El impulso para digitalizar bien a Am¨¦rica Latina
Se necesita incrementar notablemente la inversi¨®n y cerrar las brechas no solo en tecnolog¨ªa, sino tambi¨¦n en educaci¨®n, y avanzar hacia una regulaci¨®n inteligente de la econom¨ªa digital
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Am¨¦rica Latina es una regi¨®n aun joven, eminentemente urbana y apasionada por la tecnolog¨ªa. Ello augura unas perspectivas favorables sobre el potencial de la digitalizaci¨®n en la regi¨®n para afrontar los conocidos retos de baja productividad, alta desigualdad y vulnerabilidad, acompa?ados de una d¨¦bil confianza en las instituciones. Estos 12 meses de lucha contra la pandemia han confirmado, adem¨¢s, que la infraestructura de telecomunicaciones en Latinoam¨¦rica ha funcionado ¨Dsoportando aumentos del tr¨¢fico de Internet de hasta el 40%, sostenidos desde el inicio del confinamiento¨D, y que la oferta de plataformas digitales permiti¨®, a aquellos conectados, trabajar, estudiar, comunicarse y realizar operaciones financieras, entre otras muchas actividades.
En general, los gobiernos y reguladores de la regi¨®n acompa?aron este proceso implementando una gran variedad de innovaciones en materia de pol¨ªtica digital en colaboraci¨®n con el sector privado. Esto permiti¨® ciertos avances o, por lo menos, el mantenimiento de la conectividad, en especial para poblaciones de ingreso medio-bajo. La regi¨®n, sin embargo, tambi¨¦n ha visto en la digitalizaci¨®n una dimensi¨®n m¨¢s de la desigualdad y la exclusi¨®n. Am¨¦rica Latina tiene en la digitalizaci¨®n un motor de crecimiento y de inclusi¨®n, pero ello requiere que se active adecuadamente.
Am¨¦rica Latina ha enfrentado la pandemia con una serie de condiciones preexistentes, cuya resoluci¨®n es urgente. La alta desigualdad, la creciente polarizaci¨®n, la debilidad fiscal y la baja confianza en las instituciones son algunos de los desaf¨ªos sist¨¦micos que al interactuar con la covid-19 han resultado en profundos impactos en la regi¨®n. Las desigualdades existentes han hecho que el impacto de la crisis sea muy heterog¨¦neo, siendo los grupos marginados y vulnerables los m¨¢s fuertemente afectados.
Las brechas en conexi¨®n digital son una de las desigualdades que ya se manifestaban en la regi¨®n pre pandemia, pero que han tomado mayor importancia como consecuencia de la misma. Los usuarios de internet en la regi¨®n se distribuyen de manera desigual en t¨¦rminos socioecon¨®micos, culturales y geogr¨¢ficos. Como muestra el ¨²ltimo Latin American Economic Outlook, en Am¨¦rica Latina, tres de cada 10 personas no tiene acceso a internet. Mientras que el 81% de los hogares m¨¢s ricos est¨¢ conectado, solo el 38% de aquellos m¨¢s pobres tiene conectividad. En zonas urbanas, un 67% de los hogares tiene conexi¨®n, pero en zonas rurales este n¨²mero cae al 23%. Una de cada cuatro escuelas de la regi¨®n carece de acceso a la red y aquellos estudiantes de hogares m¨¢s pobres tienen seis veces menos probabilidades de tener internet en casa.
Mientras que 81% de los hogares m¨¢s ricos est¨¢ conectado, solo 38% de aquellos m¨¢s pobres tiene conectividad
Mientras que la conectividad ofrece oportunidades para enfrentar la crisis, al estar obligados a permanecer en casa a ra¨ªz de las pol¨ªticas de contenci¨®n implementadas por los gobiernos de la regi¨®n, las desigualdades en conexi¨®n digital se convierten en un mecanismo para exacerbar desigualdades existentes. En Am¨¦rica Latina y el Caribe la proporci¨®n promedio de trabajos que se pueden realizar desde casa es del 20%, inferior a la de otras econom¨ªas de similar ingreso. Esta var¨ªa entre el 14% de Honduras y el 27% de Uruguay. Esta proporci¨®n es del 41% en Estados Unidos. La mayor¨ªa de los pa¨ªses con un PIB per c¨¢pita superior a 30.000 d¨®lares tienen una proporci¨®n de teletrabajos superior al 30%.
Ante el cierre de escuelas, la mayor¨ªa de los pa¨ªses en la regi¨®n ha puesto en marcha, en colaboraci¨®n con el sector privado, estrategias de conectividad y educaci¨®n a distancia. La implementaci¨®n de las mismas depende fuertemente del acceso que tengan los ni?os, as¨ª como los adolescentes a alg¨²n dispositivo electr¨®nico y a conectividad en sus hogares. Hoy, el 42% de los menores de 15 a?os en nuestra regi¨®n no tienen acceso a Internet.
La digitalizaci¨®n incluyente es una precondici¨®n necesaria para reducir las desigualdades en Am¨¦rica Latina. Digitalizaci¨®n sin inclusi¨®n y sin eficaz regulaci¨®n llevar¨¢ a mayor desigualdad y mayor explotaci¨®n del poder de mercado por parte de las compa?¨ªas proveedoras. A pesar de los avances en digitalizaci¨®n en Am¨¦rica Latina, esta no ha sido para todos o al ritmo necesario. El Informe de Desarrollo Humano del 2019 encuentra que en los pa¨ªses con desarrollo humano muy alto las suscripciones a servicios de banda ancha fija est¨¢n creciendo a un ritmo 15 veces m¨¢s r¨¢pido que en los pa¨ªses con desarrollo humano bajo. Las velocidades de conexi¨®n en Am¨¦rica Latina son de un tercio o un cuarto de aquellas en pa¨ªses de mayor ingreso.
Existe un consenso generalizado desde hace a?os sobre la agenda, m¨¢s inversi¨®n y mejor regulaci¨®n (v¨¦ase por el Informe de Desarrollo Mundial de 2016). Se necesita incrementar notablemente la inversi¨®n y cerrar las brechas no solo en tecnolog¨ªa, sino tambi¨¦n en educaci¨®n, y acompa?ar este choque con avances hacia una regulaci¨®n inteligente de la econom¨ªa digital. Seg¨²n el Centro de Estudios de Telecomunicaciones de Am¨¦rica Latina, la regi¨®n debe invertir 161 mil millones de d¨®lares entre 2019 y 2025 para lograr los niveles de conectividad de econom¨ªas de ingreso alto. Esto supone 61 mil millones de d¨®lares por encima de las tendencias de gasto actuales. Adem¨¢s, es imperativo repensar las habilidades y capacitaci¨®n necesarias para preparar a las personas para los trabajos del futuro. Seg¨²n una encuesta de ManpowerGroup, m¨¢s de cuatro de cada 10 empresas en la regi¨®n dice tener dificultad en encontrar trabajadores con las capacidades necesarias.
Esta agenda de digitalizaci¨®n inclusiva de Am¨¦rica Latina es urgente y ambiciosa, y solo la colaboraci¨®n p¨²blico-privada la har¨¢ factible
Una transformaci¨®n digital exitosa tambi¨¦n requiere repensar las regulaciones e instituciones existentes. Es necesario promover la competencia eliminando barreras de entrada y de inversi¨®n. Adem¨¢s, es importante tomar los pases necesarios para que las plataformas digitales sean m¨¢s responsables y transparentes en las decisiones que controlan. Aspiramos a una regi¨®n donde todas las compa?¨ªas digitales puedan tener ¨¦xito, no solo unas cuantas.
Esta agenda de digitalizaci¨®n inclusiva de Am¨¦rica Latina es urgente y ambiciosa, y solo la colaboraci¨®n p¨²blico-privada la har¨¢ factible. M¨¢s all¨¢ de la incertidumbre sobre c¨®mo ser¨¢ y cu¨¢ndo llegar¨¢ la era poscovid, sin lugar a dudas las econom¨ªas y las sociedades ser¨¢n m¨¢s digitales. La movilizaci¨®n de inversiones que se precisa luce inabordable solo empleando los recursos que empresas o gobiernos de la regi¨®n tienen a su disposici¨®n en estos momentos de apenas inicio de la recuperaci¨®n econ¨®mica.
Pero m¨¢s all¨¢ de la colaboraci¨®n financiera, la cooperaci¨®n p¨²blico-privada es necesaria para compartir buenas pr¨¢cticas en materia de regulaci¨®n, construir y escalar programas de mejora de las competencias y habilidades, y lograr que la digitalizaci¨®n tenga un impacto positivo en la vida de todos, no solo la de algunos. Es en este esp¨ªritu en el que AT&T se uni¨® al United Nations Global Compact, y con el que colabora en todas las regiones donde tiene presencia, con especial menci¨®n a Am¨¦rica Latina. El PNUD por su lado est¨¢ priorizando el apoyo a la digitalizaci¨®n inclusiva en los pa¨ªses de la regi¨®n, trabajando muy de cerca con gobiernos y el sector privado. Si no lo hacemos hoy, ser¨¢ demasiado tarde.
Luis F. L¨®pez-Calva es administrador asistente y director regional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para Am¨¦rica Latina y el Caribe. ?ngel Melguizo es vicepresidente de Asuntos Externos y Regulatorios de AT&T/DIRECT TV Latinoam¨¦rica.
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