Un Gobierno franc¨¦s cada vez m¨¢s fr¨¢gil

Como era de esperar, la moci¨®n de censura presentada el martes por la izquierda en el Parlamento franc¨¦s contra el reci¨¦n nombrado Gobierno de Michel Barnier fracas¨®. Sin embargo, la coalici¨®n de izquierdas logr¨® el objetivo que persegu¨ªa con esta iniciativa: aparecer ante la opini¨®n p¨²blica como la primera fuerza de oposici¨®n al Ejecutivo conservador y escenificar la ¡°desposesi¨®n democr¨¢tica¡± que, seg¨²n denuncian, sufren sus electores desde las legislativas del pasado junio. Las izquierdas ganaron las elecciones ¡ªtras armar junto a Macron un frente republicano para contener a la ultraderecha¡ª y reivindican desde entonces su legitimidad para gobernar, pese a no disponer de mayor¨ªa absoluta. El presidente, sin embargo, prefiri¨® a un primer ministro conservador, proveniente de Los Republicanos, un partido electoralmente d¨¦bil, con apenas 47 diputados y apoyado parlamentariamente en los ultras.

Consciente de que su moci¨®n de censura estaba condenada al fracaso sin el voto del Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, la coalici¨®n de izquierdas ha conseguido, adem¨¢s, otro objetivo: evidenciar la mutua dependencia entre el nuevo Gobierno y la extrema derecha. El apoyo de los lepenistas es la condici¨®n sine qua non para la supervivencia del Ejecutivo, estrechamente ligada a las concesiones que haga a la formaci¨®n ultra, particularmente en materia de seguridad e inmigraci¨®n. Esta, a su vez, necesita a Barnier para presentarse como una formaci¨®n respetable y garante de la estabilidad institucional.

Sin embargo, ambos bloques pueden pagar un alto precio electoral por su relaci¨®n. Un elector moderado dif¨ªcilmente aprobar¨¢ la sumisi¨®n a un partido radical. De la misma forma, est¨¢ por ver el impacto entre el electorado m¨¢s popular de Reagrupamiento Nacional al apoyo a un Gobierno que defiende una pol¨ªtica de cruda austeridad para luchar contra el d¨¦ficit p¨²blico, que alcanzar¨¢ este a?o el 6,1% del PIB. Presentados este jueves en el Consejo de Ministros, los Presupuestos de Barnier prev¨¦n un recorte de 40.000 millones de euros, de los cuales 15.000 afectar¨¢n al gasto sanitario y social, con un especial impacto en las pensiones. Le Pen ya se ha manifestado en contra, y los macronistas han criticado las subidas de impuestos a las grandes empresas y a los m¨¢s ricos previstas en el texto. Se ahonda as¨ª en la fragilidad de un endeble Gobierno, cuyas cuentas deben aprobarse antes del 31 de diciembre si no quiere recurrir a aprobarlos por decreto.