Naci¨®n persona
Los tiranos ya no se identifican como tales por el mero hecho de que llegaron al poder gracias a los votos
La propuesta del equipo de Trump para desalojar Gaza de sus habitantes y convertir el lugar en una especie de Marina D¡¯Or ciudad de vacaciones se corresponde con su estrategia pol¨ªtica. Sultanes del titular chocante, la mayor¨ªa de sus acciones son meras provocaciones destinadas a saciar el apetito rencoroso de sus votantes. Por debajo transcurre otra trama menos interesante en lo colectivo y m¨¢s lucrativo en lo personal. Vivimos en el ritual de tiran¨ªas encabezadas por l¨ªderes que no se identifican como tiranos por el mero hecho de que alcanzaron el poder con el voto y el apoyo de una enorme cantidad de ciudadanos. Los rusos no pod¨ªan intuir que al elegir a Vlad¨ªmir Putin, 25 a?os despu¨¦s a¨²n vivir¨ªan bajo su mando. Pedro el Grande s¨®lo estuvo en el poder 14 a?os y el zar Nicol¨¢s I roz¨® los 30 a?os de liderazgo, pero tuvo que aplastar varias revueltas democr¨¢ticas y goz¨® de la mejor generaci¨®n de escritores de su historia, un esplendor que siempre embellece a las tiran¨ªas. Tampoco los venezolanos pensaron que el chavismo ven¨ªa para quedarse y su versi¨®n madura ser¨ªa peor que la original. M¨¢s pistas ten¨ªan los chinos de que nada cambiar¨ªa en su pa¨ªs y que un Hong Kong revertido ser¨ªa un Hong Kong sometido. Donald Trump capitaliza la pol¨ªtica de su pa¨ªs desde que en 2016 accediera al poder y ocupara el Tribunal Supremo con nombramientos que a la larga han salvado su carrera pol¨ªtica y amenazan con blindarla de cualquier control imprescindible.
El mandato de Joe Biden tuvo algo de interrupci¨®n de un cl¨ªmax nacional. La autodestrucci¨®n no se puede acometer a medias, como bien saben los adictos, y el pueblo norteamericano decidi¨® darse una segunda oportunidad con la reelecci¨®n de noviembre pasado. Sorprendi¨® durante la eterna campa?a electoral, que dur¨® toda la legislatura de Biden, que voces tan escuchadas como la de Judith Butler declararan en entrevistas a este peri¨®dico que se abstendr¨ªan en las elecciones pues la pol¨ªtica de Biden y la de Trump con respecto a la guerra en Gaza carec¨ªa de diferencias. Para los que van de puros tiene mala prensa la respetable opci¨®n de votar por el mal menor, pero vaya si aquel viejo algo decr¨¦pito guardaba distancias con el magnate Trump en ese asunto. Bast¨® ver c¨®mo Netanyahu prolong¨® la falta de negociaci¨®n sobre el intercambio de rehenes por presos palestinos con la ¨²nica misi¨®n de erosionar las opciones electorales de los dem¨®cratas. Algo que recordaba poderosamente al secuestro de la embajada de Estados Unidos de Teher¨¢n y que machac¨® a Jimmy Carter frente a Ronald Reagan.
Entre las tiran¨ªas sin tiranos destaca Benjam¨ªn Netanyahu. Tras el fracaso de la seguridad nacional que supusieron los atentados de Ham¨¢s en un festival musical fronterizo, ha arrasado Gaza hasta el escombro. Pero tambi¨¦n ha destruido el prestigio internacional de Israel, cuyo Gabinete est¨¢ acusado por los tribunales internaciones de genocida, algo que confirma el alborozo con que han recibido la infame propuesta de reconstrucci¨®n de Trump para el territorio palestino. Netanyahu lleva desde 1996 pr¨¢cticamente sin apearse del consejo rector de su pa¨ªs, tejiendo alianzas y t¨¦cnicas de supervivencia personal. Su aclamaci¨®n de Trump como el presidente norteamericano m¨¢s amigo de Israel en la historia es toda una revelaci¨®n de la agenda particular de ambos. Los tiranos tienen en com¨²n que ignoran al pa¨ªs una vez que lo gobiernan. Ellos son la naci¨®n. Esa identificaci¨®n personal convierte los defectos humanos en encarnaciones de la patria. Un destrozo.
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