Sahara Occidental, el pa¨ªs que una generaci¨®n nunca conoci¨®
Los j¨®venes saharauis se han volcado en la nueva etapa del conflicto con Marruecos. Abadalhi Chaker y Mariam Jaa Salaam no dudaron en unirse a la lucha por la libertad de su pueblo en cuanto se levant¨® el alto al fuego
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Abadalhi Chaker acaba de reencontrarse con su familia en los campamentos saharauis de Tinduf durante unos d¨ªas de permiso militar. Dice que encontrarse con su madre le da mucha tranquilidad y felicidad. Sin duda, era la persona que m¨¢s echaba de menos desde que se march¨® voluntariamente, hace ya dos m¨¢s de dos meses, a la escuela militar del ej¨¦rcito saharaui. Sin embargo, cuando la conversaci¨®n vuelve al tema de la causa de su pueblo, asegura que est¨¢ deseando poder acompa?ar por fin a los militares en el frente de batalla.
Justo despu¨¦s de que se reanudara el conflicto entre La Rep¨²blica ?rabe Democr¨¢tica Saharaui y Marruecos y ambos pa¨ªses volvieran a las armas, este joven decidi¨® enrolarse en el ej¨¦rcito voluntariamente para recibir la instrucci¨®n militar. ¡°All¨ª encontr¨¦ a otros j¨®venes que no conoc¨ªa y que ahora son como hermanos porque de peque?os todos tenemos el sue?o de ir a la guerra alg¨²n d¨ªa, volver a nuestro pa¨ªs y vivir en paz¡±, relata Abadalhi.
Gracias a que pas¨® varios veranos en Espa?a a trav¨¦s del programa Vacaciones en Paz, en el que ni?os saharauis son acogidos por familias espa?olas para que puedan vivir otra realidad fuera de los campamentos de refugiados, pudo aprender espa?ol. Y aunque carece de la riqueza l¨¦xica para expresar todo lo que quiere decir, no titubea al asegurar con dos rotundos ¡°nunca¡± que no se arrepiente de su decisi¨®n. Est¨¢ convencido de que volver a la lucha armada es lo que todos los j¨®venes quer¨ªan y que han vivido siempre esperando este momento. Incluso su familia le apoya y le ayuda para que luche en el frente. Es como si vieran en sus hijos la ¨²ltima esperanza de volver a pisar el pa¨ªs que un d¨ªa les arrebataron.
Abadalhi, naci¨® en 1997 en los campamentos saharauis de Tinduf, un desierto donde Argelia lleva acogiendo durante cuarenta y cinco a?os a m¨¢s de 170.000 refugiados saharauis. Una infancia marcada por la pobreza donde, seg¨²n la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur), el 50% de los ni?os sufre anemia y el 28% tiene retraso en el crecimiento. Puede que sea esa una de las razones por las que asegura que ¡°siempre todos los ni?os han querido salir de all¨ª¡±.
Mariam Jaa Salam: la lucha desde el exilio
A Mariam Jaa Salam la palabra guerra se le qued¨® grande cuando recibi¨® la noticia del cese del alto el fuego entre la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica y Marruecos el pasado 13 de noviembre. Marruecos acababa de reprimir a manifestantes saharauis en el paso del Guerguerat violando el acuerdo firmado en 1991 y el Frente Polisario, el partido pol¨ªtico que gobierna la autoproclamada Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica, le declar¨® la guerra. Jaa Salam record¨® que su madre nunca lleg¨® a conocer a su padre, pues este perdi¨® la vida en la primera guerra que se extendi¨® desde 1975 hasta 1991 y pens¨® en el da?o que podr¨ªan volver a sufrir los suyos. Como si estar aislados en medio de un desierto durante m¨¢s de 40 a?os no les hubiera causado ya suficiente sufrimiento.
Una semana despu¨¦s de la declaraci¨®n de guerra, esta joven de 22 a?os se dejaba la garganta gritando proclamas de libertad con un meg¨¢fono en una manifestaci¨®n por la libertad del S¨¢hara en M¨¦rida. Explica que, r¨¢pidamente, los saharauis en el exilio comenzaron a organizarse para hacer sonar su voz y una amiga la incluy¨® en un grupo de WhatsApp desde el cual se coordinaron. Es la manera que tienen de luchar por su causa desde el exilio, lejos de su pueblo. ¡°La cuesti¨®n que me planteo es si puedo ayudar mas aqu¨ª o all¨ª. Creo que se puede ayudar de muchas formas, depende de la formaci¨®n que tengas. Visibilizando la causa y concienciando a la sociedad civil espa?ola tambi¨¦n es una manera de ayudar¡°, cavila.
Ella tambi¨¦n se crio en los campamentos de refugiados de Tinduf escuchando las incontables historias de injusticia y represi¨®n contra su pueblo que sus padres y abuelos relataban y por las constantes promesas incumplidas por la comunidad internacional. El primer recuerdo de su infancia que le viene a la memoria es cuando, a los siete a?os, su abuela le advirti¨® que no cogiera nada met¨¢lico del suelo, pues podr¨ªa ser una mina. A?os despu¨¦s tambi¨¦n particip¨® en el programa de Vacaciones en Paz y ah¨ª fue cuando empez¨® a darse realmente cuenta de la situaci¨®n que vive su pueblo. ¡°Conciencia sobre la causa saharaui siempre he tenido, pero digamos que no me enteraba bien. Ya cuando vine a Espa?a empec¨¦ a cuestionarme porqu¨¦ nos hab¨ªan dejado all¨ª tirados y todo comenz¨® a parecerme tan grave que no pod¨ªa creerlo¡±, afirma.
Con 18 a?os, tom¨® la decisi¨®n de irse al exilio en Espa?a, con su familia de acogida, para tratarse una ¨²lcera. Algo que era pr¨¢cticamente imposible en los campamentos de refugiados ya que, seg¨²n M¨¦dicos del Mundo, existe un limitado acceso a una atenci¨®n sanitaria adecuada por d¨¦ficit de personal sanitario cualificado y la?falta de medicamentos, entre otras razones.
Desde Espa?a, se ha unido a la lucha y, a pesar de que la crisis sanitaria actual ha limitado las posibilidades de realizar concentraciones o manifestaciones multitudinarias, ya est¨¢ pensando de qu¨¦ manera homenajear a las mujeres saharauis el 8 de marzo. De hecho, acaba de terminar de escribir un poema que quiere recitar ese d¨ªa.
Ojal¨¢ pisarte aunque solo una vez sea / antes de marcharme de este mundo injusto en que he nacido / donde me arrebataron la paz y me dijeron / que yo que va; yo nunca hab¨ªa existido. Viendo morir a mis hijos / traicionada y humillada / el recuerdo de tu brisa, tu mar / se qued¨® un espejismo en la nadaFragmento de la poes¨ªa de Mariem Jaa Salam
El conflicto de los j¨®venes
El pueblo saharaui contin¨²a esperando la celebraci¨®n del refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n que las Naciones Unidas aprob¨® en la resoluci¨®n 690 del Consejo de Seguridad del 29 de abril de 1991. Sin embargo, Marruecos, con el apoyo de Francia y la complicidad de otras potencias internacionales como Espa?a, ha conseguido mantener el estatus quo y condenar la causa saharaui al olvido. ¡°Hemos cedido durante 30 a?os para buscar una soluci¨®n pac¨ªfica, pero durante todo este tiempo nos estaban enga?ando las potencias internacionales¡±, opina Habuha Braica, oficial del ej¨¦rcito y director de la escuela militar 12 de Octubre.
Este militar de 54 a?os se crio bajo la colonia espa?ola del S¨¢hara Occidental y recuerda que su primera profesora era de las islas Baleares. Aunque ya le quedan pocos recuerdos de su infancia, asegura que lo m¨¢s bonito fue poder pasarla en su tierra natal y no en el exilio como muchos de los j¨®venes saharauis. Por eso, comprende que los j¨®venes no acepten la lucha pac¨ªfica y que se sientan traicionados. Adem¨¢s, no se sorprende de la cantidad de ellos que, como asegura, se est¨¢n alistando voluntariamente al ej¨¦rcito.
Mariam y Abadalhi pertenecen a esa generaci¨®n de saharauis que tuvo que decidir entre quedarse en los campamentos de Tinduf, un lugar que, como Mariam afirma, es ¡°como una pel¨ªcula de terror que no acaba de terminar¡±. O exiliarse en el extranjero con la esperanza de que, alg¨²n d¨ªa, el pueblo saharaui vuelva a recuperar el pa¨ªs que toda una generaci¨®n nunca ha conocido.
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