Agilidad y colaboraci¨®n en Valencia
Las administraciones deben aparcar cualquier pol¨¦mica pol¨ªtica y tramitar con la m¨¢xima velocidad y claridad las ayudas por la dana
Mientras a¨²n hay bajos y calles con barro y la reapertura de cada peque?o comercio es motivo de celebraci¨®n en los municipios afectados por la dana en Valencia, los damnificados se quejan de exceso de burocracia en la tramitaci¨®n de las ayudas y asisten a un enfrentamiento dial¨¦ctico entre administraciones innecesario y contraproducente.
El rifirrafe pol¨ªtico, que deber¨ªa cesar cuanto antes, ha derivado por parte del presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Maz¨®n, directamente en enga?o a quienes han perdido todo y tratan de navegar la burocracia de las ayudas. Maz¨®n asegur¨® que las aportaciones del Estado no eran directas, que hab¨ªa que devolverlas porque se trataba de cr¨¦ditos. Seg¨²n el Gobierno central, esa mentira ha sido la causa de que mucha gente no haya pedido anticipos de las ayudas directas, que no cr¨¦ditos, a coste cero. De las 12.000 peticiones de ayuda econ¨®mica que ha recibido el Gobierno central, solo 3.000 han pedido anticipos (el 50% de la ayuda a la que tendr¨¢n derecho) por p¨¦rdida de vivienda o de enseres. Esos anticipos no hay que devolverlos.
Cincuenta d¨ªas despu¨¦s de la dana que provoc¨® m¨¢s de 200 muertos en la provincia de Valencia, hay que seguir insistiendo en pedir informaci¨®n veraz, agilidad y transparencia en las ayudas. El Gobierno, seg¨²n sus datos, ha comprometido 16.000 millones, de los que 1.000 millones ya est¨¢n movilizados. La Generalitat ha comprometido 1.051, de los que est¨¢n todos movilizados, seg¨²n Maz¨®n. Ambas administraciones han dise?ado ayudas directas a particulares y l¨ªneas de cr¨¦dito a empresas. Aunque se ha hecho un esfuerzo por acercar lo m¨¢s posible la gesti¨®n a los ciudadanos, se trata de personas que en ocasiones no tienen ordenador, ni internet, ni los papeles b¨¢sicos de su vida, ni forma de hacer copias. Tiene que estar muy bien justificado exigir a los damnificados documentaci¨®n que ya est¨¢ en poder de la administraci¨®n m¨¢s all¨¢ de una prueba de identidad y domicilio. Son personas que afrontan su tercer mes sin nada.
El abandono de los espacios en los que se acumularon enseres y coches es otro motivo de pol¨¦mica. Dos incendios han dado la raz¨®n a quienes advert¨ªan del peligro de estos vertederos que, en algunos casos, est¨¢n muy cerca de los cascos urbanos. El Gobierno de Maz¨®n se defiende de las cr¨ªticas con el argumento de que no hay suficiente polic¨ªa para vigilar los vertederos. La Generalitat aprob¨® una resoluci¨®n por la que se hac¨ªa cargo de retirar las pilas de coches y ahora pretende que sean los ayuntamientos quienes llamen a los desguaces para hacerlo.
En medio de la contienda, los alcaldes son los que siguen en primera fila, siguiendo de cerca los problemas de sus vecinos damnificados, pero no por esto son escuchados en la direcci¨®n de las Emergencias, en manos de la Generalitat. Hartas de sentirse ninguneadas, tres alcaldesas ¡ªlas de Paiporta, Catarroja y Benet¨²sser¡ª se plantaron el martes en la reuni¨®n del centro de coordinaci¨®n para reclamar, al menos, tener voz en el ¨®rgano en el que se adoptan las medidas. Exigieron la agilizaci¨®n del pago de las ayudas y la retirada de veh¨ªculos y enseres, y advirtieron de que con las unidades y equipos se tardar¨¢ al menos un a?o en completar la tarea. Las alcaldesas pidieron tener informaci¨®n de manera directa de decisiones de Emergencias y un calendario detallado del plan de trabajo. Deber¨ªa ser obvio, pero han tenido que pedirlo quienes dan la cara todos los d¨ªas ante sus vecinos.
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