada en m¨²ltiples ocasiones por el aparato gubernamental. Esto es, intensificar el acoso judicial y pol¨ªtico de los adversarios para forzar una fuga, como acab¨® sucediendo con el opositor Juan Guaid¨®. La defensa de Gonz¨¢lez Urrutia asegura, no obstante, que no planea ni abandonar el pa¨ªs ni pedir asilo en una embajada. Las primeras reacciones de la comunidad internacional han sido de condena sin matices a esta persecuci¨®n, mientras Machado acusa a la c¨²pula chavista de ¡°haber perdido toda noci¨®n de la realidad¡±.
Las sospechas de fraude no han llegado solo de la oposici¨®n, sino que han sido alentadas por uno de los pocos organismos independientes que particip¨® como observador en los comicios, el Centro Carter, y por el rector principal del Consejo Nacional Electoral (CNE), quien tras su denuncia fue destituido. Sin embargo, el chavismo se niega a ense?ar las actas para probar su victoria mientras endurece la represi¨®n.
Las se?ales que llegan desde el palacio de Miraflores no hacen pensar, por el momento, en ninguna cesi¨®n. Frente a la presi¨®n interna y a la que llega del exterior, el chavismo ha fortalecido su n¨²cleo duro. La vicepresidenta Delcy Rodr¨ªguez ha asumido el control del petr¨®leo, el principal motor econ¨®mico del pa¨ªs, y el inflexible y veterano dirigente Diosdado Cabello controlar¨¢ los cuerpos policiales desde el Ministerio del Interior y Justicia. En medio de la crisis, Maduro trata de desviar la atenci¨®n decretando ¡°el adelanto de la Navidad para el 1 de octubre¡±. Una manera abracadabrante de sortear la emergencia social y pol¨ªtica que vive Venezuela ante su incapacidad de presentar pruebas que desmientan el fraude electoral.
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