Los ni?os que nacen hoy ser¨¢n los ¨²ltimos y otros pron¨®sticos de una gur¨² de la moda
Tras criticar el devenir del sector textil en su manifiesto antimoda, la analista de tendencias Li Edelkoort y el dise?ador Philip Fimmano fundan el Foro Mundial de la Esperanza para mostrar que otra industria de la ropa, m¨¢s sostenible, es posible
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
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La investigadora holandesa Lidewij Edelkoort (1950) lleva d¨¦cadas prediciendo movimientos sociales, tendencias, modas... Y dicen los mentideros de internet que siempre acierta. Por eso, desde las firmas de alta costura hasta las de ropa de andar por casa contratan sus servicios. Ese era su mundo. Escrib¨ªa cotizados informes que el sector le¨ªa atentamente. Si ella avanzaba novedades es que estar¨ªan en boga. Hasta que en 2015, cuando los l¨ªderes globales se pon¨ªan de acuerdo en la ONU en una nueva hoja de ruta para construir un planeta m¨¢s sostenible y justo (la bautizada como Agenda 2030), Edelkoort escribi¨® su Antifashion Manifesto porque su mundo tambi¨¦n necesitaba un cambio de rumbo.
El texto removi¨® conciencias en una industria que produce entre 80.000 y 100.000 millones de prendas cada a?o, responsable del 8% de emisiones de gases efecto invernadero y del 9% de los micropl¨¢sticos que acaban en los oc¨¦anos. Eso solo en cuanto a impacto ambiental. Tambi¨¦n esconde verg¨¹enzas en el aspecto humano. ¡°Escribirlo fue doloroso¡±, asegura Edelkoort. Desde entonces, ha advertido de la amenaza que representa la producci¨®n y el consumo desenfrenados, el uso de qu¨ªmicos y otras pr¨¢cticas nocivas del sector de la moda.
Pero con la pandemia dio un paso m¨¢s. Junto con su colaborador, el dise?ador Philip Fimmano, pens¨® que deb¨ªan pasar a la acci¨®n. En 2020 crearon el Foro Mundial de la Esperanza, un evento de ideas innovadoras que representan el cambio que ambos promueven. El primero se celebr¨® el pasado octubre en Holanda ¨Del evento fue completamente online, pero las iniciativas se centran en un pa¨ªs¨D. Tras pasar por Francia, Brasil y Jap¨®n, el ¨²ltimo ha tenido lugar en Espa?a, con p¨²blico presencial por primera vez. Fue en Palma de Mallorca durante el encuentro internacional de artesanos XTANT. Ambos se sentaron a la sombra del Museo Esbaluard para conversar sobre sus preocupaciones y propuestas.
Pregunta. ?C¨®mo lleg¨® al Antifashion Manifesto?
Respuesta de Edelkoort. Lleg¨® un punto en el que me sent¨ªa muy culpable por formar parte de la maquinaria de la industria y fingir que no pasaba nada. Entend¨ª que, si quer¨ªa continuar con lo que hac¨ªa, ten¨ªa que escribir algo. Era un deber. Lo reescrib¨ª muchas veces para que fuera perfecto, pero fue muy doloroso porque era sobre mi comunidad.
P. ?Por qu¨¦ se sent¨ªa culpable?
R. E. Porque todos fing¨ªamos que lo que hac¨ªamos era moda cuando hac¨ªa ya tiempo que no lo era. Sent¨ª que era necesario decirlo. Y para dejar las cosas claras: no estoy en contra de la ropa, pero llam¨¦moslo ropa y no moda.
P. ?C¨®mo conseguir un cambio sin hacer que la gente se sienta culpable?
R. E. Ten¨ªan que sentirse culpables, ese era el prop¨®sito. Y de hecho se sent¨ªan culpables, pero me dec¨ªan tambi¨¦n que no pod¨ªan escapar. Y creo que el manifiesto ha ayudado. Muchas escuelas lo utilizan al comienzo de su ciclo de aprendizaje. La mayor¨ªa en la industria lo ha le¨ªdo. As¨ª que ha tenido impacto, pero no el suficiente. El hecho de que sigamos hablando del manifiesto significa que todav¨ªa est¨¢ ah¨ª y que podemos seguir debatiendo.
Respuesta de Fimmano. Una de las mayores llamadas de atenci¨®n fue el derrumbe de un edificio en Banglad¨¦s en 2013, cuando m¨¢s de 1.000 personas murieron porque las condiciones de trabajo eran para mantener los precios bajos. Li hizo una instalaci¨®n interesante, un par de a?os antes de escribir el manifiesto, que tambi¨¦n era una advertencia sobre el peaje que se pagaba por la fabricaci¨®n. Esa fue la primera vez que habl¨® de la culpa. Era decir que, igual que se asegura que usar pieles mata animales, cuando consumes moda barata significa que est¨¢s matando gente.
Lleg¨® un punto en el que me sent¨ªa muy culpable por formar parte de la maquinaria de la industria y fingir que no pasaba nadaLi EdelKoort
Y seis o siete a?os despu¨¦s tenemos la pandemia. La industria de la moda emplea a cientos de millones de personas en todo el mundo y las f¨¢bricas cerraron porque se congelaron los pedidos. Decenas de miles de personas en la India y el sudeste asi¨¢tico tuvieron que regresar a sus aldeas andando, no ten¨ªan dinero ni para tomar un autob¨²s o un tren, porque se quedaron sin trabajo. Muchas empresas de moda no pagaron sus facturas, no cuidaron de esos trabajadores porque estaban demasiado ocupados en no despedir a gente en las salas de dise?o en Europa y Am¨¦rica. Ninguna hizo un comunicado de prensa diciendo que mantendr¨ªan a las familias de sus trabajadores, con alojamiento y comida, hasta que todo se reactivase. Cuando hablamos de culpa y moda, esta es la mayor. Estamos hablando de cientos de millones de personas que trabajan en el sector textil y de confecci¨®n de ropa.
P. ?Si hubiera un cambio de modelo en la industria, qu¨¦ pasar¨ªa con toda esa gente?
R. E. Tienen que montar talleres para crear sus propias prendas, para sus pa¨ªses y los pa¨ªses vecinos. Ya tienen las habilidades, solo necesitan conocimientos adicionales en dise?o y distribuci¨®n. En general, en el futuro, cada regi¨®n deber¨ªa producir para s¨ª misma. India est¨¢ importando enormes cantidades de saris de poli¨¦ster de China; est¨¢ contaminando completamente la tierra, pero tambi¨¦n la historia del vestido. No podemos seguir transportando de ida y vuelta, una y otra vez. En Normand¨ªa, donde tengo casa, hay muchos campos de lino. Se cosecha y luego se env¨ªa a China porque nadie en Francia puede fabricar el hilo, luego ese hilo hecho en China regresa a Europa a las casas de lujo que elaboran prendas que luego se env¨ªan tambi¨¦n a China. Es incre¨ªble.
P. Por lo tanto, no se trata de matar a la industria, sino reinvertirla localmente.
R. E. S¨ª, necesitamos reinventar lo local. Y tambi¨¦n dir¨ªa, empoderar a los trabajadores y que desarrollen su creatividad, sus ideas. Tambi¨¦n se les pueden dar peque?os pr¨¦stamos. Hay bordadores incre¨ªbles y trabajadores cualificados que pueden continuar su trabajo porque no es masivo. El verdadero problema es esta enorme cantidad de ropa fea con telas horribles.
Lleg¨® un punto en el que me sent¨ªa muy culpable por formar parte de la maquinaria de la industria y fingir que no pasaba nadaLi Edelkoort
P. ?Y creen que la gente es m¨¢s consciente del impacto de la industria en la agricultura, el agua, el planeta?
R. E. S¨ª, pero a todo el mundo le gusta ir guapo. Y ceden. Aunque creo que la gente se siente culpable, por eso la segunda mano est¨¢ en auge.
P. ?Qu¨¦ opinan de algunas iniciativas de las grandes marcas, que intentan ser o pretenden ser sostenibles?
R. E. Algunas lo son. Se han dado pasos, sobre todo, en el campo de la fibra, el textil. El problema est¨¢ en la industria de la confecci¨®n, en la cantidad de ropa, de colecciones, art¨ªculos¡ Los n¨²meros desorbitados... No necesitamos todo eso.
R. F. Los consumidores tienen mucha presi¨®n con el pr¨¦stamo de sus coches, pagar la hipoteca, dar de comer a sus hijos. Preocup¨¢ndose de c¨®mo pagar las vacaciones, la Navidad¡ No tienen capacidad acometer grandes cambios, a pesar de que los ni?os peque?os probablemente quieren que los hagan. Entonces, las marcas tienen que asumir la responsabilidad de educar y hacer las cosas bien, porque son las que tienen el poder de usar sus ganancias, reducirlas, para actuar correctamente.
Las marcas tienen que asumir la responsabilidad de actuar correctamente, porque son las que tienen el poder de reducir, para hacerlo mejorPhilip Fimmano
No se puede decir que, ense?ando a los consumidores, ellos elegir¨¢n bien. Porque siempre optar¨¢n por la mejor oferta y poder hacer todo lo que quieren. Pero cada marca puede asumir la responsabilidad de instruir a sus consumidores sobre por qu¨¦ las cosas cuestan m¨¢s y tambi¨¦n de sus propios residuos. Es imposible que una sola empresa se encargue de todo el desperdicio, as¨ª que cada cual tendr¨¢ que hacerlo por s¨ª misma. Creo que esa es la mejor soluci¨®n.
P. Otras industrias como alimentaria o la tecnol¨®gica tampoco son sostenibles...
R. E. Ocurre en todas las industrias, pero en la moda es particularmente terrible. Desde principios de siglo se ha desbocado. Antes todav¨ªa exist¨ªa una especie de sentido com¨²n. Y de repente, las cantidades era abrumadoras. La inteligencia artificial les deber¨ªa permitir saber cu¨¢nto van a vender. Pero todav¨ªa se queman miles de millones de prendas. Entonces, ?d¨®nde est¨¢ el error? ?Qui¨¦n es responsable de todo este exceso? Es extra?o, no deber¨ªa ocurrir.
La inteligencia artificial les deber¨ªa permitir saber cu¨¢nto van a vender. Pero todav¨ªa se queman miles de millones de prendasLi Edelkoort
P. El derrumbe del Rana Plaza fue un punto de inflexi¨®n. Pero ?creen que los movimientos de j¨®venes ambientalistas como Fridays for Future pueden impulsar la transformaci¨®n de la industria?
R. E. Son una gran generaci¨®n y est¨¢n cambiando. Muchos ni siquiera compran ropa, la intercambian. Eso ayuda. Si tienes una generaci¨®n que rompe la cadena, eso contribuir¨¢ a crear un nuevo sistema.
P. Tienen esperanzas en la nueva generaci¨®n. Y ustedes organizan un Foro Mundial de la Esperanza, ?en qu¨¦ consiste?
R. E. Estuvimos juntos en Sud¨¢frica y concedimos una entrevista escrita a la revista Dezeen que fue le¨ªda por un mill¨®n de personas. Una locura. Trataba sobre la covid y lo que suceder¨ªa. Y de repente comprend¨ª que hay mucha gente escuch¨¢ndonos. Lo hablamos y pensamos que ten¨ªamos que hacer algo, no solo escribir. Necesitamos ser m¨¢s activistas. Y creamos esta idea de un foro que fuera el anti Foro Econ¨®mico Mundial, basado en la creatividad y visi¨®n de futuro que tienen los creadores. Lo que hacemos estos s¨¢bados es unir a gente de todo el mundo, cada vez en un nuevo pa¨ªs, presentando grandes oradores que cuentan c¨®mo dejaron un trabajo porque no lo soportaban m¨¢s, empezaron a hacer algo distinto y ahora tienen mucho ¨¦xito. Explican c¨®mo hacen zapatillas de deporte un 99% ecol¨®gicas y venden m¨¢s de nueve millones. Y tambi¨¦n pagan muy bien a todos sus empleados. Y luego hablan del problema del agua y de soluciones alimentarias. Te trasladas por un d¨ªa a Jap¨®n, Brasil o Espa?a. Y cuando termina, tienes esperanza. Piensas que quiz¨¢ es posible cambiar. Eso es lo que queremos conseguir.
R. F. Estas personas inspiran a otros a hacer lo mismo. Sol¨ªan estar en grandes empresas, eran vicepresidentes, directivos, y le dan la espalda a ganar dinero para hacer algo que es bueno. O mejor. Y, aun as¨ª, ganar dinero en muchos casos.
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R. La idea es crear una nueva econom¨ªa, pero una m¨¢s equitativa. As¨ª que tenemos que trabajar tambi¨¦n en el 1% [de ricos].
R. F. Hay otras formas de ganar dinero. Y el ¨¦xito puede ser que creas empleo digo, estar orgulloso de tu trabajo. El dinero no es la ¨²nica forma de obtener bienestar en el futuro. Existe lo que la gente llama la econom¨ªa de la felicidad, que es la positividad como recurso.
P. Las prendas artesanas y la moda sostenible quiz¨¢ no son asequibles para todo el mundo. ?Ser un consumidor responsable es caro?
R. F. No siempre. Hay algunos productos hechos a mano que tambi¨¦n son econ¨®micos. Depende del tiempo que se ha invertido en ellos, lo que est¨¢ relacionado con precios y comercio justos. ?Por qu¨¦ se tiene que remunerar menos a la gente que produce en pa¨ªses del tercer mundo que a los de aqu¨ª?
El ¨¦xito puede ser que creas empleo digo, estar orgulloso de tu trabajo
P. ?Qu¨¦ sistema proponen como alternativa al actual?
R. E. Sistemas econ¨®micos hol¨ªsticos que, como en una familia, todo el mundo, tiene un poco. Tenemos que compartir los recursos, la responsabilidad y la felicidad.
R. F. El objetivo del foro cuando hablamos de ser un anti-Davos es decir que, si vamos a redise?ar el mundo poscovid, las personas creativas, los dise?adores, los pensadores, los arquitectos o los artesanos deber¨ªan opinar y contribuir. Ya se redise?¨® el planeta despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial, y los arquitectos y dise?adores ayudaron a reimaginar una sociedad m¨¢s igualitaria. Pero en vez de hacerles caso, se dio el poder a los accionistas, la gente del dinero, y se dej¨® todo en manos del marketing y las finanzas. Ya sabemos ad¨®nde nos han tra¨ªdo, causado mucho da?o ambiental. Sabemos que este sistema no funciona.
P. ?C¨®mo no cometer los errores del pasado?
R. E. Ahora sabemos exactamente d¨®nde est¨¢ el problema. En cierto modo, es f¨¢cil dise?ar un cambio. Pero a las grandes fortunas no les gusta. Ni siquiera pagan sus impuestos. Aqu¨ª es donde las personas pueden ser activistas al no comprar en empresas como Amazon. El due?o es el hombre m¨¢s rico del mundo y no paga impuestos en ning¨²n lado. Es inconcebible. Tiene que ser castigado de un modo u otro.
P. ?La crisis desencadenada por la covid puede acelerar esas transformaciones?
R. F. Las generaciones m¨¢s j¨®venes interpelan a sus padres. En los hogares se habla de reciclar o no comer carne. Tienen arraigada la idea de cambio y tratan de convencer a las personas de nuestra edad para que cambiemos tambi¨¦n. Cuando crezcan, voten y est¨¦n en el poder, tendr¨¢n los medios para tomar decisiones diferentes.
R. E. En la universidad Polit¨¦cnica en Francia, por ejemplo, m¨¢s de 100 estudiantes firmaron un manifiesto en el que promet¨ªan que no iban a trabajar en industrias nocivas para el medio ambiente y que abusan de las personas. No se postular¨¢n para ser contratados. Y esta es exactamente la gente que yo querr¨ªa fichar.Todos los d¨ªas hay un paso en alguna parte. As¨ª que nos pueden decir que somos ut¨®picos o que estamos completamente locos, sin embargo, si unimos todos esos fragmentos de avances, estamos hablando de algo grande.
Deber¨ªan dar todo el poder a las mujeres y as¨ª escuchar ser¨ªa un poco m¨¢s f¨¢cil; porque los hombres no saben hacerlo porque siempre quieren hablarPhilip Fimmano
P. Esperemos tener tiempo suficiente porque estamos destruyendo el planeta muy r¨¢pido, seg¨²n la ONU.
R. E. Tenemos una generaci¨®n. Los beb¨¦s que nacen ahora ser¨¢n los ¨²ltimos si no rectificamos. Ellos no podr¨¢n tener ni?os. Esa es la fecha l¨ªmite. Es muy urgente. Y tiene que ser dicho con estos t¨¦rminos. Todo el que planee tener un hijo ahora, deber¨ªa comprometerse a trabajar muy duro para poder tener nietos.
P. Dicen que cuando acaba cada Foro se sienten optimistas. ?Cu¨¢ndo emerge su pesimismo?
R. E. Cuando miro desfiles de moda. Hay demasiadas cosas, muchos materiales y colores sint¨¦ticos. Es decepcionante.
R. F. El volumen y el desperdicio son los mayores desaf¨ªos. Se fabrican decenas de millones de prendas cada a?o, lo que crea un volumen de basura escandalosa.
A veces me golpea el pesimismo, pero luego ense?amos en las escuelas y vemos que hay toda una nueva generaci¨®n que es mucho m¨¢s responsable, activista, y van a ser mucho m¨¢s estrictos y duros con las marcas que nosotros. Lo van a redise?ar todo. Es solo cuesti¨®n de que los pol¨ªticos y las empresas escuchen. De hecho, deber¨ªan dar todo el poder a las mujeres y as¨ª escuchar ser¨ªa un poco m¨¢s f¨¢cil; porque los hombres no saben hacerlo porque siempre quieren hablar. Y necesitamos hablar menos y escuchar m¨¢s. Especialmente los hombres.
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