El trauma del colonialismo, del Chaco a los Goya
¡®Apenas el Sol¡¯, de la directora paraguaya Aram¨ª Ull¨®n es una de las 16 candidatas a mejor pel¨ªcula iberoamericana en esta edici¨®n de los Goya
¡°En la selva, mi nombre original era Sobode Chiqueno. Los misioneros nos trajeron a estos lugares inh¨®spitos¡±, cuenta en idioma ayoreo Mateo Sobode Chiqueno, audiovisualista del pueblo que habita lo que conocemos como Paraguay y Bolivia y que protagoniza la pel¨ªcula documental Apenas el Sol. Un filme que ya fue candidato de Paraguay a los Oscar y hoy compite como Mejor Pel¨ªcula Iberoamericana en los Premios Goya. ¡°Salimos del bosque porque entraban los misioneros cat¨®licos y evang¨¦licos¡±, recuerda Sobode durante una entrevista en su comunidad, una aldea rural con casas de madera y casas de ladrillo y poco acceso a agua potable. Se llama Campo Loro y est¨¢ en pleno Gran Chaco, el segundo bosque m¨¢s extenso de Am¨¦rica del Sur, lejos de su hogar original, bosque adentro.
El mundo ha pasado semanas debatiendo en la COP27 c¨®mo preservar el medioambiente que ciertas sociedades, ciertos pa¨ªses y ciertas empresas, mayoritariamente del norte global, destruyen sin piedad, pero a las metr¨®polis apenas llega la voz sabia, y naturalmente rebelde, de los que cuidan la naturaleza cada d¨ªa: los pueblos ind¨ªgenas. Este domingo 27 de noviembre, en la Academia del Cine de Espa?a en Madrid, cr¨ªticos y prensa han tenido la oportunidad ver Apenas el Sol y escuchar a Sobode. Lleva desde 1979 grabando historias, canciones y testimonios en cintas de casete de sus vecinos y parientes ayoreo, uno de los 19 pueblos originarios de Paraguay, estado sudamericano fronterizo con Bolivia, Argentina y Brasil en el que al menos unas 300.000 personas se identifican como nativas. Un pa¨ªs con una mitad selv¨¢tica y otra mitad entre seca y pantanosa: el Gran Chaco, que con jaguares, osos hormigueros y maderas preciosas como el quebracho blanco y el palo santo, tambi¨¦n se extiende por Argentina, Bolivia y un poquito de Brasil.
¡°Ac¨¢ en mi casa tengo un poco m¨¢s de mil carretes. Estoy haciendo para mi nieto porque soy anciano ya y el trabajo quedar¨ªa para el futuro de los ayoreo¡±, dice Sobode mientras desenvuelve bolsas de pl¨¢stico con cientos de cintas catalogadas que guarda en su casa de tablones de madera. Casetes que contienen incluso momentos hist¨®ricos repletos de gritos y rezos en ayoreo, jadeos y golpes, ¨²nica prueba de una aut¨¦ntica cacer¨ªa humana ocurrida hace tres d¨¦cadas: misioneros persiguiendo a nativos para sacarlos del bosque y ¡°evangelizarlos¡±. Se escuchan personas que se resisten, luchan y huyen. Algunos mueren y otros matan en defensa propia. CLIC. Se acaba la cinta. La pel¨ªcula de Ull¨®n retrata de forma excelsa el esfuerzo y la paciencia de Sobode y del pueblo ayoreo durante 12 semanas de rodaje entre 2016 y 2019. Lo muestra en acci¨®n, entrevistando a otros y otras que, como ¨¦l, fueron expulsados de?sus bosques y est¨¢n preocupados por los que quedan adentro.
Pese a los esfuerzos de la sociedad envolvente para que desaparezcan, cerca de un centenar de ayoreo resisten viviendo en aislamiento voluntario en los ¨²ltimos bosques v¨ªrgenes del Gran Chaco y, que se sepa, son el ¨²nico pueblo originario americano fuera de la Amazon¨ªa que tiene familiares viviendo en esta situaci¨®n. Y as¨ª quieren seguir. Lo explica Sobode en la pel¨ªcula estrenada en 2020, que muestra fielmente su vida y misi¨®n. Apenas el Sol ha sido premiada con 14 galardones internacionales, ha recorrido m¨¢s de 60 festivales y represent¨® a Paraguay en la ¨²ltima edici¨®n de los premios Oscar, en dos categor¨ªas: Largometraje Internacional y Largometraje de Ficci¨®n.
La directora, Aram¨ª Ull¨®n, explica: ¡°Trat¨¦ de hacerlo de la forma menos informativa posible. Pretend¨ª que fuera un acercamiento emocional al pueblo ayoreo y trat¨¦ de que se sienta lo que pasa hasta hoy¡±. Seg¨²n ella, el filme ha tenido una gran recepci¨®n porque ¡°en 75 minutos abre un entendimiento que aporta una historia que la mayor¨ªa de las personas no conocen. Con una informaci¨®n que no ten¨ªan y una profundidad que no les es usual. La primera reacci¨®n es una especie de shock, como de: ?esto no puede estar pasando en el 2022! y ?qu¨¦ se puede hacer?¡±.
La pel¨ªcula ha servido para que muchos otros espectadores ind¨ªgenas de otros pueblos se sientan identificados, asegura Ull¨®n. ¡°Estamos contando el colonialismo. No voy a decir poscolonialismo porque me parece que el colonialismo nunca par¨®¡±, dice. Por eso, quiz¨¢ tuvo mucha resonancia entre pueblos originarios de EEUU y Canad¨¢. ¡°Me parece que habla de eso, de lo que sufren estos pueblos, no solo en Paraguay¡±, a?ade la autora, nacida en Asunci¨®n en 1978. El tiempo nublado (2014), su primer largo documental, con ella y su familia de protagonistas, tambi¨¦n recorri¨® el mundo e incluso los Oscar en 2016.
Primero en el Chaco, despu¨¦s en Europa
Antes de estrenarla en cines, Ull¨®n y Sobode hicieron un circuito de exhibici¨®n en las principales comunidades del Chaco donde se grab¨® la pel¨ªcula. ¡°Fue uno de los desaf¨ªos m¨¢s grandes para m¨ª. Mostrar esta interpretaci¨®n m¨ªa de lo que ellos dijeron, no sab¨ªa c¨®mo iba a ser recibida. Estaba muy, muy nerviosa porque por m¨¢s que una tenga buena intenci¨®n, una se puede equivocar¡±, reconoce la cineasta paraguaya. La reacci¨®n de los ayoreo fue de alegr¨ªa e incluso de risa al verse, cuenta Ull¨®n, pero sobre todo de nostalgia de su vida en el bosque. Tras la pel¨ªcula surg¨ªan debates sobre c¨®mo se vive ahora, contrastando los recuerdos de los ancianos en plena naturaleza con la vida actual, donde la p¨¦rdida de la selva ha transformado su cultura y cosmovisi¨®n. ¡°Tambi¨¦n se hac¨ªan bromas y se re¨ªan mucho de cosas que pasaban. Hay un nivel de la peli donde los blancos no podemos acceder, solo los ayoreo pueden leer cosas que siguen siendo un secreto para m¨ª¡±, comenta. Y, sobre todo, quer¨ªan m¨¢s. ¡°M¨¢s tiempo o m¨¢s pel¨ªculas porque son muchas m¨¢s las historias de contacto, de violencia, de desarraigo y supervivencia que deben ser contadas y, por supuesto, tienen raz¨®n¡±, a?ade.
¡°A nosotros nos encantar¨ªa como equipo que esas otras pelis no necesiten ya t¨¦cnicos blancos que vengan a contar esas historias. Ser¨ªa genial que esas historias sigan siendo contadas por ellos, los ayoreo¡±, dice Ull¨®n, que cree que su pel¨ªcula ¡°m¨¢s que generar cambios concretos lo que hace es dar una suerte de empoderamiento a los ayoreo. Ojal¨¢ les sirva de herramienta para recuperar fuerzas. Eso es lo m¨¢ximo que la pel¨ªcula podr¨ªa hacer¡±. Apenas el Sol fue financiada con un 80% de fondos p¨²blicos de Suiza, donde reside la autora, y un 20% de Paraguay, que cost¨® a?os de trabajo conseguir. Seg¨²n Ull¨®n, ¡°una peregrinaci¨®n penosa¡±, debido al escaso apoyo p¨²blico o privado al cine en el pa¨ªs sudamericano. Tras el estreno de la pel¨ªcula en cines de Paraguay, el Senado invit¨® a Sobode Sobode a un homenaje. All¨ª, ante los legisladores paraguayos, pidi¨® en espa?ol y en ayoreo la restituci¨®n de sus tierras ancestrales: ¡°Nos est¨¢n matando¡±.
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