En la pr¨®xima pira de la cancelaci¨®n
El caso de Karla Sof¨ªa Gasc¨®n sirve para recordarnos que la realidad es compleja y a veces contradictoria

El discurso m¨¢s bonito de los Goya lo pronunci¨® C. Tangana, que se ha convertido en uno de los pocos artistas espa?oles capaces de sorprender, tanto con su obra como con sus declaraciones. Cuando recogi¨® el cabez¨®n como director de La guitarra flamenca de Yerai Cort¨¦s dijo lo siguiente: ¡°No s¨¦ vosotros, pero yo me equivoco constantemente, tengo que pedir perd¨®n constantemente (...). As¨ª que seamos comprensivos, perdonemos y dejemos que la gente se equivoque. Porque cuanto mayor es el error, m¨¢s necesitamos del perd¨®n de los dem¨¢s¡±.
A ning¨²n nacido en la evangelizadora de la mitad del orbe ¡ª¡±martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma¡±¡ª deber¨ªa resultarle ajeno que otro hablase sobre la gran aportaci¨®n del cristianismo. Pero hace tiempo que ocurri¨® lo que predijo Men¨¦ndez Pelayo, y en una sociedad que se divide cada vez m¨¢s ¡ªporque a las ¨¦lites as¨ª les conviene¡ª en los ar¨¦vacos y los vetones cuya vuelta vaticin¨®, el mensaje de c. Tangana es revolucionario.
R¨¢pidamente fue interpretado como una alusi¨®n a Karla Sof¨ªa Gasc¨®n, a quien varios compa?eros de profesi¨®n le echaron un capote. Algunos, como Juan Antonio Bayona, hablaron de linchamiento excesivo, e incluso hubo quienes, como Zahara o Jedet, se atrevieron a decir que la muerte civil de la actriz estaba en parte motivada por la transfobia, como si no se hubiera cancelado a personas cis. Como si An¨®nimo Garc¨ªa no hubiera sido condenado por una parodia o David Su¨¢rez no hubiera sido despedido de su trabajo y juzgado en un tribunal por un chiste. Como si J. K. Rowling, Woody Allen, Kevin Spacey o, en Espa?a, Carlos Vermut, nunca hubieran existido. De los ¨²ltimos y m¨¢s sonados casos de quema en plaza p¨²blica, Karla Sof¨ªa Gasc¨®n es la ¨²nica por la que unos cuantos compa?eros han salido a dar la cara; nadie en la industria defendi¨® la presunci¨®n de inocencia o excus¨® a Carlos Vermut.
Si Karla Sof¨ªa siguiera siendo Carlos, es probable que no hubiera recibido tantos capotes. Los que corren a colocar las gavillas para quemar a los infieles en nuestro pa¨ªs tardaron m¨¢s de lo habitual en prender la suya. Lo hicieron cuando ya no quedaba m¨¢s remedio seg¨²n el rol de polic¨ªa del pensamiento que ellos mismos se han asignado. Y con cuidado y medias tintas, haciendo gala de una caridad desconocida hasta entonces. A la actriz no la cancel¨® la rama estomagante de los progres ¡ªcomo ocurre habitualmente¡ª, sino las empresas del capital, que hace tiempo asumieron sus l¨®gicas, temerosas de perder dinero. Por cierto: si los comentarios contra el islam de Karla Sof¨ªa hubieran sido contra el cristianismo, a muchos de los que les parecen un esc¨¢ndalo se les habr¨ªan antojado libertad de expresi¨®n.
El caso de Karla Sof¨ªa sirve para recordarnos que la realidad es compleja y a veces contradictoria. Que sus tuits estaban feos, pero que es l¨ªcito que, como mujer trans, se sintiera amenazada por el islamismo radical, presente en nuestro pa¨ªs. Que el colectivo trans tiene grandes problemas sociales, pero pensar que las personas transg¨¦nero no pueden ser malas o est¨²pidas es rid¨ªculo y paternalista. Quiz¨¢ tambi¨¦n sea paternalista la laxitud con la que han acogido sus posiciones los que suelen prender la antorcha por mucho menos, los que tienen por m¨¢xima vital esa paradoja popperiana tan manoseada que dice que hay que ser intolerante con el intolerante. Pero bendita laxitud. Ojal¨¢ la recuerden en la pr¨®xima pira.
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