Tensi¨®n y terror en Venezuela

Los venezolanos cumplen este mi¨¦rcoles un mes sumidos en dos mundos paralelos. Las elecciones presidenciales del 28 de julio abrieron una crisis institucional de consecuencias a¨²n imprevisibles, y la fractura pol¨ªtica se agudiza con el paso de los d¨ªas. El aparato chavista, que controla todos los poderes del Estado, ya ha dado por zanjado el pulso por arrojar luz sobre el resultado de los comicios, rodeado de sospechas de fraude. La victoria de Nicol¨¢s Maduro anunciada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) horas despu¨¦s del cierre de las urnas fue convalidada por el Tribunal Supremo el pasado jueves, pero las autoridades rechazan mostrar las actas de votaci¨®n como prueba del resultado, a pesar de la exigencia de la oposici¨®n, los observadores independientes y la gran mayor¨ªa de la comunidad internacional.

Esa petici¨®n cobra a¨²n m¨¢s relevancia tras la denuncia de irregularidades hecha por uno de los rectores del ¨®rgano electoral, que avala la tesis de la alianza opositora. La coalici¨®n antichavista public¨® en una web los datos recabados por sus testigos durante la jornada, que otorgan un triunfo sin matices al principal contrincante de Maduro, Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia. El veterano diplom¨¢tico, quien sustituy¨® en la papeleta a la inhabilitada Mar¨ªa Corina Machado, no ha dejado de impugnar el resultado oficial, y la respuesta de la maquinaria chavista ha sido una ofensiva sin cuartel llevada a cabo en todos los frentes: el legal, el policial, el pol¨ªtico y el de la propaganda. La Fiscal¨ªa abri¨® una investigaci¨®n contra el candidato por la difusi¨®n de las actas y le imputa, entre otros, un delito de ¡°conspiraci¨®n¡±. Ante el aumento de la represi¨®n y la detenci¨®n de sus colaboradores, tanto Gonz¨¢lez como Machado llevan semanas resguardados en un lugar seguro.

Maduro eligi¨® la estrategia del atrincheramiento, que no es nueva y le dio buenos resultados en otras ocasiones, aunque no ha hecho sino agravar el conflicto pol¨ªtico venezolano. Desoy¨®, en la pr¨¢ctica, todo intento de mediaci¨®n, tambi¨¦n el que plantearon tres presidentes de izquierdas: el brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva, el colombiano Gustavo Petro y, en menor medida, el mexicano Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Mientras tanto, cunde el miedo en las filas opositoras, sus simpatizantes prefieren no reunirse y cada vez hay m¨¢s dudas ante la oportunidad de salir a manifestarse.

Con todo, la oposici¨®n vuelve este mi¨¦rcoles a intentar reactivarse en las calles con una nueva manifestaci¨®n, cuando se cumple un mes de las elecciones. La respuesta del chavismo es la habitual: convocar una movilizaci¨®n de los militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), una exhibici¨®n de fuerza gubernamental en las calles que en los ¨²ltimos meses ha sido bautizada como ¡°furia bolivariana¡±.

Es dif¨ªcil pronosticar las pr¨®ximas etapas de la crisis venezolana, pero es un hecho que la situaci¨®n actual de tensi¨®n y terror resulta insostenible en una democracia. Maduro anunci¨® el lunes para 2025 una ¡°megaelecci¨®n¡± a la Asamblea Nacional, las 23 gobernaciones y las 335 alcald¨ªas, amenazando a la oposici¨®n con prohibir la participaci¨®n de ¡°aquellos que no reconocen los poderes del Estado¡±, en referencia a los dirigentes opositores que cuestionan los resultados del CNE. Ese ser¨ªa el camino de la ruptura total del concierto pol¨ªtico y el paso previo a una huida hacia adelante similar a la emprendida por Daniel Ortega y Rosario Murillo, que ha convertido Nicaragua en una dictadura personalista.