¡®Wakanda¡¯ o c¨®mo una superhero¨ªna negra encandila al p¨²blico en un cine de Ghana
En Ghana, primer pa¨ªs en alcanzar la independencia en ?frica, muchos ven al reino imaginario de Marvel como modelo de Estado ideal para el continente: integrador, poderoso y aut¨®nomo
Es lunes por la tarde en los cines del Accra Mall, un inmenso centro comercial en el norte de la capital de Ghana. La sala donde se proyecta Black Panther: Wakanda Forever est¨¢ a medio llenar. Ocupan la mayor¨ªa de butacas grupos de amigas, chicas que llevan vestidos multicolor y hablan ingl¨¦s entre ellas, en lugar de twi u otra lengua local. En un abrumador predominio femenino, alg¨²n chico ostenta ropa cara (la marca bien visible) y mira a su alrededor con aire despistado. Dos o tres parejas se recuestan en las ¨²ltimas filas. Est¨¢n viendo a Shuri, la protagonista, alzarse con el trono de Wakanda, el pa¨ªs ficticio situado en el ?frica subsahariana. La miran batallar, siempre escoltada por sus fieles guerreras. Tambi¨¦n defender su reino contra la rapacidad de Occidente.
La ¨²ltima producci¨®n de Marvel ¡ªcon protagonista negra y mujer¡ª ha provocado gran expectaci¨®n en el pa¨ªs, uno de los centros neur¨¢lgicos del panafricanismo. En redes sociales, en la calle, incluso en l¨²dicos encuentros universitarios ¡ªla Webster University organiz¨® un pase privado para sus alumnos¡ª se debate sobre la contribuci¨®n de la pel¨ªcula hacia la igualdad racial y de g¨¦nero. Se argumenta su posible impacto en el lento destierro de los prejuicios. Se calibra su poder simb¨®lico.
Trushna Buddhdev-Patel, directora gerente de una distribuidora de pel¨ªculas que representa a Walt Disney y Warner Bros. en la regi¨®n de ?frica Oriental, dijo, en un estreno en Lagos, Nigeria, el 6 de noviembre, que m¨¢s de 39.000 personas en Kenia, Uganda, Tanzania y Ruanda vieron la pel¨ªcula. Seg¨²n informaciones recogidas por The Washington Post, esto convierte a Wakanda Forever en el segundo mayor estreno de todos los tiempos para la regi¨®n, detr¨¢s de Avengers: Endgame.
Tras la proyecci¨®n, Katherine despliega alegre su entusiasmo: ¡°Me he identificado totalmente con Shuri, volver¨ªa a ver la pel¨ªcula una y mil veces¡±. Esta espectadora ghanesa sit¨²a el nuevo lanzamiento de Marvel en ¡°el momento adecuado, justo en medio de una nueva ola de feminismo, cuando su mensaje sobre la fuerza de las mujeres negras puede calar m¨¢s hondo¡±. Para ella, este tipo de productos culturales no son la panacea anti-discriminaci¨®n, aunque ¡°ayudan mucho a cambiar el relato, sobre todo entre las nuevas generaciones, que crecen con referencias que antes no exist¨ªan¡±. Katherine destaca la ¡°sutileza¡± con que la pel¨ªcula bombea ¡°mensajes ocultos¡±. Por ejemplo, la cr¨ªtica a la voracidad de Occidente ¡°en la extracci¨®n de recursos naturales africanos¡±, a?ade.
[Este tipo de productos culturales] ayudan mucho a cambiar el relato, sobre todo entre las nuevas generaciones, que crecen con referencias que antes no exist¨ªanKatherine, joven ghanesa
Fawaz, chico de aspecto pulcro, con camisa blanco nuclear y fina corbata oscura, no abandona su amplia sonrisa ni para realizar declaraciones solemnes: ¡°Wakanda enaltece el mismo concepto de negritud, que poco a poco se va normalizando en las grandes producciones¡±. Praise, apenas una adolescente, celebra el ¡°mensaje global de igualdad¡± que atraviesa todo el metraje, m¨¢s all¨¢ de ¡°g¨¦neros, razas o culturas¡±.
La casualidad sit¨²a a dos amigas mexicanas en la salida de los cines del Accra Mall. Caminan lentamente, enfrascadas en un intercambio de pareceres sobre la pel¨ªcula, cuyo villano, Namor, representa a un cruel d¨¦spota maya. En la pel¨ªcula, identidad africana y precolombina convergen. ¡°Se me ha hecho m¨¢gico ver esta combinaci¨®n cultural justo ahora que me encuentro aqu¨ª¡±, comenta Sharon, mexicana, que tiene en Accra su propio negocio de artesan¨ªa.
Esta joven de Yucat¨¢n agradece el respiro que da Wakanda en cuanto a representaciones hegem¨®nicas, con ¡°el hombre blanco, por fin, en un segundo plano¡±. Su amiga Gabriela enriquece el crisol identitario con un atuendo desconcertante, propio de mujer musulmana: vestida de negro, de aire riguroso, con hiyab y telas hasta los tobillos. ¡°Pero no soy creyente, simplemente me atrajo desde peque?a todo lo que tiene que ver con el islam¡±, explica. ?La pel¨ªcula? ¡°Me interesa sobre todo su mensaje contra el racismo y que este no se centre solo en el que puedan sufrir las personas de color¡±, contin¨²a Gabriela.
Sin embargo, hoy sobran butacas para ver el largometraje en uno de los dos cines que operan en Accra. Los cambios en el consumo audiovisual y el precio de la entrada (unos diez euros, prohibitivo para la mayor¨ªa de la poblaci¨®n) han hecho que el grueso de la juventud ghanesa se decante por el atajo de las descargas ilegales en internet en sus m¨®viles, tabletas o port¨¢tiles.
El 24 de septiembre, mucho antes del lanzamiento mundial de Wakanda Forever, el Global Citizen Festival (organizado por la ONG hom¨®nima) ya hab¨ªa utilizado a este reino imaginario como hilo conductor de su d¨¦cima edici¨®n, celebrada en Accra. Condujo el evento la actriz zimbabuense Danai Gurira, quien interpreta en la pel¨ªcula a la General Okoye, personaje esencial en la trama, siempre fiera al mando de su ej¨¦rcito de guerreras. Al presentar a la artista nigeriana TEMS (que aparece en la banda sonora de la pel¨ªcula), Gurira recurri¨® a la en¨¦sima referencia wakandiana. ¡°Demos la bienvenida¡±, dijo, ¡°a una ni?a de Lagos que logr¨® cumplir sus sue?os y hoy es una reina¡±. La actriz record¨® c¨®mo Ghana hab¨ªa servido, al alcanzar su independencia en 1957, de inspiraci¨®n a otros pa¨ªses africanos en su lucha emancipadora. Con la vista en el futuro, ella y otras asistentes remitieron a Wakanda como horizonte ideal de pa¨ªs africano: fuerte, igualitario, independiente.
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