La desigualdad tambi¨¦n est¨¢ en el agua
Una investigaci¨®n del Instituto de Salud Global de Barcelona revela una ¡°enorme brecha¡± entre pa¨ªses en cuanto a la regulaci¨®n y el control de los niveles de qu¨ªmicos en el agua de consumo
El acto de abrir un grifo en Botsuana y beber el agua tratada para su consumo no es garant¨ªa de salubridad. Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) revela que en este pa¨ªs su regulaci¨®n permite concentraciones de trihalometanos ¡ªun subproducto qu¨ªmico resultante de la interacci¨®n del cloro desinfectante con materia org¨¢nica¡ª 10 veces por encima de lo que permite la Uni¨®n Europea (100 microgramos por litro), en l¨ªnea con las recomendaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud.
La investigaci¨®n publicada en la revista Water Research muestra una ¡°enorme brecha¡± entre pa¨ªses de ingresos altos y bajos respecto de la manera en que regulan y controlan la presencia de contaminantes qu¨ªmicos en el agua de consumo, en palabras de sus autores. Y advierten que la exposici¨®n prolongada a trihalometanos ¡°est¨¢ asociada consistentemente al c¨¢ncer de vejiga¡±.
¡°Encontramos que muchos pa¨ªses carecen de regulaci¨®n; y los hay que s¨ª tienen, pero no hacen controles¡±, desgrana Cristina Villanueva, investigadora de ISGlobal participante en el estudio. Seg¨²n los datos analizados de 116 pa¨ªses, en 27 no existen normas relativas a la presencia de trihalometanos en el agua de consumo. Y entre los 89 pa¨ªses que disponen de una reglamentaci¨®n al respecto, los niveles m¨¢ximos permitidos oscilan entre los 25 microgramos por litro de Dinamarca y los 1.000 de Botsuana. Entre estos rangos, los pa¨ªses m¨¢s restrictivos son Austria, Zambia e Italia ¡ªcuyas gu¨ªas establecen un m¨¢ximo de 30 microgramos por litro¡ª frente a los m¨¢s laxos, que son Ecuador (500), Australia (250), M¨¦xico y Colombia (200).
Tampoco disponer de una norma, sea cual sea la concentraci¨®n permitida, asegura que las autoridades vigilen que se cumpla. ?nicamente 47 pa¨ªses realizan controles rutinarios, seg¨²n los hallazgos del equipo investigador, y no siempre sobre el agua que consume la mayor¨ªa de su poblaci¨®n. En 14, incluidos China, India, Rusia y Nigeria, ¡ªque aglutinan al 40% de la poblaci¨®n mundial¡ª, registran datos sobre los niveles de trihalometanos en determinadas ciudades o territorios delimitados, por lo que sus resultados son parciales. En cinco ¡ªAlbania, Nigeria, Uganda, Vietnam y Zambia¡ª ni siquiera eso. De otros 33 no se puede saber si hacen alg¨²n tipo de control o no porque no hay datos al respecto.
Es preferible clorar el agua y prevenir diarreas que evitar el riesgo qu¨ªmicoCristina Villanueva, investigadora de ISGlobal
La presencia de trihalometanos es signo de que esta ha sido clorada, lo que es indispensable para eliminar pat¨®genos causantes de enfermedades como la diarrea, la primera causa de mortalidad infantil de menores de cinco a?os en el mundo, seg¨²n la OMS. Cada a?o, fallece m¨¢s de medio mill¨®n por esta dolencia prevenible y tratable.
¡°Es preferible clorar el agua y prevenir diarreas que evitar el riesgo qu¨ªmico¡±. Villanueva aclara que su estudio no pone en cuesti¨®n el uso del cloro como desinfectante, sino la falta de regulaci¨®n y controles respecto a los efectos adversos que su utilizaci¨®n provoca: la generaci¨®n de contaminantes como los trihalometanos en cantidades elevadas.
Para mejorar la calidad del agua no hay una ¨²nica soluci¨®n, pero las que hay son complejas y fuera del alcance en econom¨ªas desfavorecidas. ¡°A?adir etapas de tratamiento y otros procesos complejos se los pueden permitir los pa¨ªses de renta alta. Para los menos desarrollados, las opciones son limitadas¡±, explica Villanueva. ¡°Algunos optan por usar otros desinfectantes distintos del cloro, como Italia, o reducir la materia org¨¢nica en el agua antes de tratarla¡±, expone la experta. Tambi¨¦n reduce el riesgo de que se generen trihalometanos extraer agua subterr¨¢nea que est¨¢ suficientemente limpia, con menor cantidad de materia org¨¢nica que interaccione con el cloro. ¡°Pero no siempre est¨¢ disponible¡±.
En los pa¨ªses en desarrollo, Villanueva sugiere ¡°buscar otras soluciones a su medida¡± como el tratamiento en el punto de consumo, el uso de filtros cer¨¢micos o sistemas solares. ¡°La falta de datos en estos pa¨ªses se debe, en buena medida, a que no hay un suministro centralizado de agua y el consumo est¨¢ demasiado atomizado, lo que dificulta las labores de control¡±, detalla.
El sexto de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible urge a garantizar el acceso universal a agua segura, libre de contaminaci¨®n, para 2030. Lo que justifica, en opini¨®n de los investigadores, la necesidad de profundizar en el estudio sobre qu¨¦ legislaci¨®n existe al respecto y c¨®mo se aplica. Pero todav¨ªa hay una ¡°falta de conocimiento sobre la presencia de qu¨ªmicos en el agua de consumo, especialmente en los pa¨ªses de ingresos bajos y medios¡±, lamentan. El problema, rematan, es creciente; sin embargo, la atenci¨®n que se le presta es ¡°limitada¡± en comparaci¨®n con la que recibe la extensi¨®n del suministro.
Reconocen los autores que la escasez del agua es una crisis que va a ir a peor. M¨¢s de 2.000 millones viven en pa¨ªses con estr¨¦s h¨ªdrico, una situaci¨®n agravada en algunas regiones como consecuencia del cambio clim¨¢tico y el crecimiento demogr¨¢fico, anota la OMS. Esa misma cantidad de personas utilizan una fuente de agua potable contaminada con heces, lo que representa ¡°el mayor riesgo para la seguridad del agua de consumo¡±, seg¨²n este organismo. En 2020, de acuerdo con sus datos, el 74% de la poblaci¨®n mundial (5.800 millones de personas) utilizaba un servicio de agua potable gestionado de forma segura, disponible cuando se necesita y libre de contaminaci¨®n. Los hallazgos de ISGlobal constatan que la presencia de qu¨ªmicos, desconocida y descontrolada, impiden corroborar tajantemente tal afirmaci¨®n.
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