?Se?ores, hermanos, autoridades: hagan su tarea!

En un lugar precioso de mi pa¨ªs, M¨¦xico, me levanto tranquila, asomo por la ventana para ver un enorme campo verde y el amanecer que quiebra la noche y la calma. Ah¨ª, a¨²n en penumbra, me pregunto: ?c¨®mo se amanece luego del horror?

Hace no muchas noches, una amiga madrile?a me escribi¨® para decirme que algo hab¨ªa ocurrido en nuestro barrio. Despu¨¦s, una amiga mexicana me cont¨® v¨ªa telef¨®nica que en el suyo, en Ciudad de M¨¦xico, hab¨ªa ocurrido algo similar. En ambos casos, mujeres asesinadas por sus parejas, en el seno de su hogar. Ya todos conocemos las cifras, los n¨²meros, el incremento desmedido surgido a partir de la pandemia, la lentitud de los ¨®rganos de justicia, la indignaci¨®n, la rabia, la incredulidad incluso.

Me pregunto de nuevo: ?hay algo que no sabemos? S¨ª. ?Qu¨¦ es lo que pasa con los hombres? ?Qu¨¦ es eso que no se dice o que no se habla? ?Por qu¨¦ tanto dolor? Cansada como estoy de escuchar lo que las mujeres tendr¨ªamos que hacer ¨Dincluso hasta la forma en que deb¨ªamos de manifestarnos o protestar¨D nunca he escuchado que se dirijan ciertas exigencias al comportamiento de los varones. Ni siquiera la m¨¢s nimia de las sugerencias que les hagan responsables de su actuar. Es decir, institucionalmente ese di¨¢logo a¨²n permanece cerrado. Clausurado dir¨ªa yo. Lo cual deja ver con claridad que ese mismo di¨¢logo permanece tambi¨¦n en calidad de pendiente en el ¨¢mbito de lo privado y lo ¨ªntimo.

Veo con frecuencia hombres rotos por no satisfacer el modelo que se esperar¨ªa de ellos

Se?ores, es momento de preguntarse: ?qu¨¦ es realmente ser hombre? ?Por qu¨¦ la condena de representar una y solo una forma de masculinidad? ?A qu¨¦ le temen? ?Qu¨¦ les duele? ?A caso la vida es eso?

Veo con frecuencia hombres rotos por no satisfacer el modelo que se esperar¨ªa de ellos, pero sobre todo, por no contar con herramientas, ni siquiera b¨¢sicas, para redescubrirse bajo una luz distinta que les permita contactar con su fragilidad o incluso con sus dudas. No hay un mapa para la ternura, el llanto, lo suave, lo dulce, para liberarse del yugo de ser el proveedor, el fuerte.

Y s¨ª, el momento de echar mano a una cuenta pendiente es este.

Hermanos: ustedes y solo ustedes tienen en sus manos la decisi¨®n de descodificar y resignificar lo que es ser hombre. H¨¢ganse preguntas, pert¨²rbense por lo que est¨¢ pasando, vayan a terapia, encuentren c¨ªrculos de apoyo, sean valientes para experimentar otras formas de existir. Autoridades: el mensaje que urge es el de una nueva masculinidad. Hagan su tarea. Las mujeres no podemos esperar m¨¢s.

Cecilia Su¨¢rez es una actriz galardonada y defensora mundial de la Iniciativa Spotlight de la Uni¨®n Europea y las Naciones Unidas.

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