El rumor de un intento de matrimonio que llev¨® a dos mujeres futbolistas a la c¨¢rcel
Las j¨®venes se enfrentan a dos a?os de prisi¨®n en Comoras por cometer un ¡°acto contra natura¡±. Las relaciones homosexuales est¨¢n prohibidas en el archipi¨¦lago del ?ndico, donde el islam es religi¨®n de Estado
Un rumor en una sociedad conservadora como la de Comoras, difundido tras el esc¨¢ndalo por la noticia real de un matrimonio l¨¦sbico celebrado en una isla vecina, ha acabado con dos de sus ciudadanas en la c¨¢rcel. Las j¨®venes, de 19 y 25 a?os, y jugadoras aficionadas de f¨²tbol en un pa¨ªs isl¨¢mico y muy tradicional, fueron detenidas el d¨ªa 4 despu¨¦s de que un hombre las acusara de haber intentado casarse ante un cad¨ª, un magistrado religioso, hecho que este mismo ha desmentido. Ambas siguen en prisi¨®n provisional, no han encontrado a un abogado que las defienda y se enfrentan a una posible condena de dos a?os de c¨¢rcel por mantener una relaci¨®n ¡°contra natura¡±.
La boda que s¨ª se celebr¨® y que desat¨® el rumor tuvo lugar el 25 de mayo en la isla de Mayotte, territorio de ultramar franc¨¦s reclamado por Comoras y con la que los habitantes mantienen lazos familiares y culturales. Ese d¨ªa, una comorana residente en Mayotte desde ni?a se cas¨® por lo civil con otra mujer, de acuerdo a las leyes francesas. Esta noticia, publicada en las redes sociales y medios locales, desencaden¨® una tormenta en el vecino pa¨ªs del ?ndico, donde la homosexualidad es tab¨² y no est¨¢ tolerada culturalmente. De hecho, Comoras, un archipi¨¦lago de tres islas situado enfrente de Mozambique, aprob¨® una ley que castiga las relaciones entre personas del mismo sexo en 1981, seis a?os despu¨¦s de lograr la independencia de Francia.
¡°Todo empez¨® a ra¨ªz de una discusi¨®n que tuvo lugar en una plaza p¨²blica. Habl¨¢bamos del matrimonio de la comorana celebrado en Mayotte. Fue en ese momento cuando un hombre mencion¨® los nombres de dos chicas j¨®venes, acus¨¢ndolas de querer casarse¡±, declar¨® una fuente del pueblo de 6.500 habitantes donde viven. Esta versi¨®n fue corroborada por otra fuente judicial de alto rango. La acusaci¨®n dio pie a una investigaci¨®n policial y a la detenci¨®n, en un lugar en la que todos se conocen, y cuyo nombre se omite para proteger la identidad de las j¨®venes, que juegan en el equipo de f¨²tbol local. Se trata de un pueblo situado cerca de la capital y en el que se imparten estudios religiosos.
Las detenidas viv¨ªan juntas, reconoce un familiar de una de ellas. ¡°Pero ¨²ltimamente, las informaciones suger¨ªan que en realidad compart¨ªan una vida amorosa. Es en ese momento cuando intentamos separarlas, con dificultad¡±, afirma. La t¨ªa de una de ellas asegura que nadie en ninguna de las dos familias hab¨ªa advertido anteriormente el menor rastro de una relaci¨®n sentimental.
En Comoras, un archipi¨¦lago africano de 870.000 habitantes en el que el islam es religi¨®n de Estado, muchos de los miembros de la comunidad LGTB+ viven ocultos ¡ªsobre todo las lesbianas, hacia las que hay menor tolerancia¡ª, subraya Anloui Said Mohamed, presidente de la ONG Afriyan, que proporciona kits de protecci¨®n a personas no heterosexuales y seropositivas. Comoras es uno de los 31 Estados africanos que penaliza las relaciones del mismo sexo, en un momento de retroceso de los derechos de libertad sexual, con pa¨ªses como Uganda, que incluso contempla la pena de muerte y la cadena perpetua para los infractores.
Muchos miembros de la comunidad LGTB+ viven ocultos, sobre todo las lesbianas, hacia las que hay menos toleranciaAnloui Said Mohamed, presidente de la ONG Afriyan
Una semana antes de la detenci¨®n de las chicas, explica la t¨ªa, ¡°los vecinos del pueblo amenazaron con tomar medidas sociales contra las dos familias si la relaci¨®n era cierta¡±, en referencia a pr¨¢cticas que van desde el ostracismo ¡ªla exclusi¨®n de ceremonias culturales¡ª durante un periodo, acompa?ado de una multa econ¨®mica, hasta el destierro. Son medidas habituales en Comoras por cometer transgresiones o por realizar actos que, se entiende, mancillan la imagen de la localidad.
Despu¨¦s de cuatro d¨ªas bajo custodia policial, las j¨®venes comparecieron ante el tribunal de la capital, Moroni, el d¨ªa 8. Tras ser presentadas ante el juez, el fiscal, Ali Mohamed Djounaid, confirm¨® a trav¨¦s de un comunicado de prensa que ingresar¨ªan en prisi¨®n preventiva en la principal c¨¢rcel del pa¨ªs, situada en Gran Comora, una de las tres islas que lo forman, y en la que se encuentra la capital. Seg¨²n el auto del juez consultado por este diario, la acusaci¨®n es: ¡°Acto de naturaleza sexual contrario a las buenas costumbres y contra natura¡±.
El fiscal a?adi¨® que, contrariamente a lo que circula, las dos detenidas nunca se presentaron ante un religioso para casarse. En el islam, para unirse religiosamente hay que presentarse ante un cad¨ª, un magistrado cuya misi¨®n es juzgar asuntos religiosos como matrimonios, herencias, entre otros. La gendarmer¨ªa acudi¨® al cad¨ª del pueblo de las j¨®venes, seg¨²n relata un familiar, y este neg¨® haberlas recibido. Para justificar la acusaci¨®n, el fiscal declar¨® que hab¨ªa elementos que demostraban que exist¨ªa una relaci¨®n rom¨¢ntica entre ambas desde hac¨ªa dos a?os.
Los vecinos del pueblo amenazaron con tomar medidas sociales contra las dos familias si la relaci¨®n era ciertaUna t¨ªa de las detenidas
Si son condenadas, las j¨®venes se enfrentan a dos a?os de c¨¢rcel con una multa de 600 euros, seg¨²n el art¨ªculo 300 del C¨®digo Penal. La abogada franco-comorana Maliza Said Soilihi explica que esta noci¨®n de acto contrario a la moral no est¨¢ expl¨ªcitamente definida en la legislaci¨®n y puede, por tanto, ser objeto de diferentes interpretaciones. Pero 18 d¨ªas despu¨¦s de su detenci¨®n, las j¨®venes no han visto a¨²n a un abogado, ya que las familias no han conseguido uno, dado lo sensible del caso y su escasa capacidad econ¨®mica, y en el pa¨ªs no existe la figura del defensor de oficio. ¡°Estamos trabajando en ello. Solo un primo les env¨ªa comida en la c¨¢rcel. Pero nadie se ha reunido con ellas¡±, dice un t¨ªo de la familia. La asociaci¨®n feminista comoriense Bora ha puesto en marcha una campa?a de micromecenazgo para sufragar la defensa legal de las j¨®venes.
¡°Conozco a muchos homosexuales, personas trans y lesbianas. Pero al estar en un pa¨ªs musulm¨¢n, se esconden por miedo a los juicios de la sociedad. Personalmente, nunca me han insultado, mi familia sabe qui¨¦n soy¡±, asegura Hasan (nombre ficticio), un joven gay de 28 a?os de Comoras. Sin embargo, no todos pueden decir lo mismo. Desde que estall¨® este caso, han aparecido mensajes de odio en las redes sociales. Y en una reciente declaraci¨®n, el Gran Muft¨ª de la Rep¨²blica (m¨¢xima autoridad religiosa del pa¨ªs), Aboubacar Said Abdillahi Djamalilaili, se felicit¨® por el encarcelamiento de las j¨®venes: ¡°Espero que esto sirva de lecci¨®n y disuada a otros de querer realizar tales pr¨¢cticas¡±.
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