Europa reacciona

¡°Estamos en una era de rearme¡±. ¡°Vivimos en tiempos extraordinarios¡±. Estas expresiones las ha pronunciado en las ¨²ltimas semanas la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, para explicar por qu¨¦ es necesario aumentar considerablemente el presupuesto de defensa en un continente que convirti¨® este debate en anatema despu¨¦s de padecer dos contiendas mundiales y su trauma posterior, la Guerra Fr¨ªa. No le falta raz¨®n a la exministra de Defensa alemana: los ¡°tiempos extraordinarios¡± llegaron cuando, tras anexionarse Crimea sin mayor resistencia en 2014, Rusia invadi¨® Ucrania en 2022. Y solo es ahora ¡ªuna vez que Donald Trump ha roto el v¨ªnculo transatl¨¢ntico para rehabilitar a la potencia agresora¡ª cuando cunde en la UE, sus Estados miembros y su conglomerado institucional la urgencia de abordar en solitario su propia seguridad.

Bruselas dio este martes el primer paso de la integraci¨®n en uno de los cap¨ªtulos m¨¢s espinosos para la Uni¨®n. Von der Leyen despleg¨® un plan de rearme para movilizar 800.000 millones de euros, un aperitivo de lo que puede venir si los socios de la UE comparten esa sensaci¨®n de urgencia de la Comisi¨®n. Y emite un doble mensaje: ante la agitaci¨®n del trumpismo, la Europa de la defensa est¨¢ en marcha; de cara a Rusia, asegura la posici¨®n de Ucrania en una futura negociaci¨®n. La parte del le¨®n de ese paquete es una invitaci¨®n a los Estados para que gasten hasta 650.000 millones del total previsto. Bruselas plantea suspender las reglas fiscales. De esa manera, los gobiernos pueden invertir sin temor al castigo de la Comisi¨®n si superan el d¨¦ficit del 3% del PIB. Sin embargo, eso no garantiza que se alcance tal cifra: no todos los pa¨ªses tienen el mismo m¨²sculo fiscal ni comparten la misma sensaci¨®n de premura. Espa?a o Italia, por ejemplo, no tienen el margen de Alemania o Pa¨ªses Bajos, no gastan el porcentaje de PIB que pide la OTAN y est¨¢n adem¨¢s mucho m¨¢s lejos del frente.

El resto del dinero, que asciende a 150.000 millones, permitir¨¢ conceder pr¨¦stamos a los pa¨ªses respaldados por el presupuesto europeo: con deuda comunitarizada. Ah¨ª habr¨¢ casi 100.000 millones en los pr¨¦stamos no gastados de los fondos Next Generation, junto con otras partidas recicladas, como por ejemplo fondos estructurales en principio destinados a I+D+i y movilidad. El objetivo es usar ese dinero para compras conjuntas ¡ªdefensa a¨¦rea y antimisiles, sistemas de artiller¨ªa, IA y guerra electr¨®nica¡ª y apuntalar con ello grandes proyectos paneuropeos.

M¨¢s all¨¢ de los n¨²meros, el plan de la Comisi¨®n contiene elementos muy positivos. Por primera vez se plantea la emisi¨®n de bonos conjuntos para financiar gasto militar y, con ello, se sienta un precedente para futuras inversiones de otro tipo, lo que supone un mensaje pol¨ªtico de primer nivel en puertas de una cumbre europea, la de ma?ana, fundamental para cuajar una respuesta convincente. Pero sobre todo es un mensaje pol¨ªtico de primer nivel: transmite que, por fin, la UE se toma en serio su seguridad.

Falta ahora que los l¨ªderes europeos tomen el testigo para profundizar en la propuesta de la Comisi¨®n con medidas como la puesta en com¨²n de las capacidades nacionales de defensa para que todas ellas sean compatibles. La decisi¨®n anunciada por EE UU de suspender la ayuda militar a Ucrania deber¨ªa bastar como acicate para que no decaigan ni el impulso ni la voluntad pol¨ªtica que precisan estos tiempos extraordinarios. Y m¨¢s all¨¢ de la emergencia ucrania, este momento debe medir la ambici¨®n europea para liderar la defensa de un orden internacional basado en reglas reconocibles y reconocidas por todos.