La esquiva clase media latinoamericana
Enfrentarse a los retos econ¨®micos y sociales de la pandemia implicar¨¢ estrategias de enorme envergadura: reformas fiscales estructurales, medidas para paliar las p¨¦rdidas educativas, aumento en la generosidad de las transferencias antipobreza...
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Los Nobel en econom¨ªa Esther Duflo y Abhijit Banerjee se hicieron en el 2008 la siguiente pregunta: ?qu¨¦ caracteriza a los hogares de clase media en los pa¨ªses en desarrollo? Para responderla analizaron encuestas de hogares en 13 pa¨ªses de ingresos bajos y medios en Asia, ?frica y Am¨¦rica Latina. Exploraron patrones de consumo en alimentaci¨®n, educaci¨®n, salud y entretenimiento; caracter¨ªsticas de la ocupaci¨®n y el empleo; actividades de emprendimiento y acceso a cr¨¦dito; migraci¨®n y fertilidad, entre otras muchas variables. Su conclusi¨®n, que cito y traduzco aqu¨ª, es: ¡°Nada parece m¨¢s clase media que el hecho de tener un trabajo estable y bien remunerado (¡) La raz¨®n por la que esto importa ¨Dy, de hecho, por la que importa mucho¨D es que nos lleva a la idea de un buen empleo. Un buen empleo es un trabajo estable, bien remunerado, que le d¨¦ a uno el espacio mental para hacer todas esas cosas que la clase media hace bien (¡) Quiz¨¢ esa sensaci¨®n de control sobre el futuro que uno deriva al saber que habr¨¢ un ingreso cada mes, y no simplemente un ingreso, es lo que permite a la clase media enfocarse en construir sus propias carreras y las de sus hijos.¡±
Una d¨¦cada despu¨¦s de publicado este estudio, el panorama en Am¨¦rica Latina en este frente era agridulce. De un lado, hab¨ªa una muy buena raz¨®n para celebrar: tras a?os de ca¨ªda sostenida, los niveles de pobreza monetaria se hab¨ªan reducido sustancialmente. Entre 2002 y 2018, el porcentaje de personas en Am¨¦rica Latina con ingresos inferiores a la l¨ªnea la pobreza (cinco d¨®lares diarios seg¨²n el est¨¢ndar para la regi¨®n) cay¨® de 42,3% a 23,1%. Fue una ca¨ªda generalizada, si bien algunos pa¨ªses ¨DBolivia, Ecuador, Paraguay¨D fueron m¨¢s exitosos que otros como El Salvador, Honduras y Rep¨²blica Dominicana.
En 2019 solo 4 de cada 10 latinoamericanos de ingresos medios se encontraban suficientemente lejos de la l¨ªnea de pobreza
Pero, de otro lado, hab¨ªa tambi¨¦n causas de preocupaci¨®n. En 2019 solo 4 de cada 10 latinoamericanos de ingresos medios se encontraban suficientemente lejos de la l¨ªnea de pobreza; el resto carec¨ªa de un amortiguador para que, en caso de una recesi¨®n profunda, no retrocedieran a la pobreza. Y, esta vulnerabilidad estaba asociada a la calidad del empleo. Al contrario del ideal de Duflo y Banerjee, en Am¨¦rica Latina muy pocos trabajadores de ingresos medios (tercer quintil de ingresos) han tenido estabilidad laboral. En 2018, por ejemplo, menos de un tercio de los trabajadores de ingresos medios en Bolivia y Colombia ten¨ªan contratos permanentes y m¨¢s del 40% eran trabajadores por cuenta propia. Y dado que, por razones hist¨®ricas, en Am¨¦rica Latina el acceso a la seguridad social ha estado vinculado al empleo asalariado formal, buena parte de los trabajadores de clase media han estado expuestos a riesgos de p¨¦rdida de ingresos por enfermedad y desempleo y sin acceso a una pensi¨®n que les proteja en la vejez. As¨ª, por ejemplo, en Chile en 2017 el 30% de los trabajadores de ingresos medios no cotizaba a la seguridad social. En Argentina esta cifra aumentaba a 46% y en Per¨², Bolivia y Guatemala, superaba el 80%.
Y es en este contexto en el que lleg¨® la pandemia a Am¨¦rica Latina; una regi¨®n que, pese a representar solo el 8% de la poblaci¨®n mundial, concentra el 30% de los contagios y muertes por la covid-19. Como tantos han se?alado, la profunda recesi¨®n y las medidas de confinamiento amenazan con revertir los logros sociales en la regi¨®n. Si bien se anticipan efectos especialmente pronunciados en la poblaci¨®n m¨¢s pobre, la clase media tambi¨¦n est¨¢ siendo duramente afectada. En el 50% de los hogares de ingresos medios al menos un miembro del hogar ha perdido el empleo. La CEPAL estima que, en un escenario moderado, 29 millones de personas podr¨ªan caer en la pobreza.
Enfrentar los retos econ¨®micos y sociales que traer¨¢ la pandemia implicar¨¢ estrategias de enorme envergadura, incluyendo reformas fiscales estructurales, medidas para recuperar p¨¦rdidas educativas y aumentos en la generosidad de las transferencias antipobreza. Ser¨ªa un error no priorizar en esta agenda las reformas que mejoran el funcionamiento del mercado del trabajo y aumentan el acceso a la seguridad social. Recuperar el empleo formal es esencial para aumentar la productividad y fortalecer las cuentas fiscales. Adem¨¢s, es a trav¨¦s del empleo de calidad ¨Dy no a trav¨¦s de transferencias sociales¨D como se han afianzado en el mundo las sociedades equitativas. Consolidar, ahora s¨ª, una clase media latinoamericana con estabilidad y resiliencia demandar¨¢ reformas profundas en materia laboral que, como en el caso de las que proponemos aqu¨ª, requieren de amplios consensos sociales. Pero estos esfuerzos son imprescindibles. Se trata, en ¨²ltimas, de darle a los trabajadores de clase media las condiciones para confiar en el futuro y construir su propio destino.
Carolina Gonz¨¢lez Velosa es especialista de la Divisi¨®n de Mercados Laborales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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