Los ¡®hijos de Sankara¡¯ marchan hacia el cambio
M¨¢s y mejores pol¨ªticas de inclusi¨®n y, en definitiva, una verdadera democracia. Estos son los deseos de la juventud de Burkina Faso, un pa¨ªs que estren¨® 2022 con un golpe de Estado y ahora aspira a celebrar unas elecciones libres
¡°Ya no pod¨ªamos aguantar m¨¢s la situaci¨®n del pa¨ªs: quer¨ªamos un cambio y ya lo tenemos. Hay que esperar para ver qu¨¦ nos ofrecer¨¢ en los d¨ªas venideros. No hubo revueltas tras el golpe de Estado, pues la persona que tom¨® el mando inspira confianza a la poblaci¨®n¡±. Son palabras de Congo Lassan¨¦, presidente de M¨º-Toec¨¦ y posible aspirante a alcalde en las pr¨®ximas elecciones locales de Burkina Faso. El 16 de febrero, el nuevo jefe de Estado de este pa¨ªs, el teniente coronel Paul Henri Sandaogo Damiba, prest¨® juramento del cargo ante la Constituci¨®n restablecida. ?l es el l¨ªder de los sublevados del pasado 24 de enero, en su mayor¨ªa militares j¨®venes, y cre¨® el Movimiento Patri¨®tico por la Salvaguarda y la Restauraci¨®n (MPSR). Ahora el pa¨ªs vive un periodo de transici¨®n hasta que se convoquen las nuevas elecciones dentro de tres a?os.
Estos hechos se han producido en medio del descontento de miembros del Ej¨¦rcito y de las protestas de la sociedad civil, encabezadas tambi¨¦n por la juventud burkinesa. Ambos acusan al Gobierno de inacci¨®n frente al avance de la violencia yihadista desde 2015; hasta entonces, el pa¨ªs era un remanso de estabilidad y paz en una regi¨®n convulsa. Mientras que desde la citada fecha Burkina Faso sufr¨ªa atentados con v¨ªctimas mortales, el reciente presidente depuesto, Roch Kabor¨¦, era acusado de malversar fondos ¨Cque deber¨ªan destinarse al pueblo¨C y de inacci¨®n frente al terrorismo creciente.
De 2016 a 2019, las v¨ªctimas de los ataques subieron de 80 a 1.800, como desvel¨® el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU). A ello hay que sumar la desesperaci¨®n de 1,81 millones de personas desplazadas forzosamente ¨Clo que supone m¨¢s del 8% de poblaci¨®n total del pa¨ªs¨C, seg¨²n datos de la ONU del 31 de marzo. Una gran parte del territorio es inaccesible por la inseguridad y la violencia extremista que deja aldeas y pueblos arrasados, pr¨¢cticamente ¡°borrados del mapa¡±.
Nueva esperanza en Burkina Faso
Congo Lassan¨¦ forma parte de la llamada ¡°nueva generaci¨®n consciente¡±. ?l ha optado por quedarse en su pa¨ªs para contribuir a su mejora, a pesar de ser uno de los pocos privilegiados que puede disponer de un visado para atravesar las fronteras por v¨ªas seguras. Ve con esperanza este cambio de Jefe de Estado: Damiba, el nuevo presidente, al jurar el cargo el 16 de febrero, se present¨® al pa¨ªs con un discurso que incluye como objetivos primordiales el cese de las matanzas y del terrorismo.
El pasado 21 de marzo, una reuni¨®n de gabinete en torno al Jefe del Ejecutivo trataba de reforzar la base sobre la que deben enraizarse todas las acciones del Gobierno en el ¨¢mbito de la gesti¨®n de la crisis de seguridad. Los otros objetivos del discurso son: facilitar que los desplazados internos puedan regresar a sus pueblos de origen, llevar a cabo la transformaci¨®n de la Administraci¨®n que reclaman los ciudadanos, practicar una gobernanza inclusiva y luchar contra la corrupci¨®n. Lassan¨¦ recalca que todos quer¨ªan que dejara su cargo el presidente depuesto, Roch Kabor¨¦, que fue nombrado porque ¡°el pa¨ªs est¨¢ corrupto hasta los huesos¡±, opina Lassan¨¦. ¡°Tras la revuelta popular de 2014, el pueblo quer¨ªa un cambio y no que el presidente electo fuese el de la Asamblea Nacional del r¨¦gimen que se derrocaba, cosa que s¨ª sucedi¨® por fraude electoral¡±, denuncia. A?ade que en muchos pa¨ªses africanos como el suyo hay un analfabetismo elevado y las campa?as electorales no son reales. Mientras en naciones occidentales se presentan programas de gobierno, ¡°aqu¨ª vas a las aldeas, distribuyes arroz y dinero y ver¨¢s c¨®mo luego te van a votar seguro¡±, denuncia.
Lassan¨¦ es una persona muy comprometida con su patria y piensa que, si se presenta como candidato a las pr¨®ximas elecciones municipales de To¨¦c¨¦, podr¨ªa contribuir a sensibilizar y aportar ideas positivas de desarrollo a su aldea. Expone que cada pa¨ªs debe hacer lo que pueda por el bienestar de su pueblo, seg¨²n su historia, seg¨²n su cultura y sin imitar a otros estados. ¡°Tenemos que despertar y proclamar que nuestro desarrollo realmente depende de nosotros. Hemos de construir nosotros mismos nuestra ?frica¡±.
Estos ideales recuerdan a los del expresidente panafricano Thomas Sankara, ¡°que en cuatro a?os de mandato logr¨® lo que no se ha podido hacer en m¨¢s de 20 o 30 en otros pa¨ªses africanos¡±, pues luch¨® contra la corrupci¨®n y el hambre, y promovi¨® la reforestaci¨®n, la educaci¨®n, la salud y los derechos de las mujeres. Para Sankara era vital huir del alineamiento colonial heredado y arremeti¨® contra el imperialismo, ganando muchos seguidores m¨¢s all¨¢ del continente. ¡°Sankara es mi padre espiritual. Es el efecto de la luz en una oscuridad, no solo para m¨ª, sino para toda Burkina y otros pa¨ªses de ?frica¡±, explica Lassan¨¦. A?ade que antes de su asesinato, en 1987, Sankara dej¨® marcado un camino claro para el futuro. Sus propuestas e ideas siguen vigentes hoy, aunque no se llegan a implementar a causa de la corrupci¨®n y de intereses externos.
Como presidente de M¨º-Toec¨¦ desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, Lassan¨¦ es un ejemplo de los burkineses que dedican su vida a mejorar las condiciones de su poblaci¨®n regional a trav¨¦s de organizaci¨®n no gubernamentales (ONG) locales. Ha fundado el Centro de Recuperaci¨®n y Educaci¨®n Nutricional para atender a ni?os malnutridos, y su asociaci¨®n trabaja tambi¨¦n para proveer de agua potable a las aldeas de los alrededores. Como educador, ide¨® un programa de formaci¨®n para ni?os sin recursos o hu¨¦rfanos incentivado por la pr¨¢ctica del f¨²tbol. Ello le llev¨® a hacer colaboraciones con el Futbol Club Barcelona. Recalca que ellos no son pobres, sino que han sido empobrecidos y tambi¨¦n que Occidente les ha creado unas ¡°necesidades artificiales¡± que antes ni se planteaban.
El suyo es considerado por la ONU como uno de los diez pa¨ªses m¨¢s empobrecidos del mundo, a pesar de ser el cuarto productor de oro de ?frica. ¡°Si los burkineses nos unimos y reflexionamos, veremos que podemos aprovechar las riquezas de nuestro pa¨ªs para el beneficio de nuestro pueblo, y podemos llegar a ser de los m¨¢s adinerados del mundo¡±, proclama.
Adversidades en el ¡°pa¨ªs de los?hombres ¨ªntegros¡±
Tanto Lassan¨¦ como la poblaci¨®n mayoritaria esperaban cambios profundos tras el levantamiento popular que lideraron los j¨®venes en 2014. Esta insurrecci¨®n desemboc¨® en la dimisi¨®n del dictador Blaise Compaor¨¦, quien estuvo en el poder durante 27 a?os con el apoyo de Francia. La elecci¨®n del presidente Kabor¨¦ en 2015 auguraba una mejor¨ªa; sin embargo, se sienten traicionados. Ahora depositan su confianza en este nuevo cambio. ¡°Ya basta, ?a los burkineses les toca decidir!¡±, se escucha en los debates estudiantiles de las universidades de Uagadug¨², la capital.
La nueva generaci¨®n del pa¨ªs, los llamados ¡°hijos de Sankara¡±, se est¨¢ movilizando en los ¨²ltimos a?os, como lo demuestra el movimiento Balai Citoyen (que en franc¨¦s significa escoba ciudadana, en el sentido de que ellos barren la corrupci¨®n). Es una juventud que clama contra el neocolonialismo y que presiona a los dirigentes para restablecer los derechos humanos y la justicia en el pa¨ªs. Bien considerado por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, este movimiento ha presentado denuncias contra el Gobierno?para exigir justicia.
El sentimiento antifranc¨¦s va en aumento, pues ven que en realidad la suya no es una ayuda honesta, ya que, de hecho, el terrorismo se ha multiplicado desde 2014. Piensan que Francia act¨²a seg¨²n sus intereses, explotando las riquezas de su pa¨ªs, y sin protegerlos realmente de la violencia extrema.
Hubert Crepin, coordinador de la ONG local Eau Vie Sahel (AEVS), manifiesta que los j¨®venes graduados y con diplomas se encuentran sin trabajo y est¨¢n desesperados en uno de los pa¨ªses con m¨¢s porcentaje de poblaci¨®n joven en el mundo. Por ello, mientras algunos de ellos forman nuevos movimientos pol¨ªticos para presionar a su pa¨ªs, otros se ven abocados a la migraci¨®n clandestina, pues creen en el sue?o del Dorado: ¡°Si llegan a Europa, donde hay muchas empresas, podr¨¢n trabajar y hacer realidad sus deseos¡±.
Peor lo tiene la juventud empobrecida de las aldeas del norte del pa¨ªs, que es reclutada por los movimientos extremistas para luchar incluso contra su propia aldea. Expone que las causas de la falta de empleos tras la presidencia de Sankara son por el mal gobierno, como el del r¨¦gimen de Compaor¨¦ durante 27 a?os. ¡°No han desarrollado una estrategia para gestionar una pol¨ªtica nacional de empleo y, por contra, la corrupci¨®n est¨¢ muy desarrollada. Adem¨¢s, nuestros recursos est¨¢n explotados por compa?¨ªas extranjeras que casi no ofrecen puestos de trabajo a los locales, y la riqueza vuela fuera de las fronteras¡±, exclama.
Le afligen profundamente las oleadas de ataques terroristas que desde 2015 destruye su pa¨ªs. Adem¨¢s, tal como ha declarado el portavoz del Gobierno, Alkassoum Maiga, a principios de a?o, ¡°3.280 escuelas est¨¢n cerradas, ¨Cque representan un 13,09%¨C, hecho que afecta a m¨¢s de medio mill¨®n de alumnos¡±.
Crepin, ¨Ccomo Lassan¨¦¨C, ha optado por trabajar en beneficio de la poblaci¨®n local en lugar migrar. Su organizaci¨®n consigue proveer de agua potable a algunas escuelas y a poblados localizados lejos de la capital a donde no llega el Estado. Esta labor se ve impactada negativamente por el terrorismo, ya que no puede intervenir en todas las aldeas donde antes trabajaba, los desplazamientos se han limitado y han de ser supervisados por la polic¨ªa. Por ¨²ltimo, los colaboradores externos que financian los pozos no pueden acudir a realizar el seguimiento de los proyectos.
Montse Vallmitjana es vicepresidenta y cofundadora de la ONG Aigua per al Sahel, que trabaja en proyectos de cooperaci¨®n en Burkina Faso desde hace m¨¢s de 30 a?os. Lamenta profundamente el asesinato de civiles y militares desde 2015 con la llegada de los extremistas, y declara que la inestabilidad pol¨ªtica del pa¨ªs genera mucha inseguridad y dificulta el trabajo. A ello se suma que las subvenciones p¨²blicas de la Agencia Catalana de Cooperaci¨®n y del Ayuntamiento de Barcelona ya no financian construcciones de infraestructuras como pozos, ni acciones fuera de las grandes ciudades, que es a lo que se dedica y donde act¨²a la citada organizaci¨®n.
Desde Catalu?a, los voluntarios de esta organizaci¨®n se esfuerzan para encontrar alternativas en peque?os financiadores y para mantener el acompa?amiento y soporte a los poblados desfavorecidos de Burkina Faso. Ellos tambi¨¦n esperan que con el nuevo Gobierno se abra un futuro positivo para dicho pa¨ªs. ¡°Vamos a seguir, sea como sea, y ahora, a¨²n es m¨¢s necesario¡±, se?ala Vallmitjana.
La fuerza de nuevas generaciones contin¨²a tras las fronteras
Nebon Babou Bassono, (conocido como Babou) es militante del movimiento social Balai Citoyen, y tambi¨¦n, como Lassan¨¦, forma parte de la nueva generaci¨®n consciente burkinesa. ?l opt¨® por migrar a Espa?a buscando un futuro mejor. Desde hace casi 15 a?os suma a su activismo por su patria la defensa de los derechos de las personas migrantes consideradas ¡°ilegales¡± en el pa¨ªs europep. Para dicho colectivo, el intento de regularizar su situaci¨®n es una tarea ardua y casi imposible por las dificultades de la Ley de Extranjer¨ªa espa?ola. En este sentido, Babou es promotor pionero del colectivo #RegularizacionYa, plataforma que actualmente est¨¢ lanzando a nivel estatal una campa?a de recogida de firmas para una ILP (iniciativa legislativa popular)?y as¨ª conseguir su posterior debate en el Congreso de los Diputados espa?ol.
Babou considera que las causas reales de la emigraci¨®n en ?frica son el neocolonialismo y el despojo sin escr¨²pulos de los recursos naturales del continente por parte de las potencias capitalistas desde hace siglos. Este expolio continuado ha generado la extrema pobreza con graves consecuencias en la actualidad, las enormes desigualdades existentes debido a la mala redistribuci¨®n de las riquezas y la falta de oportunidades para la juventud.
Delegado de la di¨¢spora burkinesa en Espa?a y presidente de la Asociaci¨®n de Burkinabeses de Barcelona, Babou se distingue por su activismo, tanto en foros internacionales organizados en Canarias, como en las manifestaciones contra el desalojo de la llamada ¡°casa de ?frica¡± en la capital catalana, donde habitan personas ¡°sin papeles¡±. Se considera sankaractivista y aplaude la reanudaci¨®n efectiva del juicio por el asesinato de Thomas Sankara y sus 12 compa?eros, magnicidio que a¨²n sigue impune despu¨¦s de 30 a?os: finalmente la Fiscal¨ªa militar ha exigido el 8 de febrero 30 a?os de prisi¨®n para el expresidente Compaor¨¦. ¡°Sankara fue y seguir¨¢ siendo mi ¨ªdolo y el modelo a seguir, al igual que lo es para la nueva generaci¨®n africana¡±, recalca.
Babou explica que la crisis econ¨®mica, la corrupci¨®n y la mala gobernanza son algunas de las causas principales de los recientes golpes de Estado en Guinea-Conakri, en Mali y en su pa¨ªs, Burkina Faso. En los ¨²ltimos a?os, la inseguridad debida al terrorismo se ha convertido en la principal preocupaci¨®n de las poblaciones de los pa¨ªses del Sahel. En el caso de Burkina, hay que a?adir la gran decepci¨®n de todos los actores que hicieron posible el levantamiento popular que lideraron los j¨®venes en 2014 y que acab¨® con la huida del dictador Compaor¨¦. Se esperaba haber conseguido algo mejor hasta hoy, pero lamentablemente la realidad es otra. Su expectativa es que el MPSR que ha tomado el mando del pa¨ªs tenga como m¨¢xima prioridad la lucha contra la inseguridad y facilite el regreso de todos los desplazados internos a sus localidades de origen.
Babou se?ala que la cara positiva del continente africano no es visible en Occidente: ¡°?frica se est¨¢ movilizando: existe una joven generaci¨®n plenamente consciente que se deja la piel todos los d¨ªas y clama alto y fuerte el lema de ¡®ya nada ser¨¢ como antes¡±. Recalca que, desde el pacifismo, estos movimientos juveniles ejercen de contrapoder y se definen como centinelas de los avances democr¨¢ticos.
La juventud africana actual, frustrada por la mala gesti¨®n de sus gobiernos, ha comprendido que ha de ser actora del debate pol¨ªtico y si es necesario, ha de asumir su responsabilidad (como ya hizo en el levantamiento popular de 2014). Estos movimientos se cuestionan el poder establecido y presionan a sus dictadores y dirigentes a trav¨¦s de nuevos m¨¦todos e instrumentos, ya sea a trav¨¦s de asociaciones estudiantiles, as¨ª como desde el arte, desde Twitter ¨Cpara movilizar masivamente a la poblaci¨®n¨C hasta el rap y el grafiti. Son organizaciones que han demostrado su eficacia, como Y¡¯en a Marre (?ya estoy harto!, en franc¨¦s) de Senegal, que naci¨® en oposici¨®n al tercer mandato del presidente, y fue el ejemplo seguido para la creaci¨®n de Balai Citoyen, actualmente hermanados. Tambi¨¦n destacan el Frente Revolucionario Anti-Imperialista Popular y Panafricano (FRAPP) y el Colectivo #480 en Senegal, y Filimbi y Lucha en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC). El debate descolonizador y lograr la plena soberan¨ªa de sus Estados est¨¢n de plena actualidad y son los temas m¨¢s candentes para todos ellos.
Babou enfatiza que hay muchas preguntas sin respuesta, siendo la m¨¢s crucial la siguiente: ?Por qu¨¦ ?frica es tan rica y tan pobre a la vez? La juventud africana consciente, tanto de all¨ª como desde la di¨¢spora, necesita respuestas convincentes y se permite cuestionarlo todo: la moneda colonial, la presencia militar de tropas extranjeras en sus territorios, el drama de la emigraci¨®n, la pol¨ªtica migratoria de la Europa-fortaleza y la externalizaci¨®n de las fronteras, entre otras cuestiones clave.
La eficacia de estos movimientos juveniles ha quedado demostrada en diferentes pa¨ªses, ya que han generado din¨¢micas de cambio hacia una verdadera democracia. Pero, a menudo, estos logros quedan ocultos por el gran peso de lo negativo en los medios de comunicaci¨®n, encasillando a los africanos en los temas de hambre, guerra, sida, miseria, golpes de Estado¡ A pesar de ello, personalidades y eminencias africanas auguran que gracias a estos j¨®venes ser¨¢ posible el advenimiento de una sociedad africana basada en sus realidades socioculturales. Su responsabilidad es grande, porque ellos traen esperanza para un futuro mejor.
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