El d¨ªa de los muertos en Yucat¨¢n, una tradici¨®n autosostenible
La comunidad xoc¨¦n del Estado del sur de M¨¦xico ha encontrado en el turismo comunitario la posibilidad de reactivarse econ¨®micamente
El sol comienza a tomar altura en la selva de Yucat¨¢n, en M¨¦xico. El humo que exhalan las cazuelas atraviesa la entrelazada palma de guano que forma el tejado de las tradicionales chozas mayas. Hoy es un d¨ªa especial para la familia de Miguel ?ngel Nahuat Tun. Su madre y hermanas han comenzado a cocinar temprano. Entretanto, a unos metros de la choza, Miguel ?ngel, o como le llaman sus amigos, Mike, cava un hoyo en la tierra, con la ayuda de sus hermanos. All¨ª se cocinar¨¢ el pibipollo, uno de los platos principales del tradicional hanal pixan o comida de las almas del purgatorio.
Mike estudi¨® desarrollo tur¨ªstico en la Universidad de Valladolid, en el estado de Yucat¨¢n, M¨¦xico. A pesar de vivir a poco m¨¢s de una hora de Canc¨²n, nunca encontr¨® su lugar en los grandes centros tur¨ªsticos. Entendi¨® que las comunidades mayas del interior, como Xoc¨¦n, donde ¨¦l vive con su familia, necesitaban desarrollarse. El turismo masivo que visitaba las playas de la cercana provincia de Quintana Roo pod¨ªa suponer una oportunidad. Y esta lleg¨® del cielo en forma de ave.
En la universidad le propusieron hacer un proyecto comunitario. ¡°Conoc¨ª el festival de aves de Pronatura y pens¨¦ que podr¨ªa hacer algo sobre el avistamiento de p¨¢jaros. Al entender que esta actividad es importante para la comunidad, comenzamos a trabajar con este grupo de conservaci¨®n ambiental¡± relata. En los pueblos mayas toda nueva actividad debe sugerirse a los l¨ªderes comunitarios y al resto de la poblaci¨®n. Y as¨ª lo hizo Mike. Expuso los beneficios que esto pod¨ªa suponer para ellos. Tras la votaci¨®n a mano alzada, obtuvo luz verde para llevar turistas a observar las aves en Xoc¨¦n.
Para los locales, ver una lechuza campanario o algunas especies de b¨²hos es un mal augurio que anuncia la muerte
Aun as¨ª, el principio fue complicado. Hab¨ªa comentarios negativos de personas que se ve¨ªan perjudicadas porque viv¨ªan del campo y sol¨ªan cazar aves. Cre¨ªan que pod¨ªan tener problemas con los conservacionistas. ¡°Llevamos a cabo un trabajo de concienciaci¨®n para que estas personas entiendan de que pueden cazar para comer. Pero para no acabar con la especie deben respetar los periodos de reproducci¨®n¡± Para los locales, ver una lechuza campanario o algunas especies de b¨²hos es un mal augurio que anuncia la muerte. ¡°Piensan que es mejor que los turistas las vean muertos o en una jaula. Debes convencerlos de que vale m¨¢s que los vean en su h¨¢bitat, porque los visitantes dejan ganancias econ¨®micas para toda la zona. Esos animales tienen un valor ambiental y econ¨®mico¡±, asegura. Y cuenta que un d¨ªa se acerc¨® un comunero a indicarles el lugar en donde acababa de ver un b¨²ho. ¡°Entonces entendimos que estaba funcionando¡±, narra.
Al poco tiempo, Nahuat Tun logr¨® que los hoteles de la zona ofrecieran a sus turistas la experiencia de conocer el Xoc¨¦n. Lo consigui¨® cuando empez¨® a trabajar en el hotel Casa T¨ªa Micha de Valladolid. All¨ª compart¨ªa con los visitantes las an¨¦cdotas y riquezas de su pueblo: sus aves y los cenotes o pozos de agua de gran profundidad, que se encontraban fuera de los circuitos tur¨ªsticos. Ahora, junto a un par de socios, Mike gestiona su propia agencia de turismo comunitario llamada Xoc¨¦n Birding Trail que recibe a grupos peque?os para generar un impacto m¨ªnimo en la poblaci¨®n local.
Hoy les visita una familia francesa que est¨¢ de vacaciones recorriendo Yucat¨¢n. Han llegado desde Tulum, conocido por sus famosas ruinas mayas, y hacen escala en Xoc¨¦n antes de llegar a Valladolid. Isabelle Agnetti, una de las visitantes, cuenta la importancia de vivir una experiencia tur¨ªstica m¨¢s cercana con el d¨ªa a d¨ªa de cada localidad. ¡°Queremos conocer las realidades de la verdadera poblaci¨®n y fuera del turismo masivo¡±.
Este tipo de actividad es conocida como turismo comunitario, una modalidad en la que la gesti¨®n de estos destinos est¨¢ en manos de las comunidades rurales ind¨ªgenas. Adem¨¢s, los ingresos obtenidos por las visitas son destinados a la mejora de la comunidad, y a revalorizar y difundir la cultura local.
¡°El desarrollo sostenible o sustentable es una prioridad para nosotros¡±, declara la secretaria de Fomento Tur¨ªstico de Yucat¨¢n, Michelle Fridman Hirsch, para referirse al desarrollo de actividades econ¨®micas con muy bajo impacto ambiental. ¡°Hoy en d¨ªa la b¨²squeda de acciones para detener el cambio clim¨¢tico y la vida de ecosistemas no es solo una obligaci¨®n, sino una necesidad¡±. Yucat¨¢n es uno de los estados de M¨¦xico m¨¢s ricos en biodiversidad. Fridman Hirsch asegura que all¨ª se generan programas espec¨ªficos que permitan cumplir el proyecto distrital Yucat¨¢n Verde y Sustentable del Plan Estatal de Desarrollo de 2018. ¡°Esta iniciativa se ha construido alineado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS)¡±, explica.
Uno de estos programas es Aldeas Mayas, que pretende poner en valor tur¨ªstico a las comunidades originarias mayas de Yucat¨¢n a trav¨¦s de experiencias para los viajeros nacionales e internacionales. La aldea est¨¢ estructurada por un grupo o comunidad ind¨ªgena ubicada en el coraz¨®n del estado de Yucat¨¢n. Cada una cuenta con diversos atractivos que se complementan con servicios de alimentaci¨®n, venta de artesan¨ªas y experiencias vinculadas con su patrimonio natural y cultural, tanto material como inmaterial, y que se sustentan en la cosmovisi¨®n que prevalece en la comunidad.
Estos caser¨ªos contribuyen a salvaguardar su patrimonio y generan riqueza y desarrollo social. ¡°Se pretenden brindar servicios de capacitaci¨®n y vinculaci¨®n que permitan fortalecer las capacidades de administraci¨®n propias de los grupos comunitarios que ofrecen servicios para el turismo. Esto incrementa la calidad, la rentabilidad y la organizaci¨®n interna de la comunidad. As¨ª se generan experiencias distintivas para el turismo¡±, comenta Fridman Hirsch.
Hab¨ªa comentarios negativos de personas que se ve¨ªan perjudicadas porque viv¨ªan del campo y sol¨ªan cazar aves. Pensaban que pod¨ªan tener problemas con los conservacionistas
En la actualidad. 14 comunidades ya han obtenido el t¨ªtulo de Aldea Maya. ¡°El turismo rural comunitario pretende ser una alternativa para atender necesidades de empleo, ingresos, acceso a bienes y servicios b¨¢sicos, como la educaci¨®n; adem¨¢s de abatir la migraci¨®n por falta de oportunidades. Todo esto muestra que el turismo necesita de plataformas de infraestructura, carreteras urbanas y servicios para mejorar las condiciones de vida de sus residentes¡±, a?ade.
Uno de los planes tur¨ªsticos m¨¢s ambiciosos del Gobierno mexicano es el pol¨¦mico Tren Maya, que se estima que transportar¨¢ a tres millones de turistas al interior del Yucat¨¢n. Y se prev¨¦ que se inaugurar¨¢ el uno de noviembre, ¡ªuna fecha especial para M¨¦xico¡ª. Durante tres d¨ªas los pueblos rinden homenaje a sus familiares muertos. El primer d¨ªa se dedica a los ni?os y se llama hanal palal. El segundo d¨ªa, hanal nucuch, est¨¢ dedicado a los adultos; y el tercer d¨ªa es el hanal pixanoob, cuando se hace una misa dedicada a las ¨¢nimas en el cementerio de la poblaci¨®n.
Juntos preparan el pibipollo, plato fuerte del d¨ªa. Se trata de un tamal hecho de masa de harina de ma¨ªz relleno de carne de pollo y de cerdo y envuelto en una hoja de pl¨¢tano. Se mete en el hueco cavado en el exterior. Se tapa con hojas de palmera y se hace un fuego encima para que se cocine dentro de la madre tierra.
Para la familia Tun es una motivaci¨®n que los turistas est¨¦n aqu¨ª. ¡°Gracias a ellos seguimos manteniendo la tradici¨®n y preparamos todos los platos rituales¡±, comenta Mike, que tras explicar el ritual a los turistas, describe satisfecho los beneficios de la actividad: ¡°respeta y difunde las tradiciones locales y genera ingresos en la poblaci¨®n aut¨®ctona. Hay turistas que preguntan por los bordados o la artesan¨ªa maya, entonces les acercamos al pueblo para que vean c¨®mo se confeccionan y compren los productos a otras familias, as¨ª toda la comunidad se ve beneficiada¡±, asegura.
Griselda, la hermana mayor de Mike, describe su percepci¨®n sobre la convivencia con los turistas. ¡°Vienen a ver c¨®mo vivimos, qu¨¦ comemos¡ Yo vengo a ayudar a mi madre porque a ella le encanta. Le gusta ense?ar su cultura, no le molesta para nada y le da unos ingresos¡±, relata. Griselda traduce a su madre Leonila que, aunque lo entiende, no habla castellano. ¡°Les recibo y preparo comida para que todos est¨¦n a gusto, as¨ª como me gustar¨ªa que traten a mi hijo¡±. En la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n, m¨¢s de medio mill¨®n de personas habla el idioma maya.
Tras la comida, muelen el cacao, un producto con gran significado en su cultura. Esta fruta representa al inframundo, por crecer a la sombra del cacahuananche, un ¨¢rbol t¨ªpico de la zona. Tan solo queda la ceremonia del altar de muertos para completar los rituales del se?alado d¨ªa.
El altar se coloca debajo de un ¨¢rbol con las ofrendas a los dioses y a los difuntos. La familia ha dedicado esta ceremonia a un amigo de los visitantes: la familia francesa. Su foto protagoniza la ceremonia dirigida por el sacerdote maya local, Maximiliano May Nahuat. ¡°Es emotivo, es un sentimiento fuerte y te integra en su cultura¡± relata Daniel, el padre de la familia. ¡°Ha sido una sorpresa porque no sab¨ªa que mi familia tra¨ªa la fotograf¨ªa de un amigo fallecido recientemente. Me he sentido identificado con la ceremonia, un voyerista cultural¡±, confiesa el padre. Isabelle Agnetti piensa que la ceremonia no es tan triste como las europeas. ¡°Es todo gris y aqu¨ª es colorido, no parece el fin¡±, dice la joven. ¡°Nuestras tradiciones est¨¢n aqu¨ª, ellos notan que lo que estamos haciendo no es actuado¡± a?ade Mike.
Tras la ceremonia del altar, ambas familias comparten unos tamales antes de despedirse. Cae la noche y los viajeros suben a su furgoneta rumbo a la ciudad de Valladolid. Se detendr¨¢n a la salida del pueblo a ver la imponente estampa del cementerio de Xoc¨¦n, rodeado de selva e iluminado por las velas.
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