La caja ¡®m¨¢gica¡¯ en la que las ni?as de Kibera depositan sus problemas y salen soluciones
Una ONG keniana desarrolla un proyecto en el mayor barrio informal de Nairobi para que las chicas denuncien en un espacio seguro casos de violencia que est¨¦n padeciendo para as¨ª poder resolverlos
Brenda Kalekye, exalumna de la Soda Academy del suburbio de Kibera, en Nairobi (Kenia), es una de las orgullosas beneficiarias del proyecto Talking Boxes (cajas que hablan) puesto en marcha por Polycom Development. La iniciativa financi¨® la totalidad de sus estudios cuando ella confes¨® en la caja que habla de su colegio de entonces que ten¨ªa dificultades para pagar las tasas acad¨¦micas y que pronto abandonar¨ªa las clases.
¡°Cuando el proyecto Talking Boxes lleg¨® a mi escuela, hace muchos a?os, nos dijeron que era un lugar seguro para compartir nuestros problemas. Hice caso, compart¨ª el m¨ªo, y al cabo de dos semanas se encontr¨® una soluci¨®n¡±, cuenta. Esta joven de 22 a?os, que ahora se dedica a los negocios, asegura que no habr¨ªa terminado de estudiar si no hubiera participado en el proyecto. ¡°Estaba en s¨¦ptimo y ten¨ªa muchas dificultades. Antes de que me hablaran del programa hab¨ªa decidido dejar el colegio y buscar un trabajo para poder llegar a fin de mes. La iniciativa pag¨® mi educaci¨®n primaria y secundaria¡±, explica.
Kalekye, que actualmente es una de las consejeras de Talking Boxes, afirma que su historia no es diferente de las muchas que conoce ahora cuando lee las cartas de las cajas. ¡°Decid¨ª corresponder al proyecto que salv¨® mi vida y animo a las ni?as a contar sus problemas a trav¨¦s de ¨¦l, porque un problema que se comparte ya est¨¢ medio resuelto¡±, destaca.
Kalekye es tan solo una de los cientos, si no miles, de ni?os y ni?as de Kibera que se han beneficiado de este programa, que cuenta con el apoyo del Fondo de Poblaci¨®n de Naciones Unidas (UNFPA). Fue en 2010 cuando la organizaci¨®n keniana Polycom Development, una organizaci¨®n no gubernamental que trabaja para capacitar a los peque?os que van al colegio en el suburbio, puso en marcha el proyecto de las cajas que hablan para ayudar a los adolescentes a hacer frente a los problemas que supone vivir en un barrio marginal.
La iniciativa, que desde entonces se ha ampliado a 50 escuelas de primaria p¨²blicas y privadas de la barriada de Kibera, anima a los j¨®venes a que escriban sobre cualquier asunto que tenga que ver con la violaci¨®n de sus derechos, especialmente los sexuales y reproductivos, y depositen la hoja de papel en una caja en su colegio.
Trascurridas una o dos semanas, las consejeras, que son chicas j¨®venes implicadas en el proyecto, y en particular del suburbio, vac¨ªan las urnas. Entonces se tratan los problemas en reuniones entre el personal de Polycom Development y las ni?as.
Al menos una de cada cinco adolescentes de entre 15 y 19 a?os es madre o est¨¢ embarazada, lo que convierte a Kenia en el tercer pa¨ªs con el mayor n¨²mero de embarazos adolescentes.
El sitio donde se ponen los recipientes var¨ªa seg¨²n la escuela, pero la decisi¨®n final corresponde totalmente a las adolescentes. Seg¨²n la ONG, esto ayuda a reforzar la confianza en el proyecto y permite que se sit¨²en en el lugar en el que las chicas se sientan m¨¢s seguras. Las llaves con las que se cierran se las queda la organizaci¨®n para reducir cualquier injerencia de los adultos, como por ejemplo los profesores, que a veces aparecen como perpetradores de los casos de abuso sexual.
Polycom asegura que, desde que se inici¨® el proyecto, han recibido 74.965 mensajes. ¡°Este a?o nos llegaron 1.091 en el primer trimestre, 1.000 en el segundo, 853 en el tercero, y ahora estamos en el cuarto¡±, explica Phenny Ogembo, una de las consejeras de la ONG.
Muchos de los mensajes hablan de temas como la necesidad de compresas, el incesto, los intentos de violaci¨®n, los abusos y el acoso sexuales, las enfermedades de transmisi¨®n sexual o el impago de las cuotas escolares. Tambi¨¦n piden comida e incluso hacen referencia a problemas dom¨¦sticos. Un estudio de la Universidad de Nairobi muestra que el 56% de los j¨®venes de Kibera de entre 13 y 18 a?os ha sufrido alguna forma de abuso sexual, y que solo el 12% de esos casos son denunciados formalmente por las v¨ªctimas.
¡°Una vez intervinimos en el caso de una ni?a de siete a?os que sufr¨ªa los abusos sexuales de un vecino con el conocimiento de su madre y su abuela. Fue uno de los episodios m¨¢s dif¨ªciles de tratar porque tanto la abuela como la madre se negaban a presentarse, as¨ª que tuvimos que sacar a la ni?a de ese ambiente, y ahora est¨¢ mucho mejor¡±, explica Ogembo.
La pandemia de covid-19
En julio de este a?o, el Ministerio de Sanidad inform¨® de que al menos una de cada cinco adolescentes de entre 15 y 19 a?os es madre o est¨¢ embarazada, lo que convierte a Kenia en el tercer pa¨ªs del mundo con el mayor n¨²mero de gestaciones entre adolescentes. Seg¨²n el informe, se ha producido un aumento debido a las fatales consecuencias de la pandemia de covid-19 y al cierre de los centros de ense?anza durante siete meses, que expuso a las j¨®venes a toda clase de peligros.
Evelyn Swilla, cofundadora de Polycom Development, afirma que en Kibera la situaci¨®n fue a¨²n peor, como qued¨® de manifiesto en la magnitud de los problemas que se contaron en las cajas. ¡°Cuando las escuelas volvieron a abrir, al cabo de los siete meses de cierre durante la pandemia, nos dimos cuenta de que muchas de nuestras ni?as lo estaban pasando realmente mal. Abundaban los incidentes de abuso sexual, falta de compresas y favores sexuales a cambio de dinero¡±, denuncia la promotora de la iniciativa.
Swilla cuenta que entonces Polycom decidi¨® poner en marcha proyectos, como la lucha contra la covid-19 con medidas higi¨¦nicas, que capacitaban a las ni?as para conseguir un cambio positivo en la comunidad en la que viv¨ªan, y tambi¨¦n utiliz¨® su sistema de socios externos para atender los casos m¨¢s graves. ¡°Al ser una ONG, no podemos emprender acciones legales ni efectuar detenciones. Por eso, en situaciones en las que era necesario rescatar a las ni?as, remitimos el caso al Departamento de Menores de la oficina del distrito y participamos en todo el proceso¡±, explica.
La entidad tambi¨¦n organiza torneos de voleibol a los que las ni?as son invitadas a asistir con sus progenitoras para fomentar un comportamiento positivo. ¡°Durante los torneos, las chicas y sus madres tienen la oportunidad de hablar abiertamente de sus problemas y tratar de encontrarles soluci¨®n. Tambi¨¦n es una buena ocasi¨®n para que las j¨®venes hagan ejercicio y se mantengan en forma¡±, explica Ogembo.
Compresas
En respuesta a las numerosas cartas que reciben sobre la falta de compresas, la ONG produce y distribuye toallitas higi¨¦nicas, as¨ª como detergentes para la limpieza de los ba?os de los colegios de los suburbios de Kibera, Mathare, Mukuru kwa Njenga y Kiambu.
El proceso de fabricaci¨®n, que utiliza materiales locales disponibles gracias a las ayudas recibidas, garantiza que los colegios est¨¦n abastecidos de estos art¨ªculos tan necesarios. ¡°Cada trimestre repartimos m¨¢s de 2.000 paquetes de compresas de las que se benefician 2.500 ni?as. Tambi¨¦n hemos visto que hay alumnas que sufren infecciones urinarias, y por eso distribuimos al menos cinco litros de detergente por escuela y trimestre¡±, detalla Swilla.
Los impulsores de Talking Boxes aseguran que, gracias a su intervenci¨®n, han disminuido los casos de embarazo adolescente y se ha reducido dr¨¢sticamente el absentismo escolar de las ni?as durante la menstruaci¨®n.
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