Jefe de la UNRWA: ¡°10 meses y 40.000 muertos despu¨¦s, el sufrimiento de los gazat¨ªes se ha convertido en algo abstracto¡±
El Comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos considera que la supervivencia de la instituci¨®n sigue en la cuerda floja debido a la presi¨®n israel¨ª y en este momento solo tiene fondos hasta octubre
Hay una imagen que Philippe Lazzarini, Comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), no se quita de la cabeza: una ni?a, desplazada en una escuela del sur de Gaza, pidi¨¦ndole, llorando, agua y un pedazo de pan. Ocurri¨® a finales del a?o pasado, en una de sus ¨²ltimas visitas a la Franja. Desde enero, no ha recibido el permiso israel¨ª para volver a entrar.
Tambi¨¦n en enero, Israel acus¨® a la agencia de tener al menos una docena de empleados palestinos que participaron o fueron de alguna manera c¨®mplices del movimiento islamista Ham¨¢s en los ataques del 7 de octubre, que desencadenaron la guerra en Gaza. Lazzarini lleva desde entonces defendiendo la manera de actuar de UNRWA e intentando recuperar y mantener las donaciones para que la agencia siga funcionando. ¡°Ahora tenemos fondos hasta octubre y me tengo que concentrar en cubrir los ¨²ltimos meses del a?o. Todos los pa¨ªses, salvo Estados Unidos, han reanudado su financiaci¨®n, y tambi¨¦n hay nuevos pa¨ªses donantes¡±, explica el responsable suizo, en una entrevista con este diario en Santander, donde particip¨® el jueves en un curso de verano de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP).
Lazzarini insiste en que la presi¨®n del Gobierno israel¨ª sobre UNRWA va en aumento: desde el riesgo de que Israel la declare organizaci¨®n terrorista hasta los obst¨¢culos para que su personal obtenga visados. Desde octubre, esta agencia, que da trabajo a 13.000 personas en Gaza, calcula que 200 de sus empleados han muerto violentamente y dos tercios de sus escuelas est¨¢n destruidas o muy da?adas. Pr¨¢cticamente, todas sus estructuras en la Franja se han convertido en refugios para la poblaci¨®n desplazada.
Pregunta. ?Nos estamos acostumbrando al sufrimiento de los habitantes de Gaza?
Respuesta. El riesgo que corremos en este momento es banalizar el horror de Gaza. Antes nos sorprend¨ªa, pero ahora, 10 meses y 40.000 muertos despu¨¦s, con poblaciones enteras que se limitan a sobrevivir a la guerra, a las enfermedades y al hambre y que huyen de un lado a otro, el sufrimiento de los gazat¨ªes se ha convertido en algo abstracto. Y eso nos hace perder parte de nuestra humanidad, y lo que es peor, nuestros valores universales, nacidos tras la Segunda Guerra Mundial, parecen irrelevantes. Si perdemos eso, ?qu¨¦ nos queda? Todo estar¨¢ permitido.
P. ?D¨®nde est¨¢n los l¨ªmites, las l¨ªneas rojas?
R. Yo tambi¨¦n me lo pregunto. Incluso si hubiera un alto el fuego hoy, ser¨ªa el inicio de un camino muy largo y doloroso para la gente de Gaza, una tierra convertida en un campo de ruinas. Es muy dif¨ªcil imaginar un futuro en la Franja si no hay un deseo colectivo y real de decir: ¡®basta, queremos una soluci¨®n pol¨ªtica¡¯. Lo que pas¨® en los ¨²ltimos 15 o 20 a?os es que no se ha dado prioridad a este conflicto y nos hemos acostumbrado al statu quo. Se han vivido varias guerras y todas se resolvieron de la misma manera. La pregunta ahora es si despu¨¦s de esta cat¨¢strofe tendremos la determinaci¨®n de tener un proyecto pol¨ªtico. Espero que s¨ª, porque volver a caer en un nuevo statu quo ser¨¢ insostenible.
P. La inmensa mayor¨ªa de pa¨ªses han reanudado sus contribuciones a UNRWA. En este momento, ?la agencia tiene capacidad financiera de seguir trabajando?
R. Hay poca visibilidad, vamos viendo mes a mes. Ahora tenemos fondos hasta octubre y me tengo que concentrar en cubrir los ¨²ltimos meses del a?o. Todos los pa¨ªses, salvo Estados Unidos, han reanudado su financiaci¨®n y tambi¨¦n hay nuevos donantes, Estados del Sur como Sud¨¢frica o Brasil. Por ejemplo, ayer recibimos un cheque de Maldivas. Pero todo eso no colma la ausencia de Estados Unidos y adem¨¢s las necesidades son ahora mayores.
Creer que si UNRWA desaparece, se evapora la cuesti¨®n de los refugiados palestinos es ingenuo,
P. Paralelamente, el Parlamento israel¨ª estudia declarar a UNRWA organizaci¨®n terrorista.
R. Imaginemos la situaci¨®n: un pa¨ªs miembro de ONU que califica una agencia de la ONU de terrorista. Es algo sin precedentes, pero es posible que ocurra. No ser¨ªa un ataque solo contra UNRWA sino contra el multilateralismo. Pero creer que si UNRWA desaparece se evapora la cuesti¨®n de los refugiados palestinos es ingenuo, porque aunque nosotros dejemos de existir, el estatuto de los refugiados palestinos permanecer¨¢, ya que es una resoluci¨®n de la ONU diferente. He instado a los Estados miembros a impedir que esto ocurra, porque si lo aceptamos, podr¨ªa crear un precedente para otros conflictos en el mundo.
P. Usted ha denunciado que la presi¨®n sobre UNRWA y sus trabajadores en Jerusal¨¦n ha ido en aumento. ?De qu¨¦ manera?
R. Sentimos una especie de ahogo. Es como si se quisiera provocar una muerte lenta de la organizaci¨®n: nuestra sede de Jerusal¨¦n ha sufrido agresiones instigadas por autoridades municipales, en las redes sociales los ataques son constantes, los visados no se prorrogan o se dan para uno o dos meses... El objetivo es todo aquel que se?ala las violaciones del derecho internacional por parte del Gobierno de Israel.
P. Si UNRWA desapareciera, ?qui¨¦n puede asumir su trabajo?
R. Tenemos 600.000 ni?os y ni?as profundamente traumatizados viviendo entre las ruinas. Hemos conseguido, desde principios de mes, que 10.000 peque?os regresen a una especie de entorno de aprendizaje en los refugios en los que est¨¢n, gracias a nuestro personal, que tambi¨¦n est¨¢ desplazado. Queremos llegar a 200.000 ni?os a finales de septiembre. No estoy hablando de escuelas ni de lugares seguros, porque eso no existe en Gaza ahora, pero la idea es empezar a tratar sus traumas. ?Qui¨¦n puede hacer esto aparte de UNRWA? ?Un gobierno? No hay gobierno en Gaza. ?El Gobierno israel¨ª, alguna ONG? No. No hay nadie que pueda facilitar servicios a esta escala.
P. ?Tiene m¨¢s esperanza en un alto el fuego en este momento, en las negociaciones en curso en Doha?
R. (Suspiro) No tengo ni idea. Me entero por la prensa, como usted. Un d¨ªa hay se?ales positivas, otro d¨ªa negativas...
P. ?Cree posible una pausa humanitaria para poder llevar a cabo una campa?a de vacunaci¨®n contra la poliomielitis, tras los casos que se han empezado a registrar en Gaza?
R. Deber¨ªa ser una prioridad. Hemos pedido una tregua para vacunar y no s¨¦ qu¨¦ respuesta tendremos, pero me temo que nuestra campa?a de vacunaci¨®n deber¨¢ realizarse en las circunstancias actuales.
La presencia de prensa extranjera hubiera podido atenuar la guerra y tambi¨¦n la guerra de propaganda en Gaza
P. Israel no deja que la prensa extranjera entre en Gaza. ?Usted cree que si se hubiera permitido la presencia de periodistas extranjeros, no estar¨ªamos hablando de 40.000 muertos en la Franja?
R. Ni en Afganist¨¢n, ni en Siria ha ocurrido algo as¨ª. La presencia de prensa extranjera hubiera podido atenuar la guerra y tambi¨¦n la guerra de propaganda en Gaza. Con prensa internacional se habr¨ªa documentado de otra manera la magnitud del desastre y habr¨ªa habido en Europa y en Estados Unidos m¨¢s im¨¢genes de lo que ocurre en la Franja. Pero la tendencia es exactamente la contraria: no hay periodistas extranjeros en Gaza y a personas que trabajan en comunicaci¨®n o en sensibilizaci¨®n en ONG y organizaciones humanitarias no se les renuevan los visados en Israel. Es significativo, ?no?
P. ?Y usted tiene visado?
R. Yo no he podido entrar en Gaza desde enero. Lo he intentado en vano. Y mi visado para ir a Jerusal¨¦n no se ha renovado desde hace cinco o seis semanas. La ¨²ltima vez que fui fue en junio. No me acuerdo de que haya habido otro Comisionado general al que se le haya impedido ir a su sede en Jerusal¨¦n.
P. ?Hay una imagen que le ha marcado especialmente en estos 10 meses de guerra?
R. A finales de 2023 visit¨¦ una escuela en Rafah convertida en refugio y una ni?a me suplic¨® que le diera agua y un pedazo de pan. Tengo hijos y es una imagen que me persigue. Es insoportable que eso est¨¦ pasando. Y despu¨¦s, la falta de luz en la mirada de la gente, que vive en modo autom¨¢tico. O un hombre que me dijo que se escond¨ªa para llorar para que su familia no le viera, o un empleado de UNRWA dici¨¦ndome que lo m¨¢s duro de todo era que estaban perdiendo la dignidad.
P. Mientras miramos a Gaza, en estos 10 meses ha habido m¨¢s de 500 palestinos que han muerto violentamente en Cisjordania, la mayor¨ªa a manos de colonos israel¨ªes.
Subrayar el sufrimiento de unos, en el caso de UNRWA de los habitantes de Gaza, no implica negar el dolor de los israel¨ªes. En absoluto
R. La situaci¨®n en Cisjordania es m¨¢s que explosiva, es un hervidero, una guerra silenciosa de la que no hablamos casi porque todo queda eclipsado por Gaza.
P. Hablando de otras guerras, Albert Camus escribi¨® que a veces se ¡°silencia un horror para poder combatir mejor otro¡±. ?Usted cree que eso pasa en la sociedad israel¨ª y en la sociedad palestina?
R. No hay empat¨ªa mutua. Los israel¨ªes no entienden el sufrimiento palestino y los palestinos no imaginan el traumatismo que los terribles ataques del 7 de octubre crearon en la sociedad israel¨ª. Y para nosotros, que no somos ni israel¨ªes ni palestinos, subrayar el sufrimiento de unos, en el caso de UNRWA de los habitantes de Gaza, no implica negar el dolor de los israel¨ªes. En absoluto.
P. Desde octubre, se ve obligado a pronunciar esta frase a menudo.
R. S¨ª, desgraciadamente, s¨ª.
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