Una modesta proposici¨®n para evitar que los palestinos sean una carga para Israel y EE UU
Si velamos por la viabilidad financiera de ese maravilloso proyecto inmobiliario del Club Trump-a-Gaza, la expulsi¨®n de los habitantes de la Franja resultar¨ªa demasiado onerosa
![Varios palestinos caminan entre edificios destruidos, este jueves en Yabalia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EKW2ZFAALVCXTCTTDI5QI2W2UA.jpg?auth=d0b109322369e54198150ebf281b00494c315e259c8479abce5ef4cd74ac73ca&width=414)
A principios de esta semana, durante la primera visita de Estado que el eminente rey de Israel, Benjam¨ªn I, tuvo a bien hacer al magn¨ªfico emperador del mundo, Donaldo el Magn¨ªfico, surgi¨® al fin una idea genial y definitiva para resolver el problema de esos dos millones de b¨ªpedos de apariencia humana que infestan ese terreno conocido como la franja de Gaza, erigido en inmediaciones del reino de Israel, y que viene obstaculizando al susodicho reino el acceso directo a un mar de indiscutible valor tur¨ªstico y econ¨®mico, vale decir el Mediterr¨¢neo.
Al final de tan maravilloso encuentro, el nuevo emperador del mundo sugiri¨® al fin una Soluci¨®n Final (que sorprendi¨® al mism¨ªsimo Benjam¨ªn I por su audacia), para deshacerse del mal¨¦volo y pestilente pueblo palestino. Desde la altura anaranjada de su admirable rostro, imbuido de su infinita sagacidad, el emperador pronunci¨® al fin las luminosas palabras que nos llevar¨¢n por el recto camino de convertir un terreno ruinoso y semides¨¦rtico del tama?o de Washington (la capital del nuevo Orden Mundial), en un aut¨¦ntico resort que, seg¨²n sugerencias de un ilustre consejero del emperador (David M. Friedman, exembajador imperial) podr¨ªa llamarse bien sea Mar-a-Gaza o Gaza-a-Lago. Naturalmente, seg¨²n observ¨® Donaldo el Supremo, en vista de que estos palestinos con apariencia humana, al no saber prosperar en tan valiosa franja de mar y tierra, han permitido que esta se convierta en una malsana sucesi¨®n de escombros carente de agua, de gasolina, sin hospitales, sin templos, sin c¨¦sped, sin palmeras, sin hoteles e infestada adem¨¢s de peligrosos explosivos, en vista de lo anterior, y ?por su propio bien!, es necesario hacer una expulsi¨®n de estos individuos, tanto de las mujeres, ancianos y ni?os a¨²n vivos como de los varones j¨®venes y adultos (terroristas en potencia todos ellos), que lamentablemente sobrevivieron a la purga reciente emprendida por los aliados del emperador, e invitarlos a desplazarse, por las buenas o por las malas, a otros m¨¢s amenos lugares del orbe.
Es as¨ª que los b¨ªpedos palestinos ser¨¢n conducidos (con el mismo respeto y miramientos con que se expulsa de EE UU o se interna en el campo de Guant¨¢namo a los invasores ilegales de razas inferiores) a nuevos asentamientos o centros de rehabilitaci¨®n laboral debidamente edificados y circundados por mallas, torres de vigilancia e infranqueables murallas en territorios de Egipto, Jordania, Libia y naciones aleda?as, que acoger¨¢n con j¨²bilo a estos molestos dos millones de humanoides. Ya una vez limpio de alima?as, ratas, sabandijas, camellos, mezquitas, minaretes, y en especial de estos vagabundos, ser¨¢ levantada frente al mar Mediterr¨¢neo una nueva Riviera del Naciente, donde podr¨¢n pasar sus vacaciones y d¨ªas de ocio los m¨¢s opulentos empresarios del universo mundo, empezando por los egregios duques de Musk, de Bezos, de Orb¨¢n, de Milei, de Zuckerberg, de Putin, de Meloni, sus convidados, compinches y descendientes.
Lo propuesto por Donaldo el Magn¨ªfico es absolutamente visionario y genial, pero adolece, en mi muy modesta opini¨®n, de un innecesario gasto que, si velamos por la viabilidad financiera de ese maravilloso proyecto inmobiliario del Club Trump-a-Gaza, deber¨ªa evitarse: la expulsi¨®n, deportaci¨®n o reasentamiento de esos dos millones de espec¨ªmenes pertenecientes, lamento tener que decirlo, a una raza y una religi¨®n intr¨ªnsecamente terroristas, resultar¨ªa demasiado onerosa para las arcas del imperio. Habiendo ya arrasado sus casuchas, cultivos y edificaciones, estando ya toda la Franja reducida a escombros, lo m¨¢s adecuado ser¨ªa construir cuanto antes un gigantesco molino de carne, huesos y ladrillos en el que se pudieran mezclar los escombros de las demoliciones tan eficaz y generosamente anticipadas por el enjundioso Benjam¨ªn I, con todos los cuerpos de estos dos millones de mam¨ªferos de aspecto humano, de modo que el polvo y la carne, debidamente molidos, amalgamados y macerados, amontonados en grandes colinas composteras, constituyan (una vez las lombrices hayan hecho su paciente trabajo) el abono y la savia necesarios para los nuevos campos de golf, los jardines de ensue?o, las palmeras y robles del L¨ªbano con que se adornar¨ªa el soberbio complejo tur¨ªstico de X-a-Gaza, o como queramos llamarlo.
Mediante esta Soluci¨®n Final para un conglomerado humano que, al no haber sabido nunca encontrar un asentamiento digno y aseado sobre la tierra, lo m¨¢s conveniente es que regrese a ella como humus fertilizante, los nuevos nobles de este mundo podr¨¢n al fin, en poco tiempo, tomar el sol libres de peligros y gente despreciable (mendigos, ladronzuelos, kamikazes cong¨¦nitos) en medio de su bienestar y alborozo ocular. S¨¦ que esta propuesta podr¨ªa ofender todav¨ªa a algunos o¨ªdos que no se han acostumbrado a¨²n al nuevo Orden del Mundo, pero bastar¨¢ ver surgir la enorme belleza de los primeros campos de golf en Gaza y las primeras torres de Hoteles Trump para que se olviden de una vez y para siempre esos rid¨ªculos escr¨²pulos y prejuicios que en los tiempos antiguos llevaban el desagradable nombre de Derechos Humanos. Derechos Humanos, claro que s¨ª, pero precisamente para Humanos, no para estos oscuros hom¨²nculos de mera apariencia humana que todav¨ªa algunos se obstinan en llamar personas palestinas.
(Agradezco a don Jonathan Swift haberme permitido usar aqu¨ª algunas de las frases de su encomiable Una modesta proposici¨®n para evitar que los hijos de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o su pa¨ªs y para hacerlos ¨²tiles al p¨²blico).
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