El doblete Feij¨®o: ultra y pragm¨¢tico
El l¨ªder del PP lanza un m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. O m¨¢s confusionario. Alberto N¨²?ez Feij¨®o apuesta ahora a elaborar alternativas concretas a las pol¨ªticas del Gobierno, la esencia olvidada de una oposici¨®n
Novedad en el frente. El l¨ªder del PP lanza un m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. O m¨¢s confusionario. Alberto N¨²?ez Feij¨®o apuesta ahora a elaborar alternativas concretas a las pol¨ªticas del Gobierno, la esencia olvidada de una oposici¨®n. Es una excursi¨®n al pragmatismo, que simultanea, de momento, con su viaje al mundo ultra.
Ese periplo incluye la tentativa de destrucci¨®n del adversario (y familia), la desnaturalizaci¨®n institucional (Senado, tribunales), el lenguaje apocal¨ªptico, la fragua de pactos abortados in extremis (as¨ª se estren¨® con el poder judicial), la absorci¨®n de la agenda parafascista de Vox (inmigraci¨®n, anticatalanismo) como apuntaba en una columna anterior.
La base de esta deriva es la iliberal negaci¨®n de la legitimidad del Gobierno. Su corolario, una estrategia de asedio de coloraci¨®n antisistema. La explicaci¨®n al trastoque de una derecha convencional en ultraderecha ¡ªsi bien fluidificado con toques suaves¡ª, no era tan obvia, por m¨¢s que menudee fuera: aqu¨ª, la inseguridad personal y la prisa ag¨®nica en derribar al Gobierno leg¨ªtimo son claves. Sazonadas por la humillaci¨®n a lo S¨ªsifo del 23-J, y la escasa piedad de los rivales al tratarla.
La incipiente correcci¨®n pragm¨¢tica de esa deriva coincide no con una revoluci¨®n de los conservadores moderados, sino con la evidencia emp¨ªrica de que es suicida. No ha eliminado a los ultras fet¨¦n (Vox), los ha ampliado con los salteadores fiscales (Se Acab¨® la Fiesta). Nada de la gran casa ¨²nica de la derecha. No incrementa los probables votantes a un presidente Feij¨®o sobre un ¨ªdem S¨¢nchez: si en julio la preferencia a este sobre el opositor era de 26,5% a 13,5%, en septiembre se mantuvo en tasa similar, 24,8% a 12,1%, seg¨²n el CIS. Y mientras el popular ha bajado 20 puntos en el aprecio de los votantes conservadores; el socialista, solo 12 entre sus seguidores. Ni un c¨¦ntimo en el caj¨®n.
Por eso es h¨¢bil la bufanda pragm¨¢tica. Pero habr¨¢ que ver su alcance. Si preanunciara una rectificaci¨®n de fondo, eliminando detritus ultras como los insultos tabernarios del portavoz Miguel Tellado, habr¨ªa que celebrarla como un retorno del PP al paradigma democr¨¢tico: formular propuestas, dialogarlas y pactar medidas o normas, en todo o en parte. Ese paradigma conduce inevitablemente a alg¨²n grado de ponderaci¨®n y moderantismo. Pero no es cohonestable con mantener el asedio extremista. Pues resulta poco explicable negociar con aqu¨¦l a quien al mismo tiempo acusas de traidor, s¨¢trapa y padre de todas las desgracias patrias.
Tambi¨¦n deber¨¢ Feij¨®o superar la contradicci¨®n interna del paquete que ultima: neoliberal en vivienda, pero compasivo en conciliaci¨®n familiar o guarder¨ªas. Y a¨²n le quedar¨¢ otro repecho, encajarlo con su negativa sistem¨¢tica al programa social progresista: contra el ingreso m¨ªnimo, las subidas del SMI, la actualizaci¨®n de las pensiones con el IPC, o a la mayor¨ªa de los escudos sociales anticrisis y alza de precios.
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