COP28: ?por qu¨¦ es importante para ?frica el fondo de p¨¦rdidas y da?os reci¨¦n aprobado?
Esta herramienta, establecida en el primer d¨ªa de la cumbre del clima de Dub¨¢i, compensa a las naciones especialmente vulnerables por los desastres causados por la crisis clim¨¢tica
La cumbre del clima COP28 arranc¨® este jueves con un importante avance para el Sur global: los representantes de los casi 200 pa¨ªses que participan en las negociaciones en Dub¨¢i aprobaron el primer d¨ªa del encuentro, este jueves, la creaci¨®n de un nuevo fondo de p¨¦rdidas y da?os para compensar a las naciones especialmente vulnerables ante los desastres causados por el cambio clim¨¢tico, una crisis de la que no son las principales responsables.
El establecimiento de este fondo fue una de las principales conclusiones de la anterior cumbre, celebrada hace un a?o en Egipto. Pero se lleg¨® a ella en el ¨²ltimo minuto de la COP27, y quedaba por concretar c¨®mo ser¨ªa su funcionamiento.
?Por qu¨¦ un acuerdo sobre el fondo para p¨¦rdidas y da?os afecta especialmente a ?frica?
?frica es especialmente vulnerable a las p¨¦rdidas y los da?os. M¨¢s de 36 millones de personas se han visto afectadas por una grave sequ¨ªa en el Cuerno de ?frica. A principios de a?o, los ciclones Batsira y Freddy causaron centenares de muertos y decenas de miles de desplazados, y devastaron las econom¨ªas del sur de ?frica. Las fuertes lluvias e inundaciones desde Nigeria hasta el Congo, pasando por Sud¨¢frica, han arrasado infraestructuras, destruido medios de subsistencia y acabado con vidas humanas.
A medida que se agravan las consecuencias de la crisis clim¨¢tica, muchos pa¨ªses han puesto en marcha planes de mitigaci¨®n (es decir, de reducci¨®n de las emisiones de gases de efecto invernadero) y de adaptaci¨®n (o sea, la reducci¨®n del riesgo de sufrir da?os por los impactos del cambio clim¨¢tico). Sin embargo, estas estrategias son insuficientes para evitar todas las consecuencias de la crisis clim¨¢tica, que no se han podido o no se pueden evitar mediante la mitigaci¨®n y la adaptaci¨®n.
Estas consecuencias inevitables e irreversibles se conocen como ¡°p¨¦rdidas y da?os¡±. Est¨¢n causadas por fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos como sequ¨ªas, inundaciones, olas de calor y ciclones tropicales, as¨ª como por procesos clim¨¢ticos de evoluci¨®n lenta como la desertificaci¨®n, la subida del nivel del mar, el aumento de las temperaturas, la salinizaci¨®n, la acidificaci¨®n de los oc¨¦anos y la degradaci¨®n del suelo. Las p¨¦rdidas y los da?os pueden ser econ¨®micos y afectar a aspectos como las infraestructuras, la propiedad y la producci¨®n agr¨ªcola. Pero hay otros que no son tan f¨¢cilmente cuantificables, como la p¨¦rdida de vidas humanas, de biodiversidad, de territorio, de patrimonio cultural, de conocimientos y de lenguas ind¨ªgenas, y los da?os a los ecosistemas, la calidad del suelo, la salud y la salud mental.
El presidente de la COP28, Sult¨¢n al Jaber, se felicit¨® el jueves por el anuncio del fondo de da?os, diciendo: ¡°Juntos hemos hecho historia¡±. Los detalles de esta herramienta acabar¨¢n, previsiblemente, de definirse a lo largo de la COP, que arranc¨® este 30 de noviembre y se prolonga hasta el 12 de diciembre. Mientras tanto, han trascendido pocas declaraciones p¨²blicas de l¨ªderes y pol¨ªticos africanos. El ministro de Medio Ambiente de Zambia, Collins Nzovu, se dirig¨ªaen un v¨ªdeo publicado en la red social X, al presidente de la COP28: ¡°En los primeros 20 minutos de su presidencia, no solo ha puesto en operaci¨®n el fondo, pero tambi¨¦n ha aportado capital, consiguiendo compromisos nunca antes vistos (...) Este desarrollo ayudar¨¢ a reconstruir la confianza entre pa¨ªses desarrollados y en desarrollo¡±.
?Cu¨¢les eran los principales debates en torno al fondo de p¨¦rdidas y da?os?
Tras cinco reuniones, dos talleres, una sesi¨®n de di¨¢logo y una reuni¨®n ministerial, el Comit¨¦ de Transici¨®n present¨® una serie de recomendaciones sobre el funcionamiento del Fondo para P¨¦rdidas y Da?os. Para llegar a este acuerdo fueron necesarios muchos compromisos que dejaron profundamente preocupados a los pa¨ªses africanos y a otras naciones en desarrollo, as¨ª como a las organizaciones de la sociedad civil.
Uno de los puntos conflictivos ha sido qui¨¦n pagar¨ªa, y c¨®mo, al fondo. Las recomendaciones de la anterior cumbre reconocieron la necesidad urgente e inmediata de recursos financieros nuevos, adicionales, predecibles y adecuados para hacer frente a las p¨¦rdidas y los da?os, tanto econ¨®micos como no econ¨®micos, y causados tanto por fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos como por impactos clim¨¢ticos de aparici¨®n lenta. Sin embargo, no se especificaba la escala a la que funcionar¨¢ el fondo, el proceso por el que los pa¨ªses contribuir¨¢n a ¨¦l ni los plazos. El texto instaba a los donantes a proporcionar ayuda para las actividades destinadas a hacer frente a las p¨¦rdidas y los da?os y a tomar la iniciativa para proporcionar recursos financieros.
Tambi¨¦n suscit¨® recelos la decisi¨®n de albergar el fondo en el Banco Mundial, aunque solo sea durante cuatro a?os, que es el periodo provisional previsto en el proyecto de decisi¨®n. Muchos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo se opusieron a esta decisi¨®n, argumentando que el Banco carece de la cultura, la rapidez y la responsabilidad necesarias para administrar las finanzas y que exigir¨ªa unos honorarios considerables por albergar el fondo. Los pa¨ªses m¨¢s vulnerables quer¨ªan que el Fondo fuera una instituci¨®n independiente, pero cedieron bajo algunas condiciones, entre ellas una evaluaci¨®n exhaustiva al cabo de cuatro a?os, momento en el que se puede poner fin al acuerdo si no se han cumplido las condiciones. Sin embargo, algunos creen que estas cl¨¢usulas carecen de fuerza suficiente.
Otra posible fuente de tensi¨®n fue qui¨¦n puede recibir recursos del fondo. En las recomendaciones se acord¨® que todos los pa¨ªses en desarrollo ¡°especialmente vulnerables¡± a los efectos adversos del cambio clim¨¢tico fueran elegibles. Aunque sigue resultando impreciso, esto refleja mejor la postura de los pa¨ªses en desarrollo que defend¨ªan insistentemente que el fondo deb¨ªa estar abierto a todos los pa¨ªses en desarrollo, y no solo a los peque?os estados insulares o a los pa¨ªses menos desarrollados, que era la propuesta de algunos pa¨ªses desarrollados. Mientras los requisitos para beneficiarse del fondo no est¨¢n claros, pa¨ªses como Kenia temen quedar fuera por no ser considerados como de bajos ingresos.
Tras la aprobaci¨®n del texto en esta COP28, Emiratos ?rabes Unidos ha anunciado que aportar¨¢ 100 millones de d¨®lares (unos 92 millones de euros) para la puesta en marcha del fondo; el Reino Unido aportar¨¢ 60 millones de libras (unos 76 millones de euros); Estados Unidos ha prometido 17,5 millones de d¨®lares y Jap¨®n otros 10 millones m¨¢s. Alemania ha puesto sobre la mesa otros 100 millones de d¨®lares y, en su conjunto, los pa¨ªses de la UE contribuir¨¢n con al menos 225 millones de euros, aunque la cifra concreta de cada naci¨®n se anunciar¨¢ durante los pr¨®ximos d¨ªas. Para conocer la cifra con la que arranca este fondo habr¨¢ que esperar al final de la COP, pero para realmente hacer frente a estas p¨¦rdidas y da?os no bastan cientos de millones, sino cientos de miles de millones cada a?o.
?Cu¨¢l ser¨ªa un resultado positivo realista de la COP28?
El resultado m¨¢s favorable de la COP28 es que d¨¦ lugar a un Fondo de P¨¦rdidas y Da?os que se ajuste a su finalidad y cuente con los recursos adecuados. Un grupo de expertos recomend¨® un m¨ªnimo de 400.000 millones de d¨®lares anuales, que incluya las necesidades totales para p¨¦rdidas y da?os, de las que el Fondo deber¨ªa asumir la mayor parte, y con el objetivo de recaudar miles de millones de d¨®lares. Estos fondos deber¨ªan ser nuevos, adicionales, basados en subvenciones, previstos y sostenibles, as¨ª como accesibles a las comunidades vulnerables y sensibles a las prioridades y necesidades de los distintos pa¨ªses.
?C¨®mo naci¨® la reivindicaci¨®n de financiaci¨®n de p¨¦rdidas y da?os en las COP?
En los primeros d¨ªas de los debates sobre el cambio clim¨¢tico, en 1991, Vanuatu, en nombre de los Peque?os Estados Insulares en Desarrollo (PEID), inst¨® a que se tomaran medidas para hacer frente a las p¨¦rdidas y los da?os. Este llamamiento se desestim¨® hasta 2007, en la COP13, cuando las p¨¦rdidas y los da?os se mencionaron por primera vez en una decisi¨®n de la cumbre del clima. Aquella menci¨®n se denomin¨® el Plan de Acci¨®n de Bali.
En la COP de 2013, los participantes acordaron establecer el Mecanismo Internacional de Varsovia sobre P¨¦rdidas y Da?os (WIM, por sus siglas en ingl¨¦s) y crearon un Comit¨¦ Ejecutivo para guiar la implementaci¨®n de las funciones del WIM. Un par de a?os m¨¢s tarde, en la COP de 2015, las p¨¦rdidas y los da?os se reconocieron oficialmente y se abordaron mediante la inclusi¨®n de una disposici¨®n espec¨ªfica, el Art¨ªculo 8, en el Acuerdo de Par¨ªs.
En una revisi¨®n del WIM en la COP de 2016, los pa¨ªses en desarrollo exigieron un mayor ¨¦nfasis en la mejora de la acci¨®n y el apoyo. Durante una segunda revisi¨®n en la COP en 2019, se repiti¨® este llamamiento. Esas discusiones tambi¨¦n llevaron a la creaci¨®n de la Red de Santiago para P¨¦rdidas y Da?os con el fin de catalizar la asistencia t¨¦cnica de las organizaciones pertinentes para la implementaci¨®n de proyectos de p¨¦rdidas y da?os.
En 2022, la COP estableci¨® el primer fondo espec¨ªfico para P¨¦rdidas y Da?os y encarg¨® a un Comit¨¦ de Transici¨®n, compuesto por 24 miembros de pa¨ªses desarrollados y en desarrollo, que formulara recomendaciones para su puesta en marcha y financiaci¨®n. El Comit¨¦ concluy¨® sus reuniones este mes de noviembre.
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