No debemos dejar atr¨¢s a las monta?as y a sus habitantes
En todo el mundo, los pa¨ªses trabajan duro para cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible convenida internacionalmente con miras a poner fin a la pobreza y el hambre. Abordar el cambio clim¨¢tico es una pieza clave del rompecabezas
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Las monta?as albergan a un n¨²mero creciente de personas que se encuentran entre las m¨¢s hambrientas del mundo. Un nuevo estudio de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura y sus asociados muestra que el n¨²mero de habitantes de las monta?as que son vulnerables a la inseguridad alimentaria en los pa¨ªses en desarrollo aument¨® de 243 millones a casi 350 millones de personas entre 2000 y 2017.
En t¨¦rminos sencillos, uno de cada dos habitantes de las monta?as en los pa¨ªses en desarrollo se encontraba en riesgo de no disponer de una cantidad suficiente de los alimentos necesarios para llevar una vida sana incluso antes del estallido de la pandemia. Estas cifras son inaceptables.
En todo el mundo, los pa¨ªses trabajan duro para cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible convenida internacionalmente con miras a poner fin a la pobreza y el hambre, sin dejar a nadie atr¨¢s. Pero los habitantes de las monta?as corren el riesgo de quedarse atr¨¢s. En vez de que mejoren sus condiciones, una gran parte de la poblaci¨®n rural de monta?a se ve afectada por el deterioro de los entornos alpinos, la permanente marginaci¨®n y la falta de acceso a los alimentos, los mercados, los servicios b¨¢sicos y la infraestructura.
Por tanto, ?qu¨¦ es lo que dificulta tanto la mejora de las condiciones de vida en estas regiones?
Los ecosistemas donde viven estas poblaciones son fr¨¢giles. La degradaci¨®n ambiental afecta a sus habitantes de manera desproporcionada. Sus elecciones y sus oportunidades de obtener alimentos nutritivos y dietas equilibradas son limitadas. Esto tambi¨¦n reduce su capacidad para hacer frente a la escasez de comida. El cambio clim¨¢tico, al provocar la degradaci¨®n de los ecosistemas monta?osos y aumentar la presencia de peligros naturales como los corrimientos de tierras y las sequ¨ªas, que pueden ser nefastos para las comunidades alpinas, desempe?a una funci¨®n destacada. En los pa¨ªses en desarrollo, aproximadamente el 80 % de la poblaci¨®n rural vive en zonas altas afectadas por tales peligros.
En las zonas de monta?a, el sobrepastoreo, las pr¨¢cticas agr¨ªcolas insostenibles y la urbanizaci¨®n tambi¨¦n pueden dar lugar a la degradaci¨®n de la tierra, lo que conlleva la p¨¦rdida de terrenos agr¨ªcolas y reduce la capacidad productiva.
La crisis de la covid-19 ha contribuido a la urgencia de esta situaci¨®n. Las restricciones adoptadas en respuesta a la pandemia han intensificado las vulnerabilidades existentes de estas comunidades, cuyos medios de vida dependen principalmente de la agricultura, el turismo y las remesas de fondos de los migrantes. Seamos absolutamente claros: el deterioro de los entornos monta?osos es un problema enorme para todos nosotros.
Las monta?as proporcionan entre el 60 % y el 80 % del agua dulce del mundo, esencial para el consumo dom¨¦stico, el riego, la industria y la producci¨®n de alimentos y energ¨ªa. Son ricas en flora y fauna y albergan alrededor de la mitad de las zonas de mayor biodiversidad del mundo. Muchos de nuestros cultivos alimentarios y nuestro ganado son originarios de las monta?as, incluidas las papas, los tomates, las llamas y los yaks. Todos nosotros dependemos de la diversidad biol¨®gica y los servicios ecosist¨¦micos respaldados por las monta?as, que nos ayudan a mantenernos sanos y pr¨®speros. Entonces, ?qu¨¦ debemos hacer para revertir las espeluznantes estad¨ªsticas sobre las poblaciones de monta?a y promover la restauraci¨®n de su entorno?
Abordar el cambio clim¨¢tico es una pieza clave del rompecabezas. La transformaci¨®n de los sistemas alimentarios mediante el fomento de la agricultura y los medios de vida sostenibles, con el apoyo de las pol¨ªticas, la innovaci¨®n, la investigaci¨®n y la participaci¨®n de la comunidad, tambi¨¦n es vital.
A medida que entramos en el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauraci¨®n de los Ecosistemas, la comunidad mundial deber¨ªa centrarse en las monta?as como uno de los principales ecosistemas que requieren atenci¨®n. La mejora de la resiliencia de estos ecosistemas mediante la prevenci¨®n de la erosi¨®n del suelo y el mantenimiento de las praderas y los bosques puede ayudar a mantener la biodiversidad. Asimismo, protege a las poblaciones que viven en las zonas aguas abajo contra las inundaciones repentinas y los corrimientos de tierras. Al mismo tiempo, los paisajes restaurados garantizan la productividad del agua y del suelo, que es fundamental para la alimentaci¨®n y la agricultura. Otra v¨ªa de mejora es que los habitantes de las zonas monta?osas rurales encuentren formas de obtener ingresos de su rica biodiversidad aplicando al mismo tiempo enfoques sostenibles.
La Alianza para las Monta?as, una colaboraci¨®n de las Naciones Unidas, trabaja en la mejora de los medios de vida y la gesti¨®n de los recursos naturales en las comunidades que habitan en ellas. Con el apoyo de los Gobiernos de Andorra, Italia y Suiza, su iniciativa sobre los productos de la Alianza para las Monta?as, promueve los que proceden de peque?os fabricantes en las zonas monta?osas y preservan la agrobiodiversidad local y las t¨¦cnicas tradicionales.
Entre estos productos se incluyen el t¨¦ de manzanilla y el arroz rosado de la India, la miel clara de Kirguist¨¢n y las mermeladas del Per¨². La iniciativa ya ha prestado apoyo a m¨¢s de 10.000 agricultores ¡ªde los cuales 6.000 son mujeres¡ª en ocho pa¨ªses y ha tenido como resultado aumentos de la producci¨®n de hasta el 40% e incrementos de las ventas de hasta el 49%.
Dando un paso m¨¢s en este concepto, la FAO est¨¢ lanzando la iniciativa para convertir a 1.000 localidades en aldeas digitales, que se centra en aumentar la resiliencia, diversificar los ingresos y reconstruir mejor en las zonas rurales a trav¨¦s de las tecnolog¨ªas digitales, incluido el comercio electr¨®nico, y de la promoci¨®n innovadora del turismo rural. La publicidad de estas aldeas digitales, su producci¨®n agr¨ªcola, los sistemas agroalimentarios sostenibles y los elementos culturales, as¨ª como el agroturismo, se realizar¨¢ por medio de diversas plataformas digitales.
Las zonas monta?osas deben formar parte de la transformaci¨®n digital rural impulsada por la urgencia de reducir la brecha digital entre el medio rural y el urbano y las disparidades regionales, acelerar la creaci¨®n de puestos de trabajo, diversificar la econom¨ªa rural, promover el agroturismo y mejorar los ingresos y los medios de vida de los agricultores.
La biodiversidad de las monta?as es el tema del D¨ªa Internacional de las Monta?as de este a?o, que se celebra el 11 de diciembre. Este d¨ªa deber¨ªa recordarnos que los gobiernos, las organizaciones y las comunidades pueden y deben hacer mucho m¨¢s para ayudar a sus habitantes a proteger los recursos naturales, mejorar sus medios de vida y mantener sanos los entornos monta?osos.
Cuando decimos que no dejaremos a nadie atr¨¢s, que sea en serio.
QU Dongyu es Director General de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO).
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