Ali Tabrizi: ¡°La forma m¨¢s sencilla de proteger las especies de los oc¨¦anos es no comerlas¡±

La primera intenci¨®n de Ali Tabrizi (Kent, Reino Unido, 29 a?os) era profundizar en la situaci¨®n de los delfines de los parques acu¨¢ticos y en la contaminaci¨®n de los mares. Pronto deriv¨® hacia la pesca, su impacto sobre la vida en los oc¨¦anos e incluso las condiciones laborales de algunas pesquer¨ªas asi¨¢ticas que esclavizan a sus marineros. Su documental ¡®Seaspiracy¡¯ se convirti¨® en uno de los grandes hitos de Netflix desde su estren¨® en 2021. Tabrizi acudi¨® a Lisboa para participar en Planetiers, un encuentro internacional de innovadores sostenibles, celebrado a finales de octubre.

Pregunta. ?Es nuestra dieta el mayor peligro para la vida marina?

Respuesta. Es obvio para m¨ª. Afecta no solo a la salud del oc¨¦ano, sino a la del planeta. Es la principal causa del retroceso de especies que las lleva hacia la extinci¨®n, que est¨¢ destruyendo h¨¢bitats y empujando los ecosistemas al colapso.

P. No diferencia entre la pesca industrial y la pesca local. ?Son lo mismo?

R. En el documental mostramos una peque?a pesca en la costa de Islandia, donde en un mes se mataron unas 900 focas y centenares de marsopas que eran capturas accesorias, mientras pescaban otras especies. La idea de que algo es ¨¦tico y sostenible por ser local me resulta il¨®gica.

P. ?No puede existir la pesca sostenible?

R. No puede ser sostenible la intensidad de pesca para atender la demanda mundial. Hay peque?as pescas que solo se aprovisionan de una cantidad limitada que no causa impacto de forma significativa en la poblaci¨®n de esas especies, se dan en la costa oeste de ?frica, donde pescan en canoa, o en algunas peque?as ¨¢reas de Indonesia. Es una pesca que se realiza para atender sus necesidades y no para ganar mucho dinero. Pero no hay peces suficientes para atender el mundo de forma sostenible.

Fuimos a Tailandia para entrevistar antiguos esclavos de la industria pesquera, que tienen historias terribles

P. Seaspiracy comienza casi como una pel¨ªcula rom¨¢ntica, que pide libertad para los delfines de los parques acu¨¢ticos, y acaba como un thiller. ?Tuvo miedo mientras rodaba?

R. Me asust¨¦. En algunos momentos tuve mucho miedo, preocupaci¨®n y estr¨¦s. Fuimos a Tailandia para entrevistar antiguos esclavos de la industria pesquera, hay unos 20 millones de personas que se considera mano de obra esclava en todo el mundo. Sus historias son terribles, les depositan en jaulas en islas mientras el barco acude al puerto a descargar el pescado. Nosotros escribimos a mucha gente para encontrar un traductor. Uno de ellos avis¨® al Gobierno tailand¨¦s de que est¨¢bamos en el pa¨ªs y para qu¨¦. Eso nos aterr¨®. A pesar de todo, decidimos hacer todo el trabajo y salir del pa¨ªs lo m¨¢s deprisa posible. En Jap¨®n nos siguieron cinco coches de polic¨ªa, no era una amenaza real, pero trataban de intimidarnos. Hubo una gran presi¨®n y muchos poderes interesados durante la grabaci¨®n. Cuando la pel¨ªcula se estren¨®, algunas industrias pesqueras que trataron de demandarnos.

P. ?Qu¨¦ ocurri¨® despu¨¦s de estrenar la pel¨ªcula?

R. La industria escocesa de las granjas de salmones nos envi¨® numerosos correos con reclamaciones. Nos acusan de maquillar las cosas, as¨ª que le enviamos una y otra vez lo que dec¨ªan nuestras fuentes. Finalmente, no han podido hacer nada, han visto que somos cre¨ªbles.

P. ?Nadie le ha llevado a los tribunales?

R. Lo han intentado. En la pel¨ªcula tenemos al menos tres fuentes, a veces dos, sobre cada hecho, ellos no pueden hacer nada, aunque han desplegado una campa?a en los medios contra la pel¨ªcula difundiendo incorrecciones y mentiras.

P. Hay fuentes que aparecen en su pel¨ªcula que dicen sentirse manipuladas. ?Es parte de esa campa?a?

R. Cuando sali¨® el tr¨¢iler de Seaspiracy, unas semanas antes del estreno en marzo de 2021, se convirti¨® en algo viral. Mucha gente lo vio y se interes¨® por la pel¨ªcula. Una semana despu¨¦s del tr¨¢iler se divulg¨® un documento de la National Fisheries Board de Estados Unidos, que es un gran lobby de la industria pesquera, para los comercios y restaurantes, donde incluso daban consejos sobre c¨®mo responder a los clientes que hubiesen visto el documental. Estaban preparados para atacar la pel¨ªcula antes incluso de su estreno. Algunas de las cr¨ªticas se centran en uno o dos hechos, que se usan para desacreditar toda la pel¨ªcula. Uno de ellos es sobre la cifra de tortugas capturadas en pesca accesoria que damos en el documental y que luego hemos verificado que la cifra actual es incluso peor.

P. La pel¨ªcula es muy cr¨ªtica con organizaciones de defensa de los oc¨¦anos por olvidarse de la pesca. ?Cree que su pel¨ªcula cambiar¨¢ esto?

R. Es pronto para decir si cambiar¨¢n, pero creo que ya se ha conseguido que se considere la pesca como uno de los problemas. Organizaciones como Oceana probablemente se est¨¢n moviendo lentamente hacia esa direcci¨®n. La forma m¨¢s sencilla de proteger las especies de los oc¨¦anos es no comerlas.

P. ?Sabe cu¨¢ntas personas han visto Seaspiracy?

R. Netflix guarda los datos para s¨ª, pero despu¨¦s del primer mes nos dijeron que hab¨ªa sido vista por m¨¢s de 50 millones de cuentas, y eso se multiplica por cinco o seis personas que comparten esas cuentas. Poco despu¨¦s del estreno se convirti¨® en una de las diez pel¨ªculas m¨¢s vistas en Netflix en 50 pa¨ªses, fue trending en Twitter. Creo que ha sido uno de los documentales m¨¢s vistos de la plataforma y con m¨¢s seguidores en redes sociales, lo que demuestra la identificaci¨®n que tienen con la historia.

P. ?Cu¨¢nta gente le ha dicho que ha dejado de comer pescado despu¨¦s de ver el documental?

R. (Risas) Honestamente, he perdido la cuenta. Hay gente que ha dejado de comerlo por completo, otros han dejado de comer at¨²n o salm¨®n, o comen menos, pero casi todos reciben un impacto. No hice la pel¨ªcula con esta expectativa, solo quer¨ªa que la gente viese el efecto de la pesca.

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