Los mosquitos que transmiten la malaria en ?frica son sensibles al deshielo en Groenlandia

El r¨¢pido deshielo de la capa de hielo de Groenlandia es uno de los riesgos conocidos del cambio clim¨¢tico, sobre todo por la subida del nivel del mar que provocar¨ªa. Sin embargo, tal fen¨®meno tendr¨ªa otras consecuencias m¨¢s inesperadas a miles de kil¨®metros de distancia. En ?frica, por ejemplo, esta fusi¨®n podr¨ªa afectar a la transmisi¨®n de la malaria por los mosquitos, como demuestra un estudio reciente publicado en Nature Communications que re¨²ne a investigadores de diferentes laboratorios de Francia (LSCE), Italia (ICTP) y el Reino Unido (Universidad de Liverpool).

Como recordatorio, la malaria es una enfermedad causada por el par¨¢sito Plasmodium, que provoc¨® la muerte de 627.000 personas en 2020, seg¨²n el ¨²ltimo informe de la OMS, el 96% de las cuales se encontraban en ?frica. Adem¨¢s, el continente concentra 228 de los 241 millones de casos registrados en el mundo ese a?o, es decir, el 95%. El 77% de las muertes fueron de ni?os menores de cinco a?os.

Temperatura y transmisi¨®n

La transmisi¨®n de la malaria no es posible directamente entre seres humanos: el par¨¢sito necesita un vector, en este caso un mosquito hembra de la especie Anopheles. Cuando el mosquito pica a una persona enferma, absorbe los par¨¢sitos presentes en su sangre, que se desarrollan en el cuerpo del insecto antes de ser retransmitidos a un nuevo hu¨¦sped durante una siguiente picadura.

El tiempo que tarda el par¨¢sito en desarrollarse en el mosquito, entre la ingesti¨®n y la transmisi¨®n, depende de la temperatura: cuanto m¨¢s alta es la temperatura, m¨¢s corto es el tiempo. Como el insecto es ectot¨¦rmico, su temperatura corporal depende directamente de la temperatura ambiente. Si el mosquito se desarrolla con demasiada lentitud, debido a la baja temperatura, morir¨¢ antes de poder retransmitir el par¨¢sito.

Los mosquitos Anopheles tambi¨¦n son sensibles a las condiciones meteorol¨®gicas. Para que se desarrollen, las temperaturas deben estar entre 16 y 40 ¡ãC. Tambi¨¦n necesitan agua para poner sus huevos y desarrollar sus larvas, lo que ocurre en entornos acu¨¢ticos (charcos, piscinas, etc¨¦tera). Por otro lado, un exceso de lluvia puede destruir los huevos y las larvas.

?Est¨¢ la supervivencia del mosquito amenazada?

Con el cambio clim¨¢tico, las temperaturas en ?frica est¨¢n aumentando. Es posible que algunas zonas se vuelvan demasiado calientes en el siglo XXI para que los mosquitos puedan sobrevivir. Es el caso de la regi¨®n del Sahel en ?frica Occidental.

Otras zonas, que antes eran demasiado fr¨ªas para permitir la transmisi¨®n sostenida de la malaria, alcanzar¨¢n, en cambio, temperaturas lo suficientemente altas como para permitir la supervivencia del mosquito, el desarrollo del par¨¢sito y, por tanto, te¨®ricamente la transmisi¨®n de la enfermedad; este es el caso de las tierras altas de ?frica oriental.

Esto se ha demostrado mediante simulaciones num¨¦ricas del clima futuro. Para llevar a cabo estas simulaciones, hay que elegir un escenario que describa las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo del siglo seg¨²n determinados supuestos. A partir de estas emisiones de gases de efecto invernadero, el modelo, que incluye ecuaciones f¨ªsicas que describen el sistema clim¨¢tico, simula las condiciones clim¨¢ticas del pr¨®ximo siglo.

Los valores de precipitaci¨®n y temperatura as¨ª generados se introducen en otros modelos num¨¦ricos, esta vez para estudiar el riesgo de transmisi¨®n del paludismo vinculado a los cambios.

Deshielo y cambios en la circulaci¨®n oce¨¢nica

Sin embargo, los modelos clim¨¢ticos no representan toda la complejidad del sistema terrestre. No tienen en cuenta, por ejemplo, el impacto de un posible deshielo r¨¢pido de la capa de hielo de Groenlandia.

Los cient¨ªficos saben, gracias al estudio de climas pasados, que es probable que una gran cantidad de hielo se desprenda de manera repentina y poco previsible. Al derretirse, suministrar¨ªa agua dulce al Atl¨¢ntico Norte, que es una regi¨®n clave para el clima mundial.

En esta zona, el agua superficial c¨¢lida procedente del ecuador se enfr¨ªa y se saliniza, ya que el agua del mar que forma el manto de hielo libera la sal que contiene. Esto densifica el agua, que se hunde en el fondo del oc¨¦ano, arrastrando las corrientes marinas como una cinta transportadora. Este movimiento es la fuerza motriz de la circulaci¨®n oce¨¢nica, conocida como circulaci¨®n termohalina.

La posibilidad de que entre agua dulce en el Atl¨¢ntico Norte reducir¨ªa, por tanto, la densidad del agua y frenar¨ªa el descenso del agua fr¨ªa. Si el motor de la circulaci¨®n termohalina se ralentiza, toda la circulaci¨®n oce¨¢nica cambia. Esto ralentizar¨ªa el transporte de calor a trav¨¦s del oc¨¦ano.

El aumento de la temperatura y el deshielo

Dado que el oc¨¦ano y la atm¨®sfera est¨¢n en constante interacci¨®n, una transformaci¨®n de las corrientes oce¨¢nicas tambi¨¦n repercutir¨¢ en la circulaci¨®n atmosf¨¦rica, lo que provocar¨ªa cambios clim¨¢ticos (presiones atmosf¨¦ricas, vientos, temperaturas, precipitaciones) que podr¨ªan llegar a ?frica.

El aumento de la temperatura debido al incremento de los gases de efecto invernadero se ve mitigado por el deshielo de Groenlandia. El cambio en la circulaci¨®n atmosf¨¦rica tambi¨¦n hace que las lluvias tropicales se desplacen hacia el sur.

Estos cambios en la temperatura y las precipitaciones difieren de las simulaciones est¨¢ndar, que solo tienen en cuenta el aumento de los gases de efecto invernadero. Pero tambi¨¦n afectan al ciclo vital del mosquito, al desarrollo del par¨¢sito y, por tanto, a la transmisi¨®n de la malaria en ?frica, que se desplaza hacia el sur en estas simulaciones.

?La malaria se desplaza al sur de ?frica?

El objetivo de este art¨ªculo es comparar el efecto del calentamiento global, con y sin simulaciones, de un derretimiento abrupto del hielo de Groenlandia con la malaria en ?frica. Cuando las simulaciones tienen en cuenta el impacto adicional de esta r¨¢pida fusi¨®n del hielo, se observan tres resultados importantes.

En la regi¨®n del Sahel, el fen¨®meno de la reducci¨®n del riesgo de transmisi¨®n de la malaria se amplifica. Adem¨¢s del aumento de las temperaturas relacionado con el calentamiento global, esta regi¨®n tambi¨¦n recibe menos precipitaciones, ya que la banda de lluvias se ha desplazado considerablemente hacia el sur.

El aumento del riesgo de transmisi¨®n de la malaria en ?frica Oriental se ve mitigado por el hecho de que las temperaturas no aumentan tanto cuando se incluye el deshielo. Por otro lado, existe un riesgo de transmisi¨®n de la malaria en el sur de ?frica debido a las mayores precipitaciones.

Si el clima puede dificultar la transmisi¨®n de la enfermedad, no debemos contar con ¨¦l para erradicarla: las pol¨ªticas de salud p¨²blica y el desarrollo econ¨®mico y social son ahora la principal clave para frenar esta plaga. Varios pa¨ªses, como China, han conseguido eliminarla de su territorio a pesar de que el clima sigue siendo favorable a la transmisi¨®n.

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