Trump regala a la ultraderecha su sue?o hist¨®rico, que hoy muchos m¨¢s aplauden en Israel
La propuesta del presidente de EE UU de echar a los gazat¨ªes recibe el aval desde el centro pol¨ªtico hasta el euf¨®rico ultranacionalismo. Un 82% de la poblaci¨®n jud¨ªa la apoya y solo un 3% la ve ¡°inmoral¡±
Menajem Beguin, el hist¨®rico primer ministro israel¨ª al frente del mismo partido que hoy lidera Benjam¨ªn Netanyahu, el Likud, firm¨® ¡ªcontra su conciencia¡ª un arresto sin garant¨ªas para Meir Kahane, el rabino ultra que defend¨ªa expulsar a los millones de palestinos de Israel, Gaza y Cisjordania e ilegalizar las relaciones sexuales entre jud¨ªos y ¨¢rabes. ¡°Pod¨ªa haber causado un desastre, no a nuestro pueblo [jud¨ªo], sino a los ¨¢rabes. Es un hombre peligroso¡±, justificaba. Los diputados del Likud abandonaron el Parlamento cuando Kahane dio su primer discurso, en 1984, y su formaci¨®n, Kaj, acab¨® ilegalizada y designada organizaci¨®n terrorista. Incluso cuando Rehavam Zeevi, otro dirigente que defend¨ªa echar a los palestinos, entr¨® al Gobierno en 1991, el entonces primer ministro, Isaac Shamir, tambi¨¦n del Likud, dej¨® clara su oposici¨®n a lo que en hebreo se conoce como transfer (desplazar a la fuerza a los palestinos de su tierra) y que el presidente de EE UU, Donald Trump, convirti¨® este martes en propuesta formal ¡ªcon envoltorio humanitario y t¨¦rminos de promotor inmobiliario¡ª mientras Netanyahu lo miraba embelesado. El sue?o que albergaban los sectores m¨¢s marginales y racistas ha recibido este mi¨¦rcoles, tras cuarto de siglo de deshumanizaci¨®n de los palestinos y derechizaci¨®n de la sociedad israel¨ª, el aplauso de pol¨ªticos y comentaristas desde el considerado centro pol¨ªtico hasta la hoy euf¨®rica ultraderecha.
El primero en celebrar la iniciativa fue el propio Netanyahu, en la misma rueda de prensa en Washington: ¡°El tercer objetivo [de la invasi¨®n de Gaza] es asegurarnos de que nunca vuelva a representar una amenaza para Israel. El presidente Trump lo est¨¢ llevando a un nivel mucho mayor. ?l ve un futuro diferente para ese trozo de tierra que ha sido el foco de tanto terrorismo [¡] Tiene una idea diferente, y creo que vale la pena prestarle atenci¨®n. Es algo que podr¨ªa cambiar la historia¡±.
Hasta ese momento, Netanyahu no se hab¨ªa pronunciado p¨²blicamente a favor de la expulsi¨®n masiva de los gazat¨ªes, aunque el Ejecutivo lleva meses estudiando la posibilidad, seg¨²n medios locales. En enero de 2024, menos de cuatro meses despu¨¦s del ataque de Ham¨¢s que desencaden¨® los devastadores bombardeos sobre Gaza y con Joe Biden en la Casa Blanca, Netanyahu dijo en una reuni¨®n de su partido que buscaba pa¨ªses que absorbiesen gazat¨ªes, pero el ¡°problema¡± era la falta de voluntarios. Al terminar el a?o, su ultranacionalista ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, asegur¨® que Netanyahu manifestaba ya ¡°cierta apertura¡± a su propuesta, eufem¨ªsticamente llamada ¡°emigraci¨®n voluntaria¡±.
La ruptura por Trump de un tab¨² que cada vez lo era menos ha mostrado hasta qu¨¦ punto las ideas antes consideradas en Israel extremas y peligrosas se han convertido en mainstream. El think tank Instituto de Pol¨ªticas del Pueblo Jud¨ªo, con sede en Jerusal¨¦n, public¨® un sondeo sobre el asunto el martes, tras d¨ªas de Trump reiterando su posici¨®n. Un 82% de los israel¨ªes jud¨ªos apoya que los gazat¨ªes sean ¡°reubicados¡± en otros pa¨ªses. Est¨¢n divididos entre quienes lo ven ¡°pr¨¢ctico¡± (52%) o solo ¡°deseable¡±, pero poco realista (30%). Apenas un 3% lo considera ¡°inmoral¡±. Las diferencias ideol¨®gicas se centran m¨¢s en la viabilidad, ya que recibe un apoyo mayoritario en la horquilla que va del centroizquierda a la derecha.
¡°Trump ha dicho lo que cuando lo hac¨ªamos nosotros sal¨ªan con que era racismo o apartheid¡ pero al final la idea es la misma¡±, admit¨ªa Yitzhak Wasserlauf, ministro hasta el mes pasado, cuando su partido, Poder Jud¨ªo (el que lidera Ben Gvir), abandon¨® el Gobierno en protesta por el alto el fuego en Gaza. Wasserlauf jugaba en casa, entrevistado en el canal 14 de la televisi¨®n israel¨ª, el favorito de la derecha y donde hoy todo son sonrisas. Insiste en que el plan de Trump es ¡°moral y el m¨¢s humanitario que existe¡± y espera convencerle de que la recolonizaci¨®n jud¨ªa de Gaza ¡ªque el presidente ve ¡°demasiado peligrosa¡±¡ª traer¨¢ ¡°seguridad y paz¡±. El presentador pide entonces cr¨¦dito para Netanyahu por haber ¡°destrozado completamente¡± Gaza durante 15 meses, de forma que el plan cobre ahora sentido. ¡°Sin Netanyahu, no habr¨ªa sido posible¡± a?ade.
La derecha ha ido manifestando su entusiasmo durante la jornada. Ya hay hasta un juego de palabras con el nombre del presidente de EE UU y la palabra transfer: ¡°Trumpsfer¡±. ¡°Donald [Trump], presiento que este es el inicio de una hermosa amistad¡±, ha escrito Ben Gvir en ingl¨¦s, parafraseando el conocido final de la pel¨ªcula Casablanca y pidiendo a Netanyahu que prepare ¡°de inmediato¡± su aplicaci¨®n. ¡°Cuando dije una y otra vez durante la guerra que esta era la soluci¨®n para Gaza, se burlaron de m¨ª. Ahora est¨¢ claro [¡] Esta es la estrategia para ¡°el d¨ªa despu¨¦s¡±, ha se?alado. Su partido ya ha presentado una proposici¨®n de ley para incluir un paquete de ayuda econ¨®mica para animar a irse a aquellos gazat¨ªes ¡°sin antecedentes de actividad terrorista¡±.
El poderoso ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quiere ver Gaza dentro de dos a?os con la mitad de poblaci¨®n palestina (unos 2,3 millones) y asentamientos jud¨ªos. Y quita importancia a la ¡°d¨¦bil oposici¨®n¡± de Egipto y Jordania, porque Trump ya ha demostrado con Colombia (al forzarle con aranceles a aceptar inmigrantes deportados) que ¡°cuando quiere algo, sucede¡±. En el Likud, el presidente del Parlamento, Amir Ohana, habla de ¡°un nuevo amanecer¡±; para la ministra de Transportes, Miri Regev, el mundo es hoy ¡°un lugar mejor¡±.
Una pen¨ªnsula vac¨ªa
No solo en el Gobierno. Avigdor Lieberman, el exministro de Defensa y Exteriores con un Netanyahu al que ahora no puede ver ni en pintura, ha aplaudido a Trump por ¡°hallar una soluci¨®n justa en Gaza¡±. Ya la semana pasada, propuso chantajear a El Cairo hasta que acepte reubicar a los habitantes de la Franja en la des¨¦rtica pen¨ªnsula del Sina¨ª, porque ¡°est¨¢ completamente vac¨ªa¡± y solo hay ¡°contrabando de armas, drogas y personas¡±. Najal¨¢ ¡ªel movimiento colono que recientemente lanz¨® una campa?a con el lema ¡°Conquistar, expulsar, asentarse¡±¡ª ha pedido ¡°actuar con rapidez¡± para levantar asentamientos en toda Gaza. ¡°Ninguna parte de la Tierra de Israel [un concepto b¨ªblico que abarca al menos tanto Israel como Palestina] debe quedar sin asentamientos jud¨ªos. Si dejamos una zona abandonada, puede ser tomada por los enemigos¡±.
En Israel, a Benny Gantz se le sit¨²a en el centro. Es el pol¨ªtico opositor que lider¨® durante meses los sondeos de popularidad, pero se ha ido desinflando al resurgir la de Netanyahu. Su reacci¨®n: ¡°Trump demostr¨®, y no por primera vez, que es un verdadero amigo de Israel y seguir¨¢ estando a su lado en los temas importantes para apuntalar su seguridad. Present¨® un pensamiento creativo, original e interesante, que debe estudiarse junto con la consecuci¨®n de los objetivos de la guerra y priorizando el regreso de todos los rehenes¡±. Yair Lapid, l¨ªder de la oposici¨®n y anterior primer ministro, celebr¨® la ¡°buena rueda de prensa para el Estado de Israel¡±, pidi¨® ¡°estudiar los detalles para entender cu¨¢l es el plan para Gaza¡± y anunci¨® que presentar¨¢ uno ¡°complementario¡± a finales de mes, cuando visite Washington.
Entre las voces disonantes est¨¢n la ONG de derechos humanos B¡¯Tselem, que denuncia un ¡°llamamiento para la limpieza ¨¦tnica¡± y la ¡°hoja de ruta de Trump y Netanyahu para una segunda Nakba¡±. El director del diario The Times of Israel, David Horowitz, asegura que entre los ¡°muchos defectos¡± de la iniciativa de Trump est¨¢ su ausencia de moralidad. Moshe Yaalon, un exministro de Defensa con Netanyahu y fama de halc¨®n, ya critic¨® el pasado noviembre que el liderazgo estuviese ¡°arrastrando¡± a su pa¨ªs hacia la ¡°ocupaci¨®n, anexi¨®n y limpieza ¨¦tnica de Gaza¡±. ¡°Transfer, ll¨¢malo como quieras, y asentamientos jud¨ªos¡±, aclar¨®.
Ya antes de la creaci¨®n del Estado de Israel en 1948, algunos l¨ªderes sionistas barajaban la opci¨®n de expulsar a la poblaci¨®n nativa palestina del lugar en el que se iban asentando. El pa¨ªs, de hecho, naci¨® de una limpieza ¨¦tnica, la Nakba (1947-1949). Cientos de miles de palestinos huyeron o fueron expulsados ante el avance de, primero, las milicias sionistas y luego el ej¨¦rcito de Israel, pensando que no tardar¨ªan en regresar a sus hogares. Israel nunca se lo permiti¨® y aquellos refugiados suman hoy millones, con sus descendientes.
Pero el contexto es distinto al que gu¨ªa hoy los llamamientos al transfer. Los jud¨ªos carec¨ªan de Estado propio, seis millones de ellos acababan de ser exterminados en el Holocausto y los ¨¢rabes rechazaban la creaci¨®n de Israel, cuya legitimidad hoy (en un 78% de la Palestina hist¨®rica) admite casi todo el mundo ¨¢rabe-musulm¨¢n si pone fin a la ocupaci¨®n militar y permite la creaci¨®n de un Estado palestino.
Discurso
La limpieza ¨¦tnica retom¨® peso en el discurso pol¨ªtico nacional en los a?os ochenta, pero sigui¨® relativamente en los m¨¢rgenes. El partido de Kahane, que propon¨ªa como lema ¡°cada jud¨ªo, un .22¡± (por 0,22 pulgadas, el calibre de los rifles que quer¨ªa entregarles), solo logr¨® un diputado de los 120 de la Kneset (Parlamento). El de Zeevi nunca pas¨® de tres. Lieberman defender¨ªa m¨¢s tarde un ¡°intercambio de territorios¡± entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina, de forma que en el primero solo viviesen jud¨ªos y en el segundo, ¨¢rabes.
El cambio ideol¨®gico, demogr¨¢fico y educativo del pa¨ªs en el ¨²ltimo cuarto de siglo ha hecho que el n¨²mero de israel¨ªes jud¨ªos que se definen de derechas o de izquierdas haya pasado del empate al 62% y 12%, respectivamente. Las formaciones que defienden abiertamente la ¡°emigraci¨®n voluntaria¡± (Sionismo Religioso y Poder Jud¨ªo) suman hoy 14 esca?os; y el lenguaje genocida, los llamamientos a la venganza y el apoyo a los castigos colectivos se han disparado desde el ataque de Ham¨¢s del 7 de octubre de 2023, que dej¨® casi 1.200 muertos.
Es dif¨ªcil encontrar un panel en radio o televisi¨®n sin un comentarista que se?ale como gran error de Israel haber permitido la entrada de ayuda humanitaria a Gaza (ya limitada durante 15 meses, como arma de guerra). ¡°Sin comida ni agua [en Gaza], se ir¨¢n m¨¢s r¨¢pido¡±, dec¨ªa este mi¨¦rcoles uno en el canal 14. En la radio p¨²blica habla Giora Eiland, el comandante general en la reserva que presidi¨® el Consejo de Seguridad Nacional y molde¨® el cerco al norte de Gaza. La idea de Trump no es solo ¡°correcta y refrescante¡±, sino que EE UU e Israel poseen herramientas de presi¨®n para hacerla realidad y hace un favor a los palestinos, que ¡°no quieren vivir en Gaza, sino en Tel Aviv¡±, sentencia.
Una vez que Trump ha sacado el genio de la botella, algunos piensan ya en los pr¨®ximos pasos. Moshe Saada, diputado del Likud, se?al¨® este martes que ¡°si la soluci¨®n tiene ¨¦xito¡± en Gaza, debe aplicarse en Cisjordania, porque tiene ¡°la misma cantidad y el mismo problema¡± de ¡°refugiados que no quieren rehabilitarse¡±. Tambi¨¦n Ben Gvir y Smotrich. O David Elhayani, responsable de los asentamientos en el Valle del Jord¨¢n y exjefe de la organizaci¨®n que representa a los colonos: ¡°Quien se hace ilusiones de que matando a cientos o miles de terroristas se evitar¨¢ el pr¨®ximo atentado no entiende la cultura ¨¢rabe [¡] Mientras haya ¨¢rabes en el Estado de Israel [en referencia tambi¨¦n a Cisjordania], estamos en peligro¡±.
¡°Hay algunas palabras que quedan da?adas por accidentes de la historia y cuyo uso queda prohibido por la polic¨ªa de la correcci¨®n pol¨ªtica¡±, escrib¨ªa el exdiputado ultraderechista Aryeh Eldad en el diario Maariv la pasada semana, cuando Trump ya hab¨ªa lanzado su bomba dial¨¦ctica. ¡°Ahora est¨¢ bien pronunciar la palabra transfer. La soluci¨®n ha vuelto a la mesa de negociaciones¡±.
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