Siria y los peros
Hay quien solo se preocupa por las mujeres y su forma de vestir ahora, no cuando estaban en prisi¨®n, siendo torturadas o asesinadas
Es sabido que todo lo que va antes de un ¡°pero¡± pierde peso. Y eso es lo que estamos viviendo con Siria estos d¨ªas. Muchos peros, infinidad de peros que restan valor a un hecho hist¨®rico: en Siria ha ca¨ªdo una dinast¨ªa culpable de convertir el pa¨ªs en una gigantesca fosa com¨²n, y esto en s¨ª es digno de celebraci¨®n por parte de toda la humanidad. ¡°Pero los islamistas¡±, ¡°pero Libia¡±, ¡°pero Afganist¨¢n¡± se le advierte a la poblaci¨®n siria, como si esta pudiera ser ajena a las amenazas que se ciernen sobre su pa¨ªs. Par¨¦monos un momento y, antes de embarcarnos en la lista de peros, tomemos conciencia de lo que est¨¢ en juego.
El descubrimiento de una fosa com¨²n con decenas de miles de cuerpos en el sur de Damasco, una de muchas. La liberaci¨®n de todo un entramado de campos de exterminio como el de Saidnaya, al que Amnist¨ªa Internacional se refiri¨® en 2017 como un ¡°matadero humano¡±. Una cifra, m¨¢s de 100.000 desaparecidos, que confirma los peores presagios: la mayor parte de los detenidos fueron asesinados.
A la vez, vemos a decenas de miles de personas refugiadas y desplazadas entrar ahora libremente en el territorio. Tambi¨¦n a periodistas sirios y de otros pa¨ªses cubrir los acontecimientos tras la ofensiva rel¨¢mpago iniciada el 27 de noviembre. Periodistas que llevan m¨¢s de una d¨¦cada sin acceder a Siria porque esta se hab¨ªa convertido, igual que lo es Gaza, en un cementerio para periodistas.
El alivio y el duelo que se abren ante los sirios tras d¨¦cadas de una represi¨®n de cuyo alcance poco se conoce requiere poner en valor lo que estos hallazgos y cambios suponen.
Reconocida la liberaci¨®n y el duelo, podemos hablar de todos los peros que se abren ante los sirios. Convendr¨ªa hacerlo dejando a un lado dicotom¨ªas y visiones del mundo en dos ejes y partir de escuchar a los implicados. A tantas personas que llevan a?os oponiendo resistencia a la dinast¨ªa criminal de los Asad. A quienes se han dedicado, tambi¨¦n, a plantar cara a agendas de corte conservador o extremista, que en algunos casos han derivado en un secuestro del proceso revolucionario sirio iniciado en marzo de 2011. Entre ellas, muchas mujeres, como las de Women Now for Development o el foro de Familias por la Libertad.
Surgen estos d¨ªas voces externas a Siria preocupadas por ¡°la barba y el bigote de Al Julani¡±. Una preocupaci¨®n que no se extendi¨® en estos a?os a los trajes, corbatas y ropa de dise?o de la familia Asad, ni a las mujeres de todas las confesiones, veladas y desveladas, que este r¨¦gimen ha detenido, torturado y arrojado a fosas comunes.
¡°Hay una mirada orientalista que solo ahora se preocupa de nosotras y nuestros cuerpos, y no cuando est¨¢bamos en prisi¨®n, siendo torturadas o asesinadas¡±, se?ala Zaina Erhaim, periodista y feminista siria, quien vincula esta mirada a una herencia colonial a la que ¡°solo le saltan las alarmas en lo tocante a la vestimenta de las mujeres, y no en la opresi¨®n que hemos sufrido bajo el reino del terror de los Asad¡±.
Subraya Erhaim la agencia de las mujeres en el proceso revolucionario sirio y la importancia de no pasar por alto sus luchas dentro de sus propios contextos. Pide tambi¨¦n a quienes se asoman a Siria que dejen de imponer ¡°relatos y ejemplos de otros contextos. Siria no es Irak ni Libia ni Ir¨¢n. Siria es Siria¡±.
¡°Como mujer feminista, no me siento representada por un Gobierno de corte islamista; por eso, voy a estar muy atenta a los pasos que d¨¦ este nuevo Gobierno. Pero sin duda fue muy positivo que Al Julani entrase en Damasco hablando de respeto a la libertad de culto y a los derechos de las mujeres¡±, se?ala. ¡°En cualquier caso, ahora somos m¨¢s y podemos movernos, coordinarnos. Y, sobre todo, no tenemos bombas de barril sobre nuestras cabezas, algo que imped¨ªa cualquier posibilidad de organizaci¨®n¡±, a?ade.
El futuro que se abre en Siria es todo menos sencillo, y la poblaci¨®n es bien consciente de los desaf¨ªos. Internos y tambi¨¦n externos, porque la presencia de vecinos como Israel, empe?ado en reconfigurar la regi¨®n a su antojo mediante genocidios y ocupaciones ilegales, hace dif¨ªcil concentrarse en tareas como formar un Gobierno, celebrar una conferencia nacional inclusiva o reconstruir el pa¨ªs. Por eso resulta tan importante acercarse a esta realidad con cautela, siendo conscientes de la complejidad de las din¨¢micas internas, regionales y globales. Y reconocer a los sirios y a las sirias no como seres pasivos que necesitan tutela, sino como agentes de cambio en el futuro de su pa¨ªs.
Ojal¨¢ se equivoquen quienes entierran a los pueblos en peros, arroj¨¢ndoles los peores augurios. Ojal¨¢ acertemos quienes confiamos en la capacidad del pueblo sirio y en su agencia, pese al peso aplastante de la geopol¨ªtica. Si no es as¨ª, si los peores presagios se cumplen, recordaremos lo que dice Amin Maalouf al respecto: ¡°M¨¢s vale equivocarse en la esperanza que acertar en la desesperaci¨®n¡±.
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