Sahra Wagenknecht
La clave para la gobernabilidad en dos Estados alemanes y qui¨¦n sabe si m¨¢s en el futuro resulta inexplicable desde los par¨¢metros tradicionales
Sahra Wagenknecht (55 a?os) es la pol¨ªtica del momento en Alemania. No la pol¨ªtica de moda o la m¨¢s popular, que quiz¨¢ tambi¨¦n, sino un factor de poder sin el cual, al menos en ciertas regiones, va a ser harto dif¨ªcil formar estructuras estables de gobierno. Se trata de una figura inexplicable desde los par¨¢metros tradicionales. No faltan polit¨®logos que cuestionen su izquierdismo. Ella misma se denomina ¡°conservadora de izquierdas¡± y dice detestar la facilona divisi¨®n izquierda/derecha. De izquierdas lo es en lo relativo a la pol¨ªtica social y econ¨®mica (cr¨ªtica frontal al capitalismo, aumento de las pensiones y sueldos, impuestos m¨¢s altos a los ricos), as¨ª como claramente conservadora en asuntos de inmigraci¨®n, familia o concepto nacional del Estado. Fund¨® en enero de este a?o el partido que lleva su nombre, del cual ella es jefa e ide¨®loga y en el que nada ni nadie escapa a su control. Su carisma y dotes oratorias est¨¢n fuera de duda; su claridad de ideas, se compartan o no, tambi¨¦n. Es experta en aquello cuyo desconocimiento caracteriza al pol¨ªtico mediocre: en econom¨ªa. Su declarado pragmatismo la ha conducido a aceptar negociaciones en Turingia y Sajonia con los democristianos, no solo para impedir que gobierne la extrema derecha, sino porque, como ella afirma, para introducir mejoras en la sociedad no basta con echar pestes desde la oposici¨®n. Juzg¨® con dureza la ocupaci¨®n militar de Israel en Gaza, lo que le acarre¨® la acusaci¨®n de antisemita, que ella rechaz¨® con vehemencia. Comparte con la extrema derecha el convencimiento de que la soluci¨®n a la guerra de Ucrania pasa por concederle a Putin una victoria adobada de diplomacia. Dos debilidades presenta su partido (BSW) que considero evidentes. La primera es que, sin ella al frente, no tendr¨¢ futuro. La segunda es la falta de personal cualificado para cubrir todos los puestos que un amplio apoyo electoral parece que va a proporcionarle.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.