Singularidad, solidaridad, estabilidad
La nueva financiaci¨®n para Catalu?a tiene pleno encaje en la Constituci¨®n y en el Estado de las autonom¨ªas
Parece obvio decir que en Espa?a tenemos un Estado de las autonom¨ªas, establecido como un principio constitucional en el art¨ªculo segundo de la Constituci¨®n. El independentismo catal¨¢n expres¨® su oposici¨®n rotunda al Estado de las Comunidades Aut¨®nomas en el llamado proc¨¦s, que tuvo su momento ¨¢lgido en el refer¨¦ndum y la declaraci¨®n de independencia de 2017. Sabemos el recorrido fallido que ha tenido esa alternativa al Estado auton¨®mico. Tanto desde la acci¨®n judicial contra los l¨ªderes del proc¨¦s, como en las recientes elecciones auton¨®micas en Catalu?a, en las que los partidos independentistas perdieron la capacidad de formar gobierno y uno de ellos, ERC, ha apoyado un Ejecutivo encabezado por el l¨ªder del socialismo catal¨¢n.
En el acuerdo PSC-ERC que propici¨® la formaci¨®n del nuevo Gobierno catal¨¢n no hay un rechazo expl¨ªcito a la figura constitucional del Estado auton¨®mico, ni de preceptos concretos de la Constituci¨®n Espa?ola (CE). No hay tampoco una propuesta de reforma de esta. Por tanto, hay que entender que el acuerdo se va a desenvolver dentro del ¨¢mbito de los principios del Estado de las autonom¨ªas. Esta ser¨¢ la primera de las bases pol¨ªticas del pacto PSC-ERC. Las otras son la solidaridad, la singularidad y la estabilidad.
Solidaridad. El principio de solidaridad entre las nacionalidades y regiones, es decir, entre las Comunidades Aut¨®nomas, est¨¢ reconocido y garantizado por la Constituci¨®n, seg¨²n afirma con absoluta claridad su art¨ªculo segundo. El acuerdo PSC-ERC no tiene reticencias a ese principio. Lo dice con palabras directas y sin doble sentido:
¡°La aportaci¨®n a la solidaridad debe ser expl¨ªcita y debe reflejarse de forma transparente. La Generalitat debe contribuir a la solidaridad con las dem¨¢s comunidades aut¨®nomas a fin de que los servicios prestados por los distintos gobiernos auton¨®micos a sus ciudadanos puedan alcanzar niveles similares, siempre que lleven a cabo un esfuerzo fiscal tambi¨¦n similar¡±.
El esfuerzo fiscal es verdaderamente similar en Espa?a. Los impuestos que m¨¢s aportan a las haciendas p¨²blicas son pr¨¢cticamente iguales en todo el territorio en cuanto a presi¨®n fiscal. Pero no todas las Comunidades Aut¨®nomas tienen igual capacidad productiva y creadora de riqueza, o inversora. Ni todas tienen igual riqueza y nivel de vida de su ciudadan¨ªa. De ah¨ª la necesidad de la solidaridad entre ellas.
Conviene advertir que el Estado tiene un papel relevante en la solidaridad entre Comunidades Aut¨®nomas para que los servicios p¨²blicos tengan un nivel m¨ªnimo en sus prestaciones en todo el territorio espa?ol (art¨ªculo 158.1 CE). ¡°Con el fin de corregir desequilibrios econ¨®micos interterritoriales y hacer efectivo el principio de solidaridad¡±, se constituye un Fondo de Compensaci¨®n con destino a gastos de inversi¨®n (art¨ªculo 158.2 CE).
Es cierto que el texto del acuerdo se?ala que la solidaridad ¡°debe estar limitada por el principio de ordinalidad¡±.
Esta afirmaci¨®n introduce un elemento de dif¨ªcil aplicaci¨®n, porque la ordinalidad no podr¨¢ en la pr¨¢ctica desnaturalizar el principio de solidaridad, que tiene una fuerza constitucional superior. Est¨¢ reconocido en el T¨ªtulo Preliminar de la Constituci¨®n ¡ªprotegido especialmente¡ª y, de nuevo, en su art¨ªculo 156.1 ¡ª¡°solidaridad entre todos los espa?oles¡±¡ª como principio b¨¢sico de la autonom¨ªa financiera de las Comunidades Aut¨®nomas.
Adem¨¢s de lo anterior, el acuerdo se?ala que la aportaci¨®n de Catalu?a a la solidaridad territorial ha de ser expl¨ªcita, de modo que la contribuci¨®n a la solidaridad de Catalu?a sea ¡°conocida y reconocida¡±.
Est¨¢, pues, claro que el principio de solidaridad es una de las bases pol¨ªticas en que se asienta el importante Acuerdo que estamos analizando.
Singularidad. Este elemento es seguramente el m¨¢s destacado como base pol¨ªtica del acuerdo entre el Partit dels Socialistes de Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya. Se trata de avanzar hacia un modelo tributario ¡°federal¡±. De ah¨ª que en el acuerdo ocupe un lugar principal lo que llama ¡°financiaci¨®n singular de la Generalitat de Catalu?a¡±.
El acuerdo propone: ¡°Que sea la Generalitat la que gestione, recaude, liquide e inspeccione todos los impuestos soportados en Catalu?a¡±, aumente su capacidad normativa y alcance plena autonom¨ªa fiscal.
A esos efectos, la Hacienda catalana actuar¨¢ a trav¨¦s de la Agencia Tributaria de Catalu?a (ATC).
La cesi¨®n a la Generalitat de la gesti¨®n de todos los impuestos soportados en Catalu?a tiene los l¨ªmites establecidos en la Ley Org¨¢nica de Financiaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas (LOFCA, art¨ªculos 10 y 11), y por ello ha de ser reformada. Pero no tiene l¨ªmites constitucionales. El art¨ªculo 158.2 de la Constituci¨®n dice que las Comunidades Aut¨®nomas podr¨¢n actuar como ¡°delegados o colaboradores del Estado para la recaudaci¨®n, la gesti¨®n y la liquidaci¨®n de los recursos tributarios de aquel, de acuerdo con las leyes y los Estatutos¡±.
No hay que olvidar, en todo caso, que la potestad originaria para establecer los tributos corresponde al Estado ¡°exclusivamente¡±, como dice el art¨ªculo 133.1 de la Constituci¨®n.
As¨ª pues, no cabe confundir potestad originaria financiera con gesti¨®n tributaria. La primera la tiene el Estado, que puede regular los tributos, es decir, la presi¨®n fiscal. La segunda, la gesti¨®n tributaria, la puede ejercer plenamente una Comunidad Aut¨®noma como Catalu?a a trav¨¦s de su Agencia Tributaria y, de ese modo, recaudar, liquidar e inspeccionar todos los tributos soportados en esa comunidad. Esta es la base pol¨ªtica esencial del acuerdo de investidura (y, de facto, de legislatura) en Catalu?a.
Estabilidad. Esta tercera base del acuerdo PSC-ERC no la encontramos en su literalidad en el texto del mismo y, sin embargo, ser¨¢ absolutamente imprescindible para su consolidaci¨®n y desarrollo.
Si algo ha caracterizado el escenario pol¨ªtico catal¨¢n en la ¨²ltima d¨¦cada ha sido la inestabilidad. Las consecuencias econ¨®micas han sido negativas y han terminado por crear una fuerte crisis pol¨ªtica, que ahora se intenta encauzar.
El acuerdo econ¨®mico y financiero entre PSC y ERC no resistir¨¢ si no va acompa?ado de estabilidad pol¨ªtica y seguridad jur¨ªdica.
Uno de los fen¨®menos que se han estado produciendo en los ¨²ltimos a?os en Europa ha sido el de los ¡°millonarios migrantes¡±. Miles de multimillonarios han cambiado su residencia por razones puramente fiscales. All¨ª donde se les dan regalos tributarios, all¨¢ van, produciendo inestabilidades de todo tipo. As¨ª ha sucedido en pa¨ªses como Reino Unido, Italia o Suiza.
Hay que evitar que ese fen¨®meno se produzca en Catalu?a, regi¨®n europea muy desarrollada y receptora de inversiones, salvo cuando la inestabilidad se instal¨® en ella y miles de empresas trasladaron su sede principal fuera del territorio catal¨¢n.
Por esa raz¨®n, el acuerdo ambicioso entre partidos tan diferentes ¡ªy discrepantes¡ª como PSC y ERC ha de cuidar la estabilidad pol¨ªtica, de su econom¨ªa y de su orden jur¨ªdico. Solo as¨ª se conseguir¨¢ el cambio de escenario que se desea hacia lo que el acuerdo llama ¡°Catalu?a verde, pr¨®spera, justa, de derechos y feminista¡±.
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