Directora ONU Mujeres: ¡°La violencia de g¨¦nero es una pandemia en la sombra, tan devastadora como la de coronavirus¡±
Phumzile Mlambo-Ngcuka considera prioritario conseguir que las mujeres ocupen m¨¢s posiciones de liderazgo para avanzar hacia la igualdad
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Phumzile Mlambo-Ngcuka (65 a?os, Sud¨¢frica) es directora de ONU Mujeres desde que en 2013 Ban Ki-moon, el entonces secretario de las Naciones Unidas, la propusiera para el cargo. Por entonces contaba ya con una dilatada experiencia en romper techos de cristal. Licenciada en Educaci¨®n por la universidad de Lesoto (1980), fue elegida miembro del Parlamento en 1994. Poco m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s, en 2005, fue la primera mujer en ser Vicepresidenta de su pa¨ªs hasta 2008, a?o en el que cre¨® una fundaci¨®n para apoyar a las escuelas de ¨¢reas desfavorecidas en Sud¨¢frica y Malaui.
Este 2021 afronta otro desaf¨ªo: liderar el Foro Generaci¨®n Igualdad, que no pudo celebrarse el a?o pasado debido a la pandemia y a¨²n con fecha por determinar. Y hacerlo en medio de una crisis sanitaria y econ¨®mica que ha restado atenci¨®n a cualquier otra agenda, especialmente la feminista. Los derechos de las mujeres han pasado a un segundo plano pol¨ªtico cuando, seg¨²n la ONU, se encuentran en serio peligro. Pero Mlambo-Ngcuka no parece de las que se cansan o cejan en su empe?o. En esta entrevista, realizada por videoconferencia, soporta con paciencia los cortes de conexi¨®n y se une a la conversaci¨®n una y otra vez hasta que concluye con un mensaje: ¡°Quiero invitar a la gente a que se una al D¨ªa Internacional de la Mujer, con un enfoque en su liderazgo en estos tiempos de crisis¡±.
Pregunta. ?Por qu¨¦ es tan lento el progreso hacia la igualdad de g¨¦nero?
Respuesta. El avance ha sufrido el rechazo que existe en el mundo contra los derechos de las mujeres y, en cierta medida, contra los derechos en general. Los movimientos populistas no son partidarios de los derechos de las mujeres, y hemos visto un ascenso de gobernantes que afirman, por ejemplo, que los derechos reproductivos y la salud femenina se tienen que combatir. Cuando los gobiernos tienen dificultades financieras, adem¨¢s, tienden a recortar en servicios sociales, que son importantes para la calidad de vida de las mujeres, como por ejemplo, los que tienen que ver con el cuidado infantil, fundamentales para que ellas tengan la capacidad de participar en el mercado laboral. Uno de los desaf¨ªos m¨¢s significativos es, por otra parte, la reducci¨®n del espacio para la actividad democr¨¢tica de la sociedad civil. Los derechos de las mujeres progresan m¨¢s r¨¢pido en aquellos pa¨ªses donde hay mayor libertad de actividad para la sociedad civil, por lo que los recortes en este sentido, tambi¨¦n afectan.
P. El progreso era muy lento y ahora la pandemia va a revertir algunos avances.
R. Ninguna pandemia es neutral al g¨¦nero. Y esta tampoco. Las mujeres han experimentado el impacto desproporcionadamente. Por ejemplo, en la econom¨ªa, dos tercios de puestos de trabajo perdidos eran femeninos. Esto se debe a que ellas trabajan en los sectores m¨¢s afectados por la pandemia, como el de la hosteler¨ªa. En muchos casos, no tienen siquiera un contrato legal y son mayor¨ªa en el sector informal. Por lo tanto, no se han podido beneficiar de los mecanismos de ayuda que los gobiernos han dise?ado.
Y tenemos, por supuesto, el problema de la violencia contra la mujer, que ha aumentado sobre todo durante los confinamientos. Muchos gobiernos tomaron medidas para abordarlo y queremos que estas se mantengan m¨¢s all¨¢ de la pandemia, para que no volver ni siquiera a los niveles de violencia anteriores. Debemos hacer m¨¢s para erradicarla. Estamos particularmente preocupados por las j¨®venes, por el n¨²mero de adolescentes que han quedado embarazadas durante el encierro, las que no regresar¨¢n a la escuela, el aumento del tr¨¢fico de ni?as. Todos estos son desaf¨ªos que enfrentamos las mujeres y las ni?as debido a la covid. A lo que se suma la escasa representaci¨®n y liderazgo femenino en las decisiones que tienen que ver con la pandemia, no solo en el sector de la salud, sino en todos los aspectos.
P. La mayor¨ªa de l¨ªderes se manifiestan a favor de la igualdad de g¨¦nero, pero las pol¨ªticas no acompa?an. ?Cree que estamos atrapados en la pura ret¨®rica en lo que respecta a los derechos de las mujeres?
R. S¨ª. Es un campo muy desigual. Algunos pa¨ªses progresan y otro no avanzan nada en absoluto. Los hay que incluso retroceden un poco. Y el ritmo es lento. Le pongo un ejemplo: cuando se formaron las Naciones Unidas, no hab¨ªa mujeres Jefas de Estado. En la Conferencia de Beijing, eran 12. En 2020, en el 25 aniversario de aquella cita, hab¨ªa 22. Podemos decir que es un progreso. Pero lento, lento, lento. A este ritmo, tendremos que esperar m¨¢s all¨¢ de 2050 para alcanzar la paridad en las jefaturas de Estado. En el encuentro en Pek¨ªn, hab¨ªa un 10% de parlamentarias. En 2020, el promedio mundial es del 23%. Es un progreso, pero a paso de tortuga. Debemos enfatizar la necesidad de acelerar y asegurarnos de que los avances no sean f¨¢cilmente reversibles.
A este ritmo, tendremos que esperar m¨¢s all¨¢ de 2050 para alcanzar la paridad a en las jefaturas de Estado
P. Usted subraya la importancia del liderazgo femenino, en ese sentido, ?ayuda tener ejemplos como Kamala Harris?
R. De hecho, cualquier ejemplo ayuda. Pero como Estados Unidos es tan influyente y lo que all¨ª sucede, para bien y para mal, es visible para todos, es bueno tener una Kamala Harris. Tambi¨¦n ser¨¢ particularmente positivo si Harris representa la agenda feminista. Sus declaraciones sobre querer ser un modelo a seguir e inspirar a las ni?as y no ser la ¨²ltima en estar en esta posici¨®n env¨ªan un excelente mensaje que interpela a otros pa¨ªses. El ejemplo de Estonia es tambi¨¦n muy bueno. Tanto la presidenta como la primera ministra son mujeres. Por favor, cuente esta historia en su art¨ªculo para que la gente vea que es posible. Siempre hemos tenido pa¨ªses donde los hombres ocupan la primera y la segunda posici¨®n. Por primera vez tenemos mujeres y el cielo no se ha ca¨ªdo.
P. ?Cree que el Foro Generaci¨®n Igualdad conseguir¨¢ el salto de las palabras a la acci¨®n?
R. Para ser parte de Generaci¨®n Igualdad tienes que presentar lo que te comprometes a hacer, tanto desde el punto de vista econ¨®mico como pol¨ªtico. A juzgar por los pa¨ªses que se han inscrito y lo que est¨¢n poniendo en marcha, soy muy optimista, pero con cautela. Una de las cosas que aprendimos en Beijing fue que adoptamos una declaraci¨®n, pero no trazamos un plan de acci¨®n, ni identificamos el dinero para implementarlo. No ten¨ªamos medidas de rendici¨®n de cuentas que responsabilizaran a los pa¨ªses. Lo que estamos haciendo ahora a trav¨¦s de la Generaci¨®n Igualdad es poner en marcha un plan de acci¨®n. Estaba preocupada de perder impulso por la pandemia, pero no hemos perdido ni un solo pa¨ªs, participante del sector privado o de la sociedad civil. Es complejo porque sentamos a la sociedad civil y los Estados miembros en la misma mesa como socios iguales. Y en Naciones Unidas esto no suele ocurrir. Pero quer¨ªamos asegurarnos de que hay personas involucradas que exigir¨¢n rendici¨®n de cuentas. Es nuestra manera de protegernos ante la falta de responsabilidad e implementaci¨®n. La mayor¨ªa han aceptado, aunque hay algunos pa¨ªses que no quieren participar porque no est¨¢n de acuerdo con estos t¨¦rminos.
Las m¨¢s j¨®venes son feministas y ambientalistas, son feministas y activistas contra la desigualdad racial, son feministas y luchan contra la homofobia. Todo al mismo tiempo. E incluyen a los hombres
P. ?Cree que la cuarta ola feminista est¨¢ perdiendo fuerza?
R. No dir¨ªa que estemos perdiendo impulso. Pero la realidad es que tenemos un nuevo tipo de feminismo. Las m¨¢s j¨®venes, que son las que ahora est¨¢n a la vanguardia de la expansi¨®n feminista, tienen una visi¨®n diferente, son m¨¢s interseccionales que las generaciones anteriores. Son feministas y ambientalistas, son feministas y activistas contra la desigualdad racial, son feministas y luchan contra la homofobia. Todo al mismo tiempo. E incluyen a los hombres. Acogen a los varones feministas m¨¢s f¨¢cilmente que las feministas de mi generaci¨®n. Enfrentamos tantos problemas con los hombres que nos cost¨® trabajar con ellos. Pero a las j¨®venes les resulta m¨¢s f¨¢cil trabajar juntos y luchar contra todos estos males de la sociedad.
P. Los ejemplos son importantes, pero la ONU no ha tenido en 76 a?os de historia una Secretaria General. ?C¨®mo avanza el organismo hacia la paridad?
R. El progreso tambi¨¦n es lento en la familia de las Naciones Unidas. El Secretario General ha llevado a cabo acciones en las ¨¢reas en las que puede hacer cambios. De tal modo que en el nivel ejecutivo, hemos alcanzado la paridad y la diversidad racial. Pero por debajo de eso, en aquellas entidades de la ONU en las que son los Estados miembros los que deciden, no hay avances. Lo vemos en la elecci¨®n de Secretario General: si los pa¨ªses no apuestan m¨¢s fuerte para que haya una mujer en la cima de la ONU, no la tendremos. Necesitamos que los ciudadanos reclamen el nombramiento de mujeres.
En el nivel ejecutivo de la ONU, hemos alcanzado la paridad y la diversidad racial
En ONU Mujeres somos firmes defensoras del feminismo masculino
P. ?Qu¨¦ cambio o avance le gustar¨ªa ver realizado este 2021?
R. Primero, m¨¢s liderazgo femenino. No cuesta dinero, nadie puede decirme que debido a la pandemia, no puede apoyar el liderazgo de las mujeres. El hecho de que tengamos una crisis financiera no lo impide. Es una cuesti¨®n solo de voluntad pol¨ªtica. En segundo lugar, la violencia de g¨¦nero. Hemos visto la arquitectura de la batalla contra una pandemia, lo que se necesita: pones a tus trabajadores de primera l¨ªnea a luchar las 24 horas del d¨ªa, tomas medidas importantes, como cerrar fronteras, que no es una decisi¨®n f¨¢cil, y dejas a los aviones en tierra sin ir a ninguna parte. La violencia de g¨¦nero es una pandemia en la sombra, tan devastadora como la de coronavirus, por lo que necesita trabajadores de primera l¨ªnea con un marco legal adecuado para ponerle fin. En tercer lugar, me gustar¨ªa ver progresar la justicia econ¨®mica. Los gobiernos est¨¢n tomando numerosas decisiones para reactivar la econom¨ªa. Se est¨¢ proporcionando mucho dinero y ese dinero tambi¨¦n tiene que beneficiar a las mujeres.
P. Solo con m¨¢s mujeres l¨ªderes y leyes ya sabemos que no se erradican pr¨¢cticas nocivas para las ni?as y las mujeres como la mutilaci¨®n genital femenina o el matrimonio infantil, ?c¨®mo se trabaja contra las tradiciones, normas sociales y religiosas que las sustentan?
R. Nos hemos esforzado por colaborar con l¨ªderes tradicionales y religiosos. Y con hombres. Esos son los tres frentes para cambiar normas y pr¨¢cticas culturales que son da?inas para las mujeres. Hemos formado en ?frica una organizaci¨®n panafricana de l¨ªderes tradicionales, una organizaci¨®n muy fuerte que sigue luchando, por ejemplo, proporcionando reglamentos en las ¨¢reas donde tienen jurisdicci¨®n para prohibir el matrimonio infantil, la mutilaci¨®n genital femenina y combatir la violencia contra las mujeres, as¨ª como evitar que los padres saquen a sus hijas de la escuela. Est¨¢n encontrando familias que no est¨¢n cumpliendo con esas normas, anulando matrimonios de ni?as y envi¨¢ndolas de regreso a la escuela, incluso pagando sus tasas. Estamos evaluando si podemos replicar este modelo en tantos lugares como sea posible, donde haya una autoridad tradicional y religiosa. Nos hemos dado cuenta, que los pa¨ªses m¨¢s resistentes a las leyes y m¨¢s lentos son aquellos con una fuerte autoridad tradicional y una fuerte influencia religiosa, por lo que necesitamos trabajar con esos l¨ªderes. Y, por supuesto, en ambos, el factor com¨²n son los hombres.
Los hombres todav¨ªa tienen un papel dominante en la configuraci¨®n de la cultura y en las decisiones que las mujeres pueden tomar
Pero incluso cuando no existe una influencia religiosa y tradicional fuerte en la sociedad, los hombres todav¨ªa tienen un papel dominante en la configuraci¨®n de la cultura y en las decisiones que las mujeres pueden tomar. Por eso, nuestra campa?a He For She (?l por ella), que interpela a los hombres, se est¨¢ intensificando y colabora con otros proyectos de naturaleza similar. En ONU Mujeres somos firmes defensoras del feminismo masculino. Y los hombres deben saber que cuando se unen al movimiento feminista que lideran las mujeres, no solo nos apoyan, sino que tambi¨¦n hacen algo por s¨ª mismos, se liberan para ser mejores personas.
P. ?Recuerda alguna historia en especial de cuando todav¨ªa pod¨ªa viajar?
R. He vivido momentos muy memorables. Recuerdo a las mujeres de un pueblo de India que no sab¨ªan leer ni escribir. Pero estaban cansadas de que las leyes y normas de su comunidad no tuvieran en cuenta sus prioridades y se organizaron para postularse a cargos de mando. Muchas fueron elegidas. ?Y sabe qu¨¦? En las ¨¢reas donde ganaron, hay leyes m¨¢s progresistas en favor de la familia, mejoras para el cuidado de los ni?os, para el transporte y la seguridad. Esto muestra cu¨¢ntos cambios pueden conseguir las mujeres. En aquella misma comunidad, ellas se hicieron cargo de la radio y empezaron a contar sus historias hasta el punto de cambiar la cultura y las normas, y mostraron a sus vecinos lo que ellas pueden conseguir para la sociedad. Cuando hablamos de la participaci¨®n de las mujeres, no solo debemos pensar en los cargos directivos, sino tambi¨¦n en aquellas que pueden transformar sus aldeas, pero el entorno no es el propicio. Necesitamos que esas mujeres est¨¦n empoderadas en sus propios derechos.
P. Esta es una historia positiva, pero ?no se siente cansada a veces al ser testigo de las violaciones de derechos de las mujeres?
R. S¨ª, a veces me vengo abajo. He conocido a muchas cuyos derechos son pisoteados. He visto a discapacitadas v¨ªctimas de malos tratos por parte de sus cuidadores, quienes no solo se quedan con la peque?a asignaci¨®n que reciben debido a su situaci¨®n sino que luego abusan sexualmente de ellas. He sido testigo de ese tipo de dolor. Hay pa¨ªses en los que todav¨ªa estamos luchando para detener los asesinatos por motivos de honor. Hemos avanzado, en muy pocos pa¨ªses es probable que se produzcan o est¨¢n permitidos por la ley. Pero es triste porque, a pesar de lo que peleamos, usualmente cuando conseguimos un gran avance se debe a que algo horrible le ha sucedido a una mujer. He visto feminicidios. He visto a j¨®venes, ancianas, beb¨¦s, ser v¨ªctimas de agresiones sexuales. No quiero agobiar con tanto dolor, pero debemos recordar a estas mujeres siempre.
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