Pol¨ªtica primero, relato despu¨¦s

El Gobierno dio este jueves se?ales de estar dispuesto a negociar por separado las medidas contenidas en el decreto ¨®mnibus que el Congreso rechaz¨® el d¨ªa anterior, pero sin decirlo claramente, sin comprometerse a ning¨²n plazo y concentrando su mensaje en la irresponsabilidad de quienes votaron en contra: PP, Vox y Junts. No solo no tiene m¨¢s remedio que hacerlo, sino que esta negociaci¨®n debe empezar cuanto antes, especialmente en el asunto m¨¢s sensible para el bolsillo de 12 millones de espa?oles: la subida de las pensiones en febrero. Cada hora que se gasta se?alando a los culpables de la derrota parlamentaria puede ser ¨²til en una ef¨ªmera t¨¢ctica de dominar el relato pol¨ªtico, pero es una hora perdida en una cuesti¨®n urgente para la sociedad y en la que el Gobierno carga con el grueso de la responsabilidad de liderar y buscar soluciones.

El Real Decreto-Ley rechazado el mi¨¦rcoles inclu¨ªa una subida de las pensiones del 2,8% que supone unos 40 euros m¨¢s al mes para la pensi¨®n media de jubilaci¨®n, que se sit¨²a en 1.447 euros. Si se llega a finales de febrero sin una soluci¨®n, las pensiones quedan de facto congeladas. Organizaciones que representan a los pensionistas amenazaron este jueves con movilizaciones si no hay pronto un arreglo.

La subida de las pensiones para compensar el IPC es un compromiso irrenunciable de este Gobierno, que ha invertido no poco capital pol¨ªtico y presupuestario en ¨¦l. Una vez fracasada la opci¨®n del decreto omnib¨²s, las quejas del Gobierno ¡ªjustificadas por el cortoplacismo de una oposici¨®n que sacrific¨® el inter¨¦s general a su obsesi¨®n por socavar al Ejecutivo¡ª, no pueden durar m¨¢s.

Hay alternativas para salir de esta situaci¨®n y evitar un golpe a los pensionistas, que no tienen culpa de nada: ni de la voluntad de bloqueo del PP incluso en asuntos de amplio consenso social para poder denunciar cada d¨ªa un supuesto apocalipsis institucional, ni de la absurda acritud de Junts, que crece en proporci¨®n a la necesidad de autoafirmaci¨®n de su l¨ªder. Este jueves por la tarde ya tuvieron que soportar una concentraci¨®n de organizaciones sociales ante su sede de Barcelona en protesta por el bloqueo.

La primera opci¨®n que tiene el Ejecutivo es presentar un nuevo texto solo con esta cuesti¨®n: tanto populares como exconvergentes han indicado ya que lo aprobar¨ªan. Otra posibilidad es aprobar un Real Decreto, que no necesita convalidaci¨®n en las Cortes pero profundizar¨ªa en la deriva, siempre delicada, de soslayar al Legislativo en asuntos de calado.

Es leg¨ªtimo que el Gobierno quiera dar la vuelta a la imagen de debilidad que traslada la votaci¨®n del mi¨¦rcoles. Ya est¨¢ claro que en el Congreso hay una mayor¨ªa de derechas incapaz de juntarse para una foto pero s¨ª para boicotear medidas sociales con sus votos. En contra de lo que piensan, este boicot no es gratis. El PP es tan consciente de las consecuencias de su decisi¨®n que las comunidades aut¨®nomas en las que gobierna anunciaron inmediatamente que pagar¨¢n ellas las subvenciones al transporte p¨²blico, otra medida que decay¨® con el decreto. Es una buena ocasi¨®n para que lo asuman definitivamente. Al fin y al cabo, han votado en contra de que lo pague el Gobierno central.

Pero otra cosa son las pensiones. El Ejecutivo apenas dispone de un par de semanas aproximadamente para arreglar el desaguisado, y el tr¨¢mite de una iniciativa parlamentaria dif¨ªcilmente cumplir¨ªa con ese plazo. Debe asumir su parte de coste pol¨ªtico y acabar con la incertidumbre. La pol¨ªtica primero, el relato despu¨¦s.