Por un par de zapatos
En las comunidades rurales de Kenia, el calzado es un bien de lujo que pocos se pueden permitir, lo que pone en riesgo a la poblaci¨®n ante enfermedades como el nigua, transmitida por una pulga tropical. Viatu Africa es una organizaci¨®n local que se ha propuesto solucionar este problema
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Hoy como ayer, en muchos lugares de ?frica, los zapatos son un s¨ªmbolo de estatus y solo los m¨¢s adinerados pueden permit¨ªrselos. Como son caros, la mayor¨ªa de los habitantes de las zonas rurales no los usan y van descalzos o solo se calzan para ir al trabajo y participar en ceremonias. La organizaci¨®n Viatu ?frica Kenia ?viatu es una palabra suajili que significa zapatos?, que proporciona calzado a quienes no lo tienen, vio esta carencia y se lanz¨® a ayudar.
Seg¨²n Karol Tunduli, carism¨¢tico fundador de Viatu y pastor en la iglesia Stones of Rubies Ministries, en los pueblos de Kenia hay personas que nunca han usado calzado porque no pueden permitirse comprarlo. Para ellas, no es una necesidad. Solo despu¨¦s de cubrir los gastos de la casa, si les queda algo de dinero, lo destinan a adquirirlos para sus padres.
Isabella Nekesa es la segunda de seis hermanos. Se crio en Kitale y actualmente trabaja en Nairobi como dependienta. Sus padres no pod¨ªan permitirse comprar zapatos para ella y el resto de sus hijos. ¡°Cuando era peque?a no ten¨ªa porque mis padres no pod¨ªan pagarlos. Nos los regalaban por Navidad. Siempre ten¨ªa las piernas maltrechas, con heridas de pisar piedras y espinas. A veces me los pon¨ªa a escondidas para ir al colegio y acababa recibiendo una paliza¡±, cuenta.
Peterson Olesadira es corredor de fondo. Naci¨® y creci¨® en el condado de Laikipia, en Rumuruti. Es el segundo de cinco hermanos y actualmente vive en Nairobi. Sus padres eran peque?os agricultores y llevaban un calzado tradicional llamado kenyarah (unas sandalias locales hechas con neum¨¢ticos), pero no ten¨ªan medios para comprarlos para sus hijos. ¡°Nac¨ª en una familia muy humilde. Muchos a?os fui descalzo. Ten¨ªa niguas (una pulga tropical cuyas hembras penetran bajo la piel del hu¨¦sped y all¨ª ponen sus huevos, lo cual causa dolorosas ¨²lceras) de andar descalzo por lugares llenos de suciedad como ba?os p¨²blicos y muchos otros. Recuerdo que me dieron mi primer par de zapatos despu¨¦s de ganar una carrera de 12 kil¨®metros campo a trav¨¦s. Estaba en cuarto, ten¨ªa 11 a?os¡±, rememora el atleta.
Tunduli a?ade que tambi¨¦n hay personas que tienen zapatos, pero que no pueden llevarlos nunca debido al contexto o a la comunidad en la que viven. ¡°Cuando era peque?o, mi padre era jefe, y mi madre, maestra; as¨ª que pod¨ªan permitirse comprar zapatos, pero a mis hermanos y a m¨ª solo nos los regalaban en celebraciones. Los zapatos eran para los domingos y las ocasiones especiales, nada m¨¢s. Una vez un maestro me peg¨® por llevarlos al colegio, porque no iba igual que los dem¨¢s ni?os, as¨ª que nunca m¨¢s me los puse para ir a clase¡±, rememora.
En 2012, el fundador de Viatu viaj¨® a Uganda invitado por la Iglesia Redimida de Kenia (es adem¨¢s cantante de gospel que denuncia injusticias, entre otros oficios), y en el trayecto de vuelta pas¨® por su pueblo en el condado de Bungoma, en la antigua provincia de Kenia Occidental. Se fij¨® en que su hijo estaba jugando con un ni?o que no llevaba zapatos. Tambi¨¦n vio a otro que intentaba sacarse una espina del pie. Entonces se pregunt¨® qu¨¦ podr¨ªa hacer para ayudarlos. Despu¨¦s de largas deliberaciones con sus amigos, supieron que ten¨ªan que proporcionarles calzado.
Nac¨ª en una familia muy humilde. Muchos a?os fui descalzo. Ten¨ªa niguas (una pulga tropical cuyas hembras penetran bajo la piel del hu¨¦sped y all¨ª ponen sus huevos, lo cual causa dolorosas ¨²lceras) de andar descalzo por lugares llenos de suciedadPeterson Olesadira, atleta
¡°Nos lo tomamos como una misi¨®n. No es solo asunto m¨ªo. Hay mucha gente implicada para hacerlo realidad. La primera vez que repartimos zapatos organizamos un concierto con varios m¨²sicos de g¨®spel, y el precio de la entrada era un par de zapatos. Recogimos 300 pares que donamos a Fuata Nyayo, del suburbio de Mukuru, en Nairobi. Despu¨¦s nos dimos cuenta de que, si quer¨ªamos donarlos en los suburbios, lo mejor era que fuesen botas de agua. Los habitantes de los barrios marginales las necesitan porque los sistemas de desag¨¹e est¨¢n al aire, se desbordan a menudo y son peligrosos¡±, explica.
Una investigaci¨®n en 2012 publicada por el Panafrica Medical Journal, ya revelaba que la plaga de niguas es un problema sanitario de primer orden que se ignora sistem¨¢ticamente. El estudio, que analizaba los conocimientos, los comportamientos y las pr¨¢cticas de los miembros de la familia que ten¨ªan niguas, se llev¨® a cabo en el distrito de Muranga y en localidades rurales de Kenia. La mayor¨ªa (88,2%) de los entrevistados hab¨ªan tenido niguas alguna vez en su vida. Alrededor de una cuarta parte (23,6%, equivalente a 64 hogares) inform¨® de que entre uno y cinco miembros de la unidad familiar estaba infectado. Sin embargo, la presencia de personas afectadas se observ¨® en 51 hogares (18,8%).
Tunduli afirma que hay pueblos en los que las niguas son una amenaza para la habitabilidad. Estos par¨¢sitos se deber¨ªan declarar una cat¨¢strofe nacional, opina, y a?ade: ¡°Tambi¨¦n nos encargamos de ense?ar normas de higiene a la poblaci¨®n. Les decimos que revistan los suelos con materiales adecuados contra las niguas¡±.
Viatu Africa Kenia est¨¢ dirigido por un equipo de cinco miembros, con el apoyo local de 20 colaboradores. Hasta ahora, la organizaci¨®n ha proporcionado zapatos a unas 100.000 personas, seg¨²n aseguran. Hay prueba de que han actuado en Marsabit, Isiolo, Bungoma, Busia, Kakamega, Samburu, Solai... Tunduli recuerda que, en Samburu, un hombre perdi¨® la paciencia mientras esperaba su turno para que le entregasen los zapatos y lo abofete¨®.
En 2013 nombraron a Tunduli h¨¦roe de Safaricom (la compa?¨ªa l¨ªder en telefon¨ªa en Kenia) por su labor repartiendo zapatos. ¡°Aparec¨ª en su revista digital¡±, cuenta. Y en 2015, su organizaci¨®n fue nombrada hero¨ªna por una compa?¨ªa de alimentaci¨®n, Indomie.
Viatu ?frica recoge zapatos a trav¨¦s de sus perfiles en las redes sociales y con apoyo de diferentes organizaciones y empresas de todo tipo. ¡°Colaboramos estrechamente con compa?¨ªas como Impala Glass, donde trabajo, o centros educativos como GEMS Cambridge International School para que recojan zapatos en nuestro nombre. Tambi¨¦n estamos intentando conseguir m¨¢s centros de formaci¨®n de ¨¦lite que funcionen como puntos de recogida¡±, explica Tunduli.
Viatu ?frica recoge zapatos a trav¨¦s de sus perfiles en las redes sociales y con apoyo de diferentes organizaciones
Seg¨²n el fundador de Viatu, perdieron mucho tiempo con los tr¨¢mites para darse de alta. Al parecer, la oficina de registro hab¨ªa extraviado la documentaci¨®n, de manera que muchos de los cheques solidarios que les hab¨ªan enviado caducaron. ¡°No se lo deseo a nadie. Cuatro a?os solo para conseguir un certificado es excesivo. Estuvimos a punto de darnos por vencidos. Ahora tenemos la vista puesta en el futuro. Prestamos un servicio a la comunidad y hacemos feliz a la gente¡±.
Tunduli a?ade que la covid-19 ha sido un reto importante. ¡°Muchos de nuestros donantes tienen ahora problemas econ¨®micos. Tambi¨¦n tenemos que respetar estrictamente las normas y evitar los viajes y las reuniones innecesarias. Esperamos que Kenia consiga controlar el virus y podamos retomar nuestro trabajo¡±.
Para el futuro, Viatu ?frica est¨¢ pensando, asegura, en algo m¨¢s que entregar un par de zapatos. La organizaci¨®n quiere facilitar acceso al calzado para siempre. La asociaci¨®n se har¨¢ cargo del estudiante con mejores notas de cada una de las localidades que visite. Tambi¨¦n espera apadrinar a estudiantes que no puedan entrar en el instituto debido a que sus calificaciones son insuficientes y ayudarlos a aprender oficios manuales y otras habilidades para que puedan mantenerse. Asimismo, tienen previsto incluir las c¨¢rceles de las localidades que visiten para distribuir zapatos en ellas. Otro entorno en el que brillan por su ausencia.
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