El reto de la socialdemocracia

El PSOE llega a su 41? Congreso Federal ¡ªque se celebra hasta ma?ana en Sevilla¡ª con una obra de gobierno que incluye 17 trimestres consecutivos de crecimiento, un aumento del PIB cuatro veces mayor que la media europea, m¨¢s de 21 millones de afiliados a la Seguridad Social y la menor tasa de desempleo en 17 a?os. Y, sin embargo, la percepci¨®n general sobre la situaci¨®n de Espa?a es de pesimismo y el PSOE es visto y se percibe a s¨ª mismo como una fortaleza asediada. La suma de errores propios y una descomunal distorsi¨®n del debate pol¨ªtico-jur¨ªdico explican la paradoja. Sin embargo, las circunstancias internacionales han hecho que el Gobierno se convierta en el baluarte de los valores de la izquierda en Europa. En una alternativa a la amenaza que representan la extrema derecha y su probada capacidad de arrastrar a la derecha moderada.

La socialdemocracia tiene en su contra el error de asumir en las ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XX parte de los postulados del neoliberalismo, descuidando la defensa de los intereses de su base social y electoral. La erosi¨®n del Estado de bienestar y el aumento de las desigualdades son el resultado de esas pol¨ªticas. Con la paradoja a?adida de que una parte de sus damnificados canalizan ahora su descontento hacia opciones populistas de ultraderecha. Si el PSOE est¨¢ en mejores condiciones que sus correligionarios franceses o alemanes es porque lleva seis a?os corrigiendo esa deriva.

La socialdemocracia en Espa?a tiene en su haber hist¨®rico colocar al pa¨ªs en la vanguardia de los derechos civiles y de las pol¨ªticas de igualdad. Tambi¨¦n ha aplicado una decidida pol¨ªtica de transici¨®n ecol¨®gica y sus socios en el Gobierno de coalici¨®n han ido aportando nuevos objetivos. Sin embargo, no se ha avanzado tanto en derechos econ¨®micos y sociales, que est¨¢n en la base de todos los dem¨¢s. Se han revertido algunas de las contrarreformas socialmente m¨¢s da?inas del Ejecutivo de Mariano Rajoy, aprobado aumentos hist¨®ricos del SMI y blindado el poder adquisitivo de las pensiones. Son logros importantes, pero Espa?a sigue siendo uno de los pa¨ªses con mayor desigualdad de renta y riqueza. El 10% de la poblaci¨®n m¨¢s acaudalada acapara el 57% de la riqueza, un 20% de la poblaci¨®n est¨¢ en situaci¨®n de pobreza y la crisis de la vivienda se ha convertido en una emergencia. Queda pues mucho por hacer, y entre las prioridades est¨¢ mejorar la realidad laboral de los j¨®venes. Las buenas cifras macroecon¨®micas y la realidad diaria de los ciudadanos no pueden darse la espalda.

Estos retos exigen pol¨ªticas de redistribuci¨®n m¨¢s intensas, que permitan proteger a los vulnerables y rescatar a las clases trabajadoras y medias del riesgo de depauperaci¨®n. Si se quiere progresar, Espa?a no puede seguir siendo un pa¨ªs de salarios bajos, por eso es importante que el principal partido del Gobierno se proponga lograr que el empleo vuelva a ser un factor corrector de las desigualdades y abandere una pol¨ªtica fiscal m¨¢s progresiva, con especial exigencia para las rentas m¨¢s altas.

A un proyecto socialdem¨®crata hay que exigirle en Espa?a que intente encarrilar la eterna crisis territorial, nuestra singularidad en el marco europeo. Espa?a no puede seguir atrapada en una din¨¢mica que explota la diferencia y la confrontaci¨®n. Cuanto antes se complete el modelo auton¨®mico, con altas cotas de corresponsabilidad fiscal por parte de las autonom¨ªas y mecanismos eficaces de coordinaci¨®n federal, mejor se podr¨¢n apreciar sus ventajas y lo falaz de discursos que solo persiguen alimentar falsos agravios para consolidar posiciones de poder. El gran reto de la socialdemocracia es conectar con las demandas de la ciudadan¨ªa y promover medidas realistas pero ambiciosas incardinadas en los cambios de la digitalizaci¨®n y el nuevo orden internacional. Combatir la desigualdad presente y la nostalgia de un pasado idealizado ajeno a la realidad.