En Am¨¦rica Latina y el Caribe, la pandemia aumenta el riesgo de malnutrici¨®n
Las cuatro organizaciones internacionales firmantes piden acci¨®n efectiva y r¨¢pida por parte de gobiernos, grupos de la sociedad civil y de la comunidad de donantes para proteger y priorizar la alimentaci¨®n saludable para todas las personas
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¡°Esta pandemia nos va a matar de hambre¡±, dice Mar¨ªa, madre de dos ni?as de seis y cuatro a?os, quien al igual que su esposo se qued¨® sin trabajo debido a la covid-19. Alimentar a la familia es una lucha constante y la desnutrici¨®n una amenaza latente: ¡°Un d¨ªa tenemos qu¨¦ comer, otros no¡±. No es un caso aislado, es uno m¨¢s de los que ocurren en Am¨¦rica Latina y el Caribe.
Esta regi¨®n contin¨²a siendo fuertemente afectada por la pandemia, con m¨¢s de 19 millones de casos reportados. Las medidas urgentes y necesarias que han tomado los gobiernos han generado una crisis socioecon¨®mica que afecta mayoritariamente a las comunidades m¨¢s vulnerables. Al mismo tiempo, el acceso a servicios de salud y nutrici¨®n para prevenir y tratar todas las formas de malnutrici¨®n se ve afectado por las pol¨ªticas de aislamiento y el miedo de las familias a contagiarse con la covid-19.
Las perspectivas econ¨®micas para la regi¨®n no son alentadoras. La Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (CEPAL) ha calculado una contracci¨®n del 7,7% del producto interno bruto (PIB) regional para 2020, que tendr¨¢ un efecto sobre los ingresos de los hogares y muy probablemente se ver¨¢ reflejado en aumentos de pobreza para la poblaci¨®n general, pero sobre todo para familias con ni?os, quienes antes de la pandemia mostraban niveles de pobreza mucho mayores que para otros grupos de la poblaci¨®n.
Am¨¦rica Latina podr¨ªa ser golpeada por una emergencia alimentaria y nutricional sin precedentes. En las ¨²ltimas d¨¦cadas, la regi¨®n ha logrado avances significativos en t¨¦rminos de disminuci¨®n de la desnutrici¨®n; a causa de la pandemia hay un riesgo de retroceder. Asimismo, antes de la covid-19, el incremento de las tasas nacionales de sobrepeso y obesidad ya eran motivo de preocupaci¨®n. El 60% de las mujeres y el 58,8% de los hombres de la regi¨®n tienen sobrepeso, mientras que el 7,5% de ni?os menores de cinco a?os tiene sobrepeso u obesidad, lo cual incrementa el riesgo de enfermedades cr¨®nicas no transmisibles, as¨ª como las posibilidades de un mayor impacto severo de la pandemia. Esta crisis tambi¨¦n amenaza con afectar el acceso f¨ªsico y econ¨®mico a alimentos saludables, generando un mayor consumo de productos ultraprocesados.
Se teme que los ni?os menores de cinco a?os, as¨ª como las ni?as y mujeres embarazadas y lactantes sean los m¨¢s afectados nutricionalmente. La lactancia materna, que brinda a los ni?os el mejor comienzo en la vida, se ve amenazada por la falta de apoyo a las madres, por el poco conocimiento sobre la manera segura de practicar la lactancia materna en el contexto de la covid-19 y por la indebida promoci¨®n y distribuci¨®n de sustitutos de la leche materna que se agudiza durante las emergencias. En este contexto, enfatizamos la necesidad de que se cumplan los lineamientos del C¨®digo Internacional de Comercializaci¨®n de Suced¨¢neos de la Leche Materna.
M¨¢s de 141 millones de ni?os y adolescentes estuvieron temporalmente fuera de la escuela y millones contin¨²an fuera de ella mientras ¨¦stas reinician clases paulatinamente. Para muchos, la alimentaci¨®n escolar es la ¨²nica comida que tienen al d¨ªa. El cierre de los centros educativos redujo ese apoyo necesario para las familias m¨¢s vulnerables y aument¨® la carga de trabajo para las ni?as y las mujeres.
Se teme que los ni?os menores de cinco a?os, as¨ª como las ni?as y mujeres embarazadas y lactantes sean los m¨¢s afectados nutricionalmente
Muchos pa¨ªses de la regi¨®n han iniciado programas de asistencia social a gran escala para mitigar los efectos ya profundos de la crisis, principalmente en forma de transferencias de efectivo de emergencia, cupones o canastas de alimentos. Si bien abordan las necesidades inmediatas, a menudo estos programas no est¨¢n dise?ados para afrontar una crisis alimentaria prolongada.
Reiteramos el llamado a la acci¨®n de nuestros directores globales a gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad de donantes para proteger y priorizar la alimentaci¨®n saludable y el estado nutricional adecuado de todas las personas.
Con ¨¦nfasis en mujeres embarazadas, lactantes y ni?os menores de cinco a?os, los gobiernos de la regi¨®n deben garantizar la disponibilidad y el acceso a alimentos saludables y promover su producci¨®n sostenible, adem¨¢s de asegurar la continuidad de los servicios esenciales de nutrici¨®n y primera infancia. Asimismo, restringir la promoci¨®n y publicidad de alimentos no saludables. Es necesario invertir en sistemas y programas de protecci¨®n social que sean sensibles al g¨¦nero, la edad y el estado nutricional, con especial atenci¨®n en los grupos vulnerables.
Se requiere igualmente reestructurar los servicios de nutrici¨®n y salud escolar, incluida la alimentaci¨®n en los colegios para proporcionar comidas saludables, as¨ª como integrar dietas sanas en el entorno educativo, incluyendo la formaci¨®n nutricional. Finalmente, los gobiernos deben asegurarse de invertir en sistemas de vigilancia y monitoreo del estado nutricional, contar con alertas tempranas e informaci¨®n suficiente para la toma de decisiones oportunas y basadas en evidencia.
Afortunadamente para Mar¨ªa, la ayuda alimentaria lleg¨® para ella y su familia en forma de transferencias en efectivo gestionadas por la cooperaci¨®n internacional y el programa de protecci¨®n social estatal, que le permitieron acceder a una alimentaci¨®n adecuada. ?Pero, cu¨¢ntas familias en Am¨¦rica Latina y el Caribe no tendr¨¢n la misma posibilidad? Para garantizar que la actual crisis econ¨®mica y de salud no se convierta en una crisis alimentaria y nutricional, y para mejorar la capacidad de enfrentar otras crisis a futuro, es urgente apoyarles y establecer pol¨ªticas y sistemas alimentarios que les garanticen de manera permanente el derecho a una alimentaci¨®n adecuada.
Adoniram Sanches es coordinador subregional de la FAO para Mesoam¨¦rica; Jarbas Barbosa da Silva es subdirector OPS/OMS; Jean Gough es directora regional de Unicef para Am¨¦rica Latina y el Caribe; Miguel Barreto es director regional del Programa Mundial de Alimentos para Am¨¦rica Latina y el Caribe.
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