Ciudades sostenibles: cultivar lo que comes
El aumento de los precios de los alimentos o el miedo a las verduras contaminadas con aguas residuales son un buen motivo para crear una granja urbana. As¨ª lo hacen en Nairobi
El espacio es oro, especialmente para los residentes de ciudades que est¨¢n limitados por este factor. Vivir en una ciudad de hormig¨®n significa que muy poco o ning¨²n espacio se dedica a la agricultura. El aumento de los precios de los alimentos o el miedo a las verduras contaminadas con aguas residuales son un buen motivo para crear una granja urbana. Viola Andesia, residente en el barrio de Tena, en la capital keniana de Nairobi, demuestra que la agricultura no est¨¢ reservada solo para las zonas rurales. ¡°Los luhyas somos famosos por nuestro amor por el ugali (una especie de gachas), para el que se necesitan verduras, y nunca las encontramos baratas y frescas. Adem¨¢s, me daba miedo comprarlas en la fruter¨ªa porque no sab¨ªa d¨®nde se hab¨ªan cultivado. Afortunadamente, nos mudamos a una casa con un pedazo de tierra en la parte de atr¨¢s¡±, comenta.
Andesia cuenta que el anterior inquilino hab¨ªa plantado pl¨¢tanos y ella prob¨® a cultivar unas alubias com¨²nmente conocidas como kunde, muy populares entre la etnia luhya. Por desgracia, se marchitaban porque los pl¨¢tanos imped¨ªan que les llegara la luz del sol. ¡°Los pl¨¢tanos atra¨ªan muchas ratas. Adem¨¢s, nuestra empleada de hogar les hab¨ªa echado una gran cantidad de agua con jab¨®n y se estaban muriendo, as¨ª que decidimos arrancarlos y plantar sukuma wiki (coles)¡±, explica Andesia.
Las coles se dieron muy bien y Andesia las ha compartido con los vecinos que, seg¨²n dice, le han ayudado mucho a la hora de labrar y plantar. ¡°Mi casero no tiene ning¨²n problema con mi huerto. En cambio, a mi vecino le pidi¨® que cortara el ma¨ªz que hab¨ªa plantado en la huerta. El trozo donde estaba el ma¨ªz estaba oscuro y tem¨ªa que atrajera a animales que atacaran a los inquilinos. Pero las verduras le parecen bien porque son peque?as y permiten que entre la luz¡±, se?ala.
Su mayor quebradero de cabeza ha sido controlar las plagas, porque es reacia a usar pesticidas. ¡°Lo de plantar nuestras propias verduras era para asegurarnos de que pod¨ªamos controlar qu¨¦ sustancias se utilizaban en nuestros alimentos. Usamos pesticidas una vez y no funcion¨®. Estamos investigando cu¨¢l es el mejor m¨¦todo org¨¢nico para acabar con las plagas¡±, remacha.
Adem¨¢s de cultivar coles, Andesia tambi¨¦n se ha propuesto criar aves, algo que no estaba en sus planes, dice. Pero una vez visit¨® el pueblo y le dieron una gallina para que se la comiera cuando volviera a la ciudad. En vez de com¨¦rsela, se la qued¨® y compr¨® un gallo. "Ahora criamos polluelos. Como familia, preferimos comer pollo kienyeji (aut¨®ctono) aut¨¦ntico y no tener que pagar una suma considerable por ¨¦l. ¡°Mi marido se niega a comer carne de pollo que no sea kienyeji. Si criamos m¨¢s polluelos, voy a empezar a venderlos¡±, a?ade.
Sus pollos se alimentan de ugali, arroz y ma¨ªz. ¡°Mis vecinos son muy amables. No he recibido ninguna queja de ellos a causa del ruido de los pollos. La agricultura da mucho trabajo¡±, asegura Andesia. Explica que ha tenido que pagar m¨¢s dinero a la empleada de hogar porque el regar las verduras y alimentar a los pollos, adem¨¢s de hacer las tareas de la casa, supone un trabajo a?adido para ella.
¡°Ahora que mi huerto empieza a funcionar, estoy pensando en probar con un espacio m¨¢s grande. Si puedo alimentar a mi familia y a algunos vecinos con este terreno tan peque?o, imagine lo que se podr¨ªa hacer en uno m¨¢s grande. Quiero cultivar verduras solo como negocio. Ahora hemos plantado especies aut¨®ctonas y, si se dan bien, ya estoy lista para la agricultura a peque?a escala¡±, declara.
ONU H¨¢bitat calcula que, de aqu¨ª a 2050, 44 millones de kenianos se habr¨¢n asentado en las zonas urbanas, es decir, el 46% de la poblaci¨®n del pa¨ªs. Con el aumento de poblaci¨®n en las ciudades, cada vez m¨¢s terrenos est¨¢n siendo engullidos por las empresas de construcci¨®n.
Andesia se?ala que hay muchas personas que se est¨¢n planteando cultivar algo en su casa, como el vecino de arriba, que se ha hecho un huerto en el balc¨®n usando sacos y contenedores. Y a?ade que ha dado tierra a varios conocidos para ayudarles en sus proyectos agr¨ªcolas.
Seg¨²n Andesia, que es maestra, muchos j¨®venes piensan que la agricultura es para las personas que fracasan en la vida. Prefieren los trabajos de oficina. ¡°No podemos escapar de la agricultura. Pienso que debemos ense?ar a los j¨®venes el papel tan esencial que desempe?a la agricultura en una sociedad y que se pueden obtener buenos ingresos con ella. A mi hija le encantan los huevos y puede presenciar la puesta de las gallinas. Sabe de d¨®nde vienen las verduras. Cuando crezca, recordar¨¢ d¨®nde sol¨ªa conseguir comida su madre y tal vez se plantee dedicarse a la agricultura como negocio¡±, explica.
Debemos ense?ar a los j¨®venes el papel tan esencial que desempe?a la agricultura en una sociedadViola Andesia
Gerald Kimiya es propietario de un negocio y cultiva vegetales en el balc¨®n de su apartamento, tambi¨¦n en el barrio de Tena. "Es un pasatiempo. Y tambi¨¦n me ahorra mucho dinero en la compra de verduras para la familia. ¡°Llevo en Nairobi desde 2003. Ten¨ªa mucho inter¨¦s en cultivar algunas plantas, especialmente fresas. Estas sol¨ªan intrigarme, porque nunca hab¨ªa visto la planta y tampoco c¨®mo crecen¡±, cuenta Kimiya.
De modo que, en 2019, se decidi¨® finalmente a iniciar su proyecto en el balc¨®n. Armado con una cama de segunda mano de un amigo, clavos y un canal¨®n, Kimiya construy¨® una estructura para poder comenzar. Tambi¨¦n compr¨® tierra con esti¨¦rcol a los floricultores.
¡°El cultivo de fresas fue mi primer proyecto agr¨ªcola. Hice algunas investigaciones e import¨¦ semillas de China. Cuando crecieron, no se parec¨ªan mucho a las plantas de fresa que hab¨ªa visto al investigar, y despu¨¦s de echar las flores, se secaron. As¨ª que pens¨¦ que a lo mejor las semillas solo funcionaban en el clima chino, que es donde se prueban¡±, se lamentaba.
Semillas chinas en Kenia
Kimiya pidi¨® las semillas de China porque ten¨ªa buena experiencia comprando art¨ªculos para el hogar all¨ª. En sus b¨²squedas en Internet hab¨ªa visto anuncios de semillas asequibles. Pidi¨® semillas de mango, fresa y girasol. ¡°Aunque las fresas se dieron mal, los girasoles crecieron muy bien. A¨²n no he probado las semillas de mango. Pregunt¨¦ a un amigo, que es ingeniero agr¨®nomo, por qu¨¦ a las fresas no les fue bien. Me dijo que el clima y el suelo de China son diferentes a los de Kenia. As¨ª que decid¨ª obtener las semillas en proveedores locales¡±, a?ade.
Despu¨¦s de arrancar todas las plantas, Kimiya fue a la feria anual de la Sociedad Agr¨ªcola de Kenia para obtener m¨¢s informaci¨®n sobre el cultivo de vegetales. Tambi¨¦n compr¨® semillas de espinacas y luego las plant¨®. ¡°Las comimos durante meses. Cuando agotamos la cosecha, plant¨¦ las plantas de fresa locales que hab¨ªa comprado¡±, cuenta.
Kimiya se enfrentaba al problema de regar cuando viajaba por negocios durante d¨ªas, pues sus cultivos se marchitaban por falta de agua. ¡°Mi familia no se ocupaba mucho de ellas¡±, dice. De modo que import¨® una peque?a bomba de agua de China, que tiene un temporizador para regar en determinados momentos del d¨ªa durante tres minutos. ¡°Funciona como un riego por goteo. No he estado usando la bomba de manera muy eficiente. La enciendo manualmente por culpa de los constantes cortes de luz y tengo que arrancarla una y otra vez¡±, explica.
A Kimiya no le preocupa que el suministro de agua sea poco fiable, porque con un bid¨®n de cinco litros al d¨ªa tiene suficiente para su jard¨ªn. Riega las plantas por la noche porque as¨ª las plantas absorben la mayor parte del agua y se pierde el m¨ªnimo por la evaporaci¨®n cuando les da el sol. ¡°Las fresas van muy bien. Mis hijos las comen todos los d¨ªas. Tienen mucha vitamina C¡±, se?ala.
La peor plaga para este vecino son los p¨¢jaros. Por lo que ha podido averiguar, las fresas atraen a las aves y los agricultores emplean redes para mantenerlas alejadas. Pero todav¨ªa no ha puesto las redes. ¡°Mis hijos tambi¨¦n destruyen las fresas arranc¨¢ndolas antes de que maduren. Ahora he puesto una puertecita para mantenerlos alejados. A mi casero no le importa que use el balc¨®n como jard¨ªn¡±, asegura.
Kimiya cuenta que con las coles que plant¨® tuvo que hacer frente al problema persistente de las plagas. Us¨® pesticidas, pero el problema persist¨ªa. Prob¨® con ceniza, un remedio org¨¢nico, pero no cambi¨® nada. ¡°Todo lo que planto en mi jard¨ªn es para consumo familiar. No quer¨ªa que mi familia se alimentara de productos qu¨ªmicos, as¨ª que arranqu¨¦ todas las coles¡±, explica. Ahora ha sembrado fresas, espinacas, hierbas, menta, romero y cebollas en su huerto.
Este productor cree que la agricultura en Kenia es inadecuada y no puede sostener a la poblaci¨®n. ¡°Importamos una gran cantidad de alimentos como cebollas, huevos y tomates de Uganda y Tanzania. Tenemos buen tiempo y terrenos sin cultivar para sembrar lo suficiente para alimentar al pa¨ªs. Tengo intenci¨®n de hacer uso de los terrenos rurales inactivos en el futuro¡±, asegura.
Su idea es cultivar fresas a gran escala. Sin embargo, este tipo de plantaci¨®n requiere un seguimiento muy estrecho, as¨ª que piensa que hacerlo mientras est¨¢ en Nairobi ser¨ªa una locura. ¡°Mi negocio es bastante joven. Necesito asegurarme de que es estable antes de poder delegar en otra persona¡±, se?ala. Seg¨²n opina, la agricultura es la columna vertebral de todos los pa¨ªses porque todo el mundo depende de los alimentos para sobrevivir. As¨ª que todav¨ªa tiene la intenci¨®n de seguir adelante con su plan.
¡°Si se hace bien, la agricultura puede ofrecer empleo a mucha gente¡±, opina Rosalia Njeri, del barrio de Thome, en Nairobi. Ha plantado verduras aut¨®ctonas, coles y ma¨ªz en su peque?o huerto. ¡°As¨ª no tengo que gastarme 600 chelines kenianos (unos cinco euros) cada semana en comprar verduras para mi familia de cinco. Pero todav¨ªa compro algunas cosas en la fruter¨ªa, como cebollas y tomates¡±, a?ade.
Como la casa es de su propiedad, Njeri no tiene que preocuparse de que el casero ponga fin a sus proyectos agr¨ªcolas. Utiliza esti¨¦rcol de cabra para abonar sus cultivos, y asegura que las plagas han sido su principal problema. ¡°Compro pesticidas para controlarlas, pero los utilizo lo menos que puedo porque no quiero que mis verduras contengan productos qu¨ªmicos¡±?, remacha.
Cuenta que, si consigue un gran pedazo de tierra, est¨¢ dispuesta a plantar trigo o ma¨ªz a gran escala. ¡°Pero primero necesito encontrar un mercado para mis productos, pues no quiero estar a merced de los intermediarios. Creo que el futuro de la agricultura en Kenia es prometedor, a medida que m¨¢s y m¨¢s personas aceptan la idea¡±, concluye.
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