Los bloqueos de internet siguen debilitando las democracias en ?frica
En 2020, los apagones de la red fueron la antesala de las violaciones de los derechos humanos en Etiop¨ªa, Guinea o Tanzania, entre otros pa¨ªses
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¡°Los gobiernos cierran internet para ejercer el control: para ser ellos quienes explican lo que ocurre, para silenciar la disidencia o para ocultar sus actos atroces¡±. Felicia Antonio es categ¨®rica a la hora de desenmascarar lo que hay detr¨¢s de los bloqueos de la red. Lidera KeepItOn, una campa?a global impulsada por AccesNow y apoyada por m¨¢s de 200 organizaciones de defensa de los derechos digitales en todo el mundo, que denuncia las interferencias en internet como un ataque a los derechos fundamentales. Una buena parte de la actividad de la campa?a se ha centrado en ?frica en los ¨²ltimos a?os. Nunca ha sido el continente donde m¨¢s se interviene el espacio digital, pero s¨ª la regi¨®n del mundo en la que m¨¢s pa¨ªses recurren a los apagones. ¡°Los bloqueos siempre son malos; destrozan vidas y arrasan comunidades como bolas de demolici¨®n¡±, sentencia esta activista.
Durante 2020, KeepItOn detect¨® 155 bloqueos en 29 pa¨ªses de todo el mundo. Dos de cada tres se produjeron en la India, mientras que en el continente africano doce pa¨ªses apretaron el bot¨®n de apagado en diferentes situaciones, pero con continuidad. Antes de que terminase 2020 las autoridades guineanas pulsaron el interruptor digital durante unas controvertidas elecciones. Y apenas unas semanas despu¨¦s, ya en 2021, lo hicieron en Uganda. Desde entonces, los gobiernos de Etiop¨ªa, N¨ªger, Chad, la Rep¨²blica del Congo o Senegal han detenido el acceso a la red; lo que demuestra que la amenaza de la intervenci¨®n de internet sigue siendo real. ¡°El tiempo desvelar¨¢ c¨®mo terminar¨¢ este a?o, pero parece que los gobiernos autoritarios se est¨¢n sintiendo c¨®modos con el interruptor de apagado cuando las cosas pueden ir en su contra¡±, advierte Antonio.
La coalici¨®n que impulsa KeepItOn ha puesto un t¨ªtulo representativo a su informe de 2020: Sue?os rotos y oportunidades perdidas: un a?o de lucha por el mantenimiento de internet. ¡°Esta y otras plataformas de comunicaci¨®n digital¡±, explica Felicia Antonio, ¡°han estado desempe?ando un papel fundamental en la contenci¨®n de la propagaci¨®n del virus de la covid-19 al garantizar la continuidad de la educaci¨®n, el trabajo, los negocios, el entretenimiento, la comunicaci¨®n con los seres queridos y el acceso a informaci¨®n que salva vidas. No puede haber ninguna justificaci¨®n para que un Gobierno corte deliberadamente a su pueblo de una l¨ªnea de vida tan importante¡±. De hecho, los defensores del acceso libre a internet aseguran que los efectos devastadores que los cierres tienen en la vida de las personas se agravan durante las crisis, ¡°como una pandemia o una guerra civil¡±, advierte.
Durante el a?o 2020, KeepItOn detect¨® 155 bloqueos en 29 pa¨ªses de todo el mundo. Dos de cada tres se produjeron en la India
En este caso, 2020 fue un a?o en el que coincidieron elecciones en el continente africano y un aumento de la conflictividad social, un c¨®ctel explosivo para que la ciudadan¨ªa pueda ejercer algunos derechos fundamentales, como el de la libertad de expresi¨®n y de manifestaci¨®n, ambos ¨ªntimamente ligados al uso de internet. ¡°Claramente, las elecciones se est¨¢n convirtiendo en un desencadenante de los apagones en ?frica¡±, explica la responsable de la campa?a KeepItOn. Y contin¨²a: ¡°El a?o pasado documentamos que doce pa¨ªses de ?frica cerraron Internet en 20 ocasiones. En Togo, Burundi, Tanzania y Guinea los cierres se produjeron en torno a las elecciones. Los gobiernos justifican los cierres durante las elecciones como una medida para frenar la propagaci¨®n de la desinformaci¨®n o los discursos de odio. Pero se imponen para silenciar la disidencia, sofocar las protestas e impedir que la comunidad internacional siga las elecciones¡±.
As¨ª, aunque el n¨²mero total de bloqueos se ha reducido respecto a los dos a?os previos, las sensaciones contin¨²an siendo negativas. ¡°La duraci¨®n de los cierres, el enfoque sobre las comunidades de riesgo y m¨¢s vulnerables y, en este caso, la flagrante indiferencia por la salud durante una pandemia mundial, demuestran que la posibilidad de bloquear internet es una herramienta que juega un peligroso papel en nuestro mundo¡±, recuerda la investigadora de AccesNow.
Los gobiernos justifican los cierres durante las elecciones como una medida para frenar la propagaci¨®n de la desinformaci¨®n o los discursos de odio. Pero se imponen para silenciar la disidencia y sofocar las protestasFelicia Antonio, de KeepItOn
En ocasiones un bloqueo de internet puede parecer una an¨¦cdota, incluso, una frivolidad frente a situaciones aparentemente m¨¢s peligrosas para las personas. Sin embargo, los defensores de los derechos digitales no se cansan de repetir que es apenas un primer paso, quiz¨¢ un indicio de que algo grave va a pasar. Los ejemplos se multiplican. El 30 de junio de 2020, Internet se desconect¨® por completo en Etiop¨ªa. El d¨ªa anterior se hab¨ªa desencadenado una ola de protestas por el asesinato a tiros del cantante y activista oromo Haacaaluu Hundeessaa. El monopolio estatal de las telecomunicaciones permiti¨® que el pa¨ªs entero quedase totalmente aislado, un nivel de censura dif¨ªcil de encontrar en otros casos porque habitualmente quedan redes activas. Felicia Antonio recuerda que ese apag¨®n ¡°se orden¨® para sofocar las protestas, afect¨® a 100 millones de personas y no consigui¨® su objetivo¡±.
En el mismo pa¨ªs, se ordenaron otros tres cortes locales tambi¨¦n el a?o pasado, el ¨²ltimo coincidiendo con la intervenci¨®n militar en la regi¨®n de Tigray a¨²n se mantiene. ¡°No hay acceso a las redes m¨®viles, a los tel¨¦fonos fijos ni a internet, lo que hace casi imposible la comunicaci¨®n. Se han denunciado atroces violaciones de los derechos humanos, y el apag¨®n dificulta que la sociedad civil, las organizaciones de derechos humanos y los periodistas puedan investigar y documentar estas violaciones, lo que nos lleva a preguntarnos: ?era este el objetivo?¡±, cuestionaba la defensora de los derechos digitales.
En la Rep¨²blica de Guinea las autoridades bloquearon internet, primero durante el refer¨¦ndum constitucional que permiti¨® a Alpha Cond¨¦ presentarse a las elecciones en las que tambi¨¦n se apag¨® la red. ¡°Se registraron violaciones de los derechos humanos, y al menos 20 personas murieron despu¨¦s de que estallara la violencia postelectoral¡±, apostilla Antonio. En octubre las autoridades tanzanas prepararon el terreno de las elecciones interviniendo el entorno digital. ¡°Fue la tapadera para el deterioro de la situaci¨®n de los derechos humanos¡±, advierte Felicia Antonio, que a?ade: ¡°Antes de las elecciones, el Gobierno instal¨® equipos para permitir a las autoridades censurar contenidos y estrangular internet. Las autoridades bloquearon el acceso a medios sociales y la Autoridad Reguladora de las Comunicaciones de Tanzania orden¨® a los proveedores de servicios de telecomunicaciones suspender el acceso a los SMS masivos y a los servicios de voz. El d¨ªa de las elecciones, los tanzanos informaron de un cierre total. Nos contaron c¨®mo este ataque a sus derechos no solo les impidi¨® la participaci¨®n democr¨¢tica, sino que interfiri¨® en su capacidad de trabajar, estudiar y organizarse¡±.
Medidas necesarias
No es extra?o que los gobiernos reconozcan los apagones y que los presenten como medidas necesarias para preservar la paz social o la seguridad nacional, para detener los rumores, los discursos de odio, las informaciones que incitan a la violencia o las noticias falsas. ¡°Por el contrario, los gobiernos imponen estos cierres para sofocar las protestas o la desobediencia civil, para silenciar la disidencia y para contener la informaci¨®n sobre la violencia comunitaria. Por lo tanto, los cierres de Internet permiten a los actores estatales y, a veces, no estatales, impedir que el resto del mundo est¨¦ informado sobre la crisis que se est¨¢ produciendo¡±, cuenta Antonio.
En este mundo digital, la interrupci¨®n de internet es una forma r¨¢pida y sucia de frenar a la gente
¡°Internet y las plataformas digitales¡±, cuenta la activista esperanzada, ¡°han proporcionado a la gente la oportunidad para hacer o¨ªr su voz criticando libremente las pol¨ªticas de las autoridades, para promover sus negocios, perseguir sus sue?os o permanecer conectados con sus familias y amigos en todo el mundo. En este mundo digital, la interrupci¨®n de internet es una forma r¨¢pida y sucia de frenar a la gente¡±.
La campa?a lleva cinco a?os trabajando en paralelo, junto a otros actores, para sensibilizar a la ciudadan¨ªa y para propiciar el entorno legal adecuado para evitar los bloqueos de internet. Felicia Antonio se?ala como triunfos el reconocimiento de la mayor parte de las organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas o la Uni¨®n Africana. Pero recuerda que el trabajo es mucho m¨¢s arduo con los gobiernos que ¡°siguen imponiendo los cierres a pesar de su evidente impacto¡± y que ¡°los proveedores de Internet cumplen las ¨®rdenes de cierre para proteger sus licencias¡±.
Por ello, los impulsores de esta resistencia a la intervenci¨®n de las redes reclaman que ¡°esos proveedores y las empresas de telecomunicaciones deben oponerse a las ¨®rdenes de cierre, y dar prioridad a su deber de defender los derechos humanos de sus consumidores en todo momento. Deben acostumbrarse a impugnar legalmente las ¨®rdenes gubernamentales en lugar de optar siempre por salvar su licencia de explotaci¨®n¡±. Y concluye: ¡°Para detener completamente los cierres de internet, los gobiernos deben comprometerse a defender los derechos fundamentales de sus ciudadanos en todo momento¡±.
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