La ciencia avanza, pese a la burocracia, en la revoluci¨®n de los mosquitos transg¨¦nicos para acabar con la malaria
Varios consorcios cient¨ªficos investigan c¨®mo liberar insectos modificados que acaben con la lacra del paludismo, que mata a m¨¢s de 600.000 personas al a?o. La lentitud de los pa¨ªses en regular esta nueva herramienta amenaza con retrasar su despliegue
En el planeta hay unas 3.500 especies de mosquitos, pero solo un pu?ado de ellas transmiten el par¨¢sito causante de la malaria, que amenaza a la mitad de la poblaci¨®n mundial. Editar el genoma de estas especies para acabar con las poblaciones salvajes, o para que estas dejen de transmitir el par¨¢sito, abre las puertas a acabar con el paludismo como un problema de salud p¨²blico; sobre todo, ante el desarrollo de resistencias a los f¨¢rmacos e insecticidas tradicionales, algo que ha estancado el progreso contra una dolencia que se cobra m¨¢s de 600.000 vidas cada a?o, la mayor parte en ?frica.
Varios consorcios cient¨ªficos internacionales est¨¢n avanzando, con el aliento de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), en un camino que debe culminar con la decisi¨®n de los pa¨ªses afectados de liberar mosquitos modificados que reemplacen, o eliminen, las poblaciones salvajes de su misma especie. La idea no es suplantar el resto de herramientas contra la dolencia, como vacunas, insecticidas y mosquiteras, sino sumarse al arsenal disponible para convertir la malaria en una enfermedad anecd¨®tica.
El 20 de agosto de 1897, un doctor brit¨¢nico descubri¨® que los mosquitos hembra son los responsables de transmitir el par¨¢sito Plasmodium a los humanos, lo que le vali¨® el Premio Nobel y puso las bases de algunos de los avances cient¨ªficos actuales. Con motivo del D¨ªa Internacional del Mosquito, que recuerda este hallazgo, los principales desarrolladores de mosquitos editados del mundo en seis pa¨ªses han explicado a Planeta Futuro, en entrevistas por videollamada y por correo electr¨®nico, por qu¨¦ la edici¨®n gen¨¦tica puede dar un impulso decisivo a la lucha contra la malaria; cu¨¢les son los pr¨®ximos pasos en el frente cient¨ªfico; y c¨®mo est¨¢n trabajando para evitar que el vac¨ªo regulatorio o la desinformaci¨®n obstaculicen la senda hacia el final, esquivo, del paludismo.
De Extremadura a ?frica
Al emperador Carlos V, en cuyos dominios nunca se pon¨ªa el sol, lo acab¨® matando un mosquito. En concreto, uno que le transmiti¨® el par¨¢sito de la malaria en Yuste, Extremadura. La OMS solo declar¨® a Espa?a libre de malaria en 1964 y pa¨ªses como Holanda e Italia no lo lograron hasta 1970. Entonces, s¨ª se acab¨® con la malaria en Europa, ?no podr¨ªan utilizarse los mismos m¨¦todos para eliminarla en ?frica?
¡°Europa y Estados Unidos aplicaron [insecticida] DDT a gran escala, drenaron humedales y utilizaron di¨¦sel para tratar el agua y controlar los mosquitos¡±, explica el investigador Greg Lanzaro, de la Iniciativa contra la Malaria de la Universidad de California en Irvine (UCMI), que trabaja en Santo Tom¨¦ y Pr¨ªncipe y EE UU. ¡°Estas medidas fueron efectivas, pero de gran impacto ambiental y no se podr¨ªan utilizar hoy en d¨ªa¡±.
Adem¨¢s, todo ello fue de la mano de fuertes inversiones p¨²blicas; mejoras en las viviendas particulares; y unos factores clim¨¢ticos y ambientales favorables para la eliminaci¨®n, unas condiciones que seg¨²n el experto no se dan en los pa¨ªses tropicales y de renta media-baja donde el paludismo sigue causando estragos.
La edici¨®n gen¨¦tica de cerca
Existen dos estrategias para transformar a los mosquitos en aliados contra la malaria: algunos grupos, incluido el de Lanzaro, est¨¢n desarrollando Anopheles (insectos) que no pueden transmitir el par¨¢sito ¡ªporque los cient¨ªficos han reforzado su inmunidad contra el mismo, o los han editado para que produzcan compuestos antimicrobianos procedentes de especies como el sapo africano y la abeja europea¡ª. El objetivo es que los insectos editados se crucen con los salvajes hasta que solo existan mosquitos que no transmitan la malaria.
Otra estrategia busca eliminar la especie de mosquito vector en los territorios afectados por la enfermedad. Por ejemplo, introduciendo una modificaci¨®n gen¨¦tica que da lugar, de forma predominante, a mosquitos macho, lo que lleva al colapso de la poblaci¨®n. Esta es la opci¨®n de Target Malaria, un consorcio de investigaci¨®n que trabaja en Burkina Faso, Ghana y Uganda, adem¨¢s de Reino Unido, Italia y EE UU.
En ambos casos, es clave emparejar las modificaciones gen¨¦ticas con un tipo de segmentos de ADN conocido como impulso gen¨¦tico (gene drive en ingl¨¦s), que permite propagar r¨¢pidamente los nuevos rasgos a trav¨¦s de una especie o poblaci¨®n entera. De otro modo, la modificaci¨®n tiende a desaparecer al cabo de unas pocas generaciones. Por el momento, los mosquitos con impulso gen¨¦tico solo se han testado en laboratorios.
Que trabaje el mosquito
¡°Estamos hablando de una tecnolog¨ªa [la del impulso gen¨¦tico] muy dirigida que solo visa una especie objetivo, a diferencia de los insecticidas, que matan a todo tipo de insectos de forma indiscriminada¡±, detalla Brian Tarimo, del programa de investigaci¨®n Transmission Zero, basado en la estrategia del reemplazo y que a¨²na expertos de Tanzania y Reino Unido.
Por su parte, Lanzaro, de UCMI, se?ala que la tecnolog¨ªa de impulso gen¨¦tico es autosostenible y rentable porque el mosquito, una vez liberado, se dispersa y se reproduce solo, y sin ning¨²n coste adicional asociado: ¡°Como los mosquitos hacen el trabajo, el programa no se ver¨¢ interrumpido en caso de inestabilidad pol¨ªtica o civil¡±.
Otro punto a favor de la herramienta es la equidad: no es solo para quien se la puede permitir, como los medicamentos, o para quien vive en lugares de f¨¢cil acceso, donde es sencillo repartir mosquiteras y tratar las casas con insecticidas. All¨ª donde llega el mosquito, que es a todas partes, llegar¨¢ la innovaci¨®n.
Adem¨¢s, la tecnolog¨ªa no depende del comportamiento humano para ser efectiva, a diferencia de las mosquiteras o los medicamentos, que exigen una disciplina dif¨ªcil de lograr. ¡°En la lucha contra la malaria, sacar el comportamiento humano de la ecuaci¨®n es un paso gigante¡±, apunta el director de Transmission Zero en Tanzania, Dickson Lwetoijera.
Sin embargo, Lwetoijera y el resto de expertos remarcan que se deber¨¢ recurrir a la mejor combinaci¨®n posible de herramientas en cada contexto. Por ejemplo, se podr¨ªa empezar con una estrategia de eliminaci¨®n para reducir la talla de la poblaci¨®n de mosquitos objetivo, y luego reemplazarla con insectos que no transmiten el par¨¢sito.
Los interrogantes de la innovaci¨®n
A d¨ªa de hoy, los mosquitos con impulso gen¨¦tico solo se han estudiado bajo condiciones controladas. Todav¨ªa se desconoce c¨®mo ser¨¢ su desempe?o en el mundo real, aunque los resultados en el laboratorio son prometedores.
Los diversos consorcios est¨¢n desarrollando y testando la herramienta por etapas. En paralelo, estudian los ecosistemas naturales y buscan respuestas a todas las preguntas ¡ªt¨¦cnicas, ¨¦ticas, legales, log¨ªsticas¡ª que les plantean las autoridades, las poblaciones locales y la comunidad cient¨ªfica internacional. El laboratorio de Maria Luisa Sim?es en el Instituto de Medicina Tropical de Antwerp (B¨¦lgica), por ejemplo, est¨¢ investigando c¨®mo los cambios de temperatura y humedad causados por el cambio clim¨¢tico pueden afectar la transmisi¨®n del Plasmodium falciparum, el causante de la malaria en humanos.
A d¨ªa de hoy, ninguno de los consorcios ni los expertos independientes han encontrado indicios de potenciales impactos negativos de los mosquitos editados
A d¨ªa de hoy, ninguno de los consorcios ni los expertos independientes que han evaluado su trabajo han encontrado indicios de potenciales impactos negativos de los mosquitos editados. Seg¨²n ha avanzado la investigadora de Target Malaria UK Federica Bernardini, los estudios de campo en Ghana est¨¢n mostrando que eliminar los Anopheles no tendr¨ªa ninguna repercusi¨®n importante en el ecosistema.
Biotecnolog¨ªa con sello africano
El trabajo de los consorcios de investigaci¨®n descritos tienen diversos pilares, m¨¢s all¨¢ del puramente cient¨ªfico: ayudar a los gobiernos a elaborar marcos legales para el correcto despliegue de la herramienta; implicar a la poblaci¨®n desde el inicio, y a formar a los cient¨ªficos locales. En 2023, por ejemplo, los cient¨ªficos tanzanos de Zero Transmission produjeron el primer mosquito transg¨¦nico jam¨¢s creado en ?frica, basado en la cepa desarrollada por sus socios del Imperial College London.
En 2023, los cient¨ªficos tanzanos de Zero Transmission produjeron el primer mosquito transg¨¦nico jam¨¢s creado en ?frica
¡°No queremos importar nuestras tecnolog¨ªas, sino apoyar a instituciones africanas para que puedan recrearlas in situ y tener control sobre las mismas; llevar la biotecnolog¨ªa punta a la regi¨®n es cr¨ªtico¡±, subraya el codirector global de ese consorcio, George Christophides. Por su parte, los cient¨ªficos de la Universidad de California tambi¨¦n est¨¢n trabajando para que sean los cient¨ªficos de Santo Tom¨¦ y Pr¨ªncipe quienes produzcan el mosquito modificado final, que pertenecer¨¢ al Gobierno del pa¨ªs insular.
¡°Formar a los profesionales locales e implicar a las comunidades es cr¨ªtico para que las personas de un pa¨ªs tengan todo lo que necesitan para tomar decisiones sobre el uso de la tecnolog¨ªa¡±, indica la gestora de proyecto de la UCMI Ana Kormos, cuya iniciativa abarca tambi¨¦n escuelas.
Gen¨¦tica para masas
En Burkina Faso, Target Malaria ha desplegado una estrategia que ha logrado que incluso las comunidades rurales m¨¢s remotas puedan entender, y explicar, la ciencia detr¨¢s de los mosquitos modificados para combatir la malaria.
Adem¨¢s de utilizar representaciones visuales y obras teatrales, los expertos han colaborado con la poblaci¨®n de las zonas donde trabajan para elaborar glosarios que logren explicar, en la lengua local, el significado de conceptos sin una traducci¨®n directa como ADN y cromosoma. La idea es que sin comprensi¨®n, no puede haber aceptaci¨®n, ni de esta, ni de otras soluciones con el potencial de salvar vidas.
¡°No estamos desarrollando tecnolog¨ªas para publicar en revistas cient¨ªficas, sino para las personas; para acabar con un mal que causa tanto sufrimiento¡±, dice la antrop¨®loga burkinesa Lea Pare Toe, que dirige la estrategia de trabajo con comunidades en el pa¨ªs.
Yincana regulatoria
Los mosquitos con impulso gen¨¦tico podr¨ªan unirse al arsenal contra la malaria a partir de 2030, seg¨²n diversos de los entrevistados. Sin embargo, la sombra del atasco regulatorio, de la lentitud burocr¨¢tica y de la desidia pol¨ªtica preocupan a los cient¨ªficos, sobre todo, a los que han crecido en ?frica, viviendo en carne propia los embates de la malaria.
De momento, parece ser que cada pa¨ªs ir¨¢ desarrollando sus propias regulaciones y que los pa¨ªses vecinos tratar¨¢n de armonizar sus normas, dado que la OMS carece de directrices para el despliegue de la tecnolog¨ªa a escala regional.
¡°Los tiempos vendr¨¢n m¨¢s determinados por la voluntad pol¨ªtica que por la ciencia¡±, estima el codirector global de Zero Transmission Nikolai Windbichler, aunque la celeridad con la que se aprobaron las vacunas contra la covid-19 demostr¨® que un proceso regulatorio no tiene por qu¨¦ durar 10 a?os.
Tarimo, de Tanzania, glosa la perspectiva de los investigadores: ¡°Estamos desarrollando una tecnolog¨ªa rompedora que puede ayudar a salvar muchas vidas, algo por lo que llevamos luchando mucho tiempo. Dejen que la ciencia haga su trabajo para que podamos eliminar la malaria esta misma generaci¨®n¡±.
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