Homofobia de Estado
Encarcelamientos, torturas o acoso policial son algunas de las violaciones cometidas contra el colectivo LGTBIQ de Guinea Ecuatorial que la asociaci¨®n Somos parte del Mundo y la Comisi¨®n Ecuatoguineana de Juristas denuncia en su ¨²ltimo informe
Redadas policiales contra mujeres lesbianas y hombres transg¨¦nero. Detenciones arbitrarias a mujeres transg¨¦nero. Desalojos forzados y malos tratos a homosexuales por presidentes de comunidades de vecinos, dirigentes de la Asociaci¨®n Hijos de Obiang (ASHO) y estructuras del Partido Democr¨¢tico de Guinea Ecuatorial (PDGE). Tortura, violencia f¨ªsica y psicol¨®gica ejercida por policiales, militares y gendarmes integrados en la Vicepresidencia encargada de la Defensa y Seguridad Nacional. Es el panorama de inseguridad jur¨ªdica que se registra en Guinea Ecuatorial. Este mi¨¦rcoles, 17 de mayo, D¨ªa Internacional de Lucha contra la LGTBIQ+fobia, se ha publicado el informe ¡°Estamos solas en este mundo: Tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes contra las Minor¨ªas Sexuales en la Rep¨²blica de Guinea Ecuatorial¡±, en el que han participado la asociaci¨®n Somos parte del Mundo y la Comisi¨®n Ecuatoguineana de Juristas. El trabajo de campo ha sido financiado por la organizaci¨®n EG Justice.
Guinea Ecuatorial se constituy¨® en el a?o 1968, cuando se independiz¨® de Espa?a. Y como Estado miembro de las Naciones Unidas ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Pol¨ªticos y la Convenci¨®n contra la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos y Degradantes, dos instrumentos jur¨ªdicos respaldados por la ley sobre la Prevenci¨®n y Sanci¨®n de la Tortura. Pese a ello, las personas lesbianas, gais, bisexuales, transg¨¦nero, intersexuales, queer, asexuales, etc., denuncian la falta de protecci¨®n por parte de los poderes p¨²blicos.
Me torturaban todos los d¨ªas a la misma hora. All¨¢ dentro yo no ten¨ªa nombre. Me llamaban por el n¨²mero de mi celda. Yo desaparec¨ª de este mundo y nunca he vuelto a ser lo que era antesSuperviviente de torturas encarcelada en el Ministerio de Seguridad de Malabo
El informe publicado este mi¨¦rcoles recoge los testimonios de 12 personas pertenecientes a minor¨ªas sexuales que denuncian, protegidas por el anonimato, las torturas que han sufrido en manos de agentes de seguridad del Estado. Consideran que han recibido un trato inconstitucional justificado por el odio, la intolerancia y la homofobia. ¡°Los agentes act¨²an as¨ª porque somos personas indefensas. Estamos solas en el mundo: sin familia, sin apoyo social, sin ley que ampare nuestras vidas¡±, lamenta la primera adolescente transg¨¦nero entrevistada, quien estuvo dos semanas encarcelada en el Ministerio de Seguridad de Malabo, capital del pa¨ªs.
¡°Todos los d¨ªas, a las cuatro de la tarde, me llevaban a la sala de tortura, una sala en el s¨®tano, con muchas camillas sin colchones. Los agentes de polic¨ªa dec¨ªan que la ausencia de colchones es ¨²til porque as¨ª la electricidad llega a la espalda de la persona a trav¨¦s de los hierros. En la sala ten¨ªan muchas herramientas de tortura, objetos punzantes como machetes y cuchillos (...) Te pon¨ªan las esposas, con los brazos hacia atr¨¢s, y te dejaban colgado. Mientras te torturaban, observabas la cara de un maniqu¨ª, que era la de un hombre agotado, torturado, con babas, feo, llor¨®n. Siempre que me torturaban, de la manera que fuese, me obligaban a mirar el rostro del maniqu¨ª. Me torturaban todos los d¨ªas a la misma hora. All¨¢ dentro yo no ten¨ªa nombre. Me llamaban por el n¨²mero de mi celda. Yo desaparec¨ª de este mundo y nunca he vuelto a ser lo que era antes¡±, describe la joven.
La Constituci¨®n de Guinea Ecuatorial garantiza ¡°el respeto a la persona, su vida, su integridad personal, su dignidad y su pleno desenvolvimiento material y moral, y proh¨ªbe ¡°cualquier acto de parcialidad o de discriminaci¨®n debidamente constatado por motivos tribales, ¨¦tnicos, de sexo, religiosos, sociales, pol¨ªticos, corrupci¨®n u otros an¨¢logos¡±. El nuevo C¨®digo Penal (en vigor desde abril del 2022), en su art¨ªculo 364.2 proh¨ªbe la discriminaci¨®n por razones de orientaci¨®n sexual en el ¨¢mbito laboral. La existencia de este art¨ªculo reconoce de manera impl¨ªcita la no discriminaci¨®n a las minor¨ªas sexuales. La entrada en vigor del C¨®digo Penal supone la derogaci¨®n o inaplicaci¨®n de las normas que penalizan la homosexualidad.
Los testimonios de otras v¨ªctimas recogidas en este informe son estremecedores. Otra joven transg¨¦nero de 17 a?os, encarcelada por un general sin mediaci¨®n de ninguna autoridad judicial, explica: ¡°En la c¨¢rcel me golpeaban de manera consecutiva y con una porra en todo el cuerpo, sobre todo en las plantas de los pies¡±.
Una muchacha transg¨¦nero de 22 a?os que ha estado en prisi¨®n al menos diez veces relata una situaci¨®n similar: ¡°una celda en mi distrito es como el lugar de dormir de un perro¡±. Y Luis, un chico transg¨¦nero de 25 a?os, sit¨²a la Gendarmer¨ªa de la ciudad de Bata, la m¨¢s poblada del pa¨ªs, como centro de reclusi¨®n de las minor¨ªas sexuales. ¡°Las mujeres lesbianas y los hombres transg¨¦nero convivimos por seguridad y, cuando desalojan a una persona, nos echan a todas¡±. Este joven reclama, junto a otras v¨ªctimas, el derecho constitucional a fijar la residencia y reunirse.¡°En Bata, por ejemplo, cualquier encuentro de lesbianas es motivo de redada policial o militar. Y de la prisi¨®n no se sale si no se paga¡±, afirma.
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