La voz ind¨ªgena de Myanmar contra el golpe de Estado
La toma de poder de los militares en la antigua Birmania supone un serio riesgo contra la seguridad personal de los l¨ªderes nativos, que estaban siendo importantes protagonistas de la ahora interrumpida transici¨®n democr¨¢tica
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Durante la ¨²ltima d¨¦cada, las organizaciones ind¨ªgenas empezaron a jugar un papel muy importante en Myanmar. El golpe militar ha puesto en peligro sus avances y tambi¨¦n va a afectar al proceso de paz en el pa¨ªs, ya que ahora va a estar dirigido sobre todo por los militares, sin participaci¨®n de la sociedad civil.
El Grupo Internacional de Trabajo Internacional para Asuntos Ind¨ªgenas (IWGIA) ha acompa?ado durante a?os la situaci¨®n de las comunidades ind¨ªgenas de la antigua Birmania, documentando casos de violaciones de derechos humanos y apoyando a los activistas. Para IWGIA, el golpe de Estado significa un serio riesgo contra la seguridad personal de los l¨ªderes ind¨ªgenas, que estaban siendo importantes protagonistas del ahora interrumpido proceso de transici¨®n democr¨¢tica.
Dos semanas despu¨¦s del golpe, hablamos por videoconferencia con los defensores de las etnias principales.
¡°La sensaci¨®n de miedo es muy fuerte. En los 10 ¨²ltimos a?os, nos sentimos liberados. Ahora tenemos la sensaci¨®n de que nos han arrebatado nuestra dignidad y libertad. Cada noche, los medios del Gobierno emiten canciones militares. Se est¨¢n promulgando ¨®rdenes unilaterales. Por eso la gente est¨¢ tomando las calles,¡± afirma MT, activista de una organizaci¨®n de derechos humanos. MT pertenece al pueblo chin, que habita las monta?as del noroeste del pa¨ªs, en la frontera con India y Banglad¨¦s. Con el inicio de la pandemia, el Ej¨¦rcito de Arakan, la organizaci¨®n armada ¨¦tnica, fue catalogado como terrorista y el Tatmadaw, el ej¨¦rcito birmano, comenz¨® a realizar ataques a¨¦reos indiscriminados en las regiones fronterizas de Rakhine y en el estado de Chin.
Hay unos cien pueblos ind¨ªgenas en Myanmar que viven en su mayor¨ªa en las zonas fronterizas con India, China, Banglad¨¦s, Laos y Tailandia. Constituyen casi un tercio de la poblaci¨®n del pa¨ªs. La lucha armada por la autodeterminaci¨®n de estas minor¨ªas empez¨® poco despu¨¦s de la independencia del pa¨ªs, en 1948. El Gobierno militar que estuvo en el poder sin interrupciones desde 1962 hasta 2011 impuls¨® el llamado proceso de birmanizaci¨®n, una pol¨ªtica de asimilaci¨®n forzada de los pueblos aut¨®ctonos. Esta pol¨ªtica inclu¨ªa la promoci¨®n del budismo ¨Dla religi¨®n de la mayor¨ªa ¨¦tnica de Myanmar¨D en zonas no budistas, poniendo obst¨¢culos para el aprendizaje de los idiomas ¨¦tnicos y oprimiendo otras pr¨¢cticas culturales ind¨ªgenas.
¡°Un amigo me llam¨® a las cuatro de la ma?ana y me dijo que los militares hab¨ªan detenido al Presidente y a la Consejera de Estado. Internet se hab¨ªa ca¨ªdo y no lo pude confirmar¡±. John, de 31 a?os, es miembro de una agrupaci¨®n que trabaja en la defensa de los derechos de las minor¨ªas ind¨ªgenas. Pertenece al pueblo naga, formado por 4,5 millones de personas que habitan al noroeste de la India y Myanmar.
Hay unos 100 pueblos ind¨ªgenas en Myanmar que viven en su mayor¨ªa en las zonas fronterizas con India, China, Banglad¨¦s, Laos y Tailandia. Constituyen casi un tercio de la poblaci¨®n del pa¨ªs
John pertenece a la llamada Generaci¨®n Z, formada por aquellos nacidos entre 1990 y 2010 que desde el golpe militar del 1 de febrero son los aut¨¦nticos protagonistas de las protestas multitudinarias en las calles de Myanmar. Uno de sus esl¨®ganes es: ¡°Os hab¨¦is metido con la generaci¨®n equivocada¡±.
¡°La generaci¨®n de nuestros padres no pudo prevenir ni el golpe de 1962 ni tampoco el de 1988. No queremos repetir ese error. Porque ahora tenemos un mejor entendimiento del problema y tambi¨¦n mejores sistemas de comunicaci¨®n con el mundo exterior¡±, afirma.
Seg¨²n John, el germen del golpe se encuentra en la Constituci¨®n de 2008, redactada por los militares, donde se aseguran el control del poder legislativo y del ejecutivo. ¡°Adem¨¢s como los militares dominan el Consejo Nacional de Seguridad, tienen poder de declarar el estado de emergencia. Y as¨ª controlar el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad y, en definitiva, a todo el pa¨ªs¡±.
La importancia de las comunicaciones se hace evidente en los cortes de internet, que se producen desde 2019 en las zonas de conflicto. ¡°Ahora, en las ¨²ltimas dos semanas, han bloqueado internet en todo el pa¨ªs en varias ocasiones; los militares necesitaban tiempo para completar el golpe. Su plan era mantenernos desconectados para as¨ª poder realizarlo con suavidad¡±.
¡°No es un hecho nuevo. En nuestros territorios hay una presencia militar que hemos soportado durante d¨¦cadas. Durante los periodos de dictadura, los ind¨ªgenas nos hemos enfrentado a tantas violaciones de derechos humanos que casi no podemos contar todos los tipos de abusos que sufrimos. Seg¨²n un estudio, en una de las regiones del pa¨ªs habitadas por estos pueblos, el 80% de los adultos ha sido sometido a trabajos forzados. Hay una negaci¨®n de nuestra libertad religiosa y de credo¡± se?ala M.T. El 80% de los miembros de su etnia, la chin, profesa el cristianismo, que es una religi¨®n minoritaria en Myanmar, de mayor¨ªa budista.
¡°Han empezado a arrestar a los l¨ªderes de los diferentes grupos en los que se organizan las protestas: profesores, trabajadores, ind¨ªgenas... Est¨¢n se?alando a las figuras m¨¢s destacadas del movimiento. Los militares pueden cerrar todo el sistema de comunicaciones y dejarnos a oscuras. Hace unos d¨ªas, el ministerio de Comunicaci¨®n promulg¨® una orden para elaborar un proyecto de ley de comunicaci¨®n electr¨®nica. No lo hemos visto, pero es un claro intento de impedir que las movilizaciones se organicen por internet¡±, completa John.
M.T. a?ade: ¡°Siendo nuestra seguridad personal prioritaria, como activistas debemos tener un plan b: establecer modos de comunicaci¨®n alternativos, tener medidas de seguridad para los registros de violaciones de derechos humanos. Si en dos semanas persiste el golpe y los militares se afianzan en la Administraci¨®n, su objetivo va a ser impedir que los activistas podamos emitir mensajes a la comunidad internacional¡±.
Mirada al futuro
Con relaci¨®n al futuro, John afirma no sentirse muy optimista. ¡°Con restaurar la democracia o a Aung San Suu Kyi [consejera del Estado y l¨ªder del pa¨ªs, Premio Nobel de la Paz detenida por los militares el 1 de febrero de 2021] no se resolver¨¢ el problema de fondo de los pueblos ind¨ªgenas de Myanmar. Es necesario un cambio hacia una estructura federal en la que los pueblos ind¨ªgenas podamos lograr nuestra autodeterminaci¨®n¡±. Para lograr esta meta, la unidad de todos ellos es la clave.
¡°Mi ¨¢nimo fluct¨²a cada d¨ªa, pero intento ser optimista y realista¡±, dice M.T. ¡°Ahora necesitamos que al menos el 80% de los funcionarios que trabajan para el Gobierno se sumen al movimiento de protesta.¡± La Administraci¨®n militar utiliza medios intimidatorios para asegurar que los funcionarios p¨²blicos no participen en las manifestaciones.
La victoria de los manifestantes ofrecer¨ªa una oportunidad de establecer un pa¨ªs inclusivo y democr¨¢tico, donde los derechos de los pueblos ind¨ªgenas est¨¦n reconocidos y respetados
¡°Para empeorar las cosas, algunas de las personas designadas para formar parte de las estructuras del Consejo Administrativo del Estado, el gobierno de facto, a nivel nacional y regional, son l¨ªderes ind¨ªgenas¡±, prosigue la defensora chin. ¡°Estamos muy preocupados por que los vayan a utilizar para oprimir a su propia gente. Se trata de la regla de divide y vencer¨¢s que aprendieron de los brit¨¢nicos¡±.
La situaci¨®n actual en Myanmar podr¨ªa desarrollarse en cualquier direcci¨®n. Por un lado, la junta militar podr¨¢ tomar el camino de la violencia y terror contra los manifestantes. En este caso, el pa¨ªs podr¨ªa volver a la situaci¨®n previa al tr¨¢nsito democr¨¢tico, con poco espacio para la sociedad civil y un control casi total de la poblaci¨®n. Los abusos contra los pueblos ind¨ªgenas no solo continuar¨ªan, sino que posiblemente se agravar¨¢n. Y con la sociedad civil reprimida, va a ser dif¨ªcil no solo responsabilizar a los que comentan cr¨ªmenes, sino incluso documentar los abusos.
En cambio, la victoria de los manifestantes ofrecer¨ªa una oportunidad de establecer un pa¨ªs inclusivo y democr¨¢tico, donde los derechos de las minor¨ªas ¨¦tnicas est¨¦n reconocidos y respetados. La atenci¨®n y presi¨®n de la comunidad internacional a la junta militar podr¨ªa desempe?ar un papel decisivo en el resultado de la protesta y el futuro modelo pol¨ªtico de Myanmar.
*Para preservar su seguridad, se omiten los nombres reales de los entrevistados.
Nikita Bulanin es coordinador de programa de defensores de derechos humanos y Roc¨ªo Westendorp es consultora en IWGIA (Grupo de Trabajo Internacional para Asuntos Ind¨ªgenas).
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