Mmaphone tiene alzh¨¦imer y teme que la acusen de ser bruja: cuando la demencia se une al estigma en Botsuana
Los casos de esta enfermedad se multiplican en toda ?frica subsahariana de la mano de un aumento de la esperanza de vida. Los expertos piden m¨¢s medios para prevenir, diagnosticar y cuidar
A Mmaphone Gaadinagme, de 88 a?os, se le borran poco a poco los recuerdos. Naci¨® en Thamaga, un pueblo de Botsuana situado a unos 40 kil¨®metros de Gaborone, la capital del pa¨ªs. All¨ª creci¨®, se cas¨® y tuvo cinco hijos. ¡°A veces no me acuerdo de cu¨¢ntos de ellos se han muerto¡ Ahora s¨¦ que son tres. Los otros dos no est¨¢n aqu¨ª, se mudaron a otra ciudad. Vivo sola en mi casa¡±, cuenta. La mujer habla sentada en una silla de pl¨¢stico del centro social de Thamaga, donde ha ido a cobrar la pensi¨®n. ¡°He llegado tarde porque me he olvidado el bolso. A mitad de camino me he dado cuenta de que lo necesitaba para guardar el dinero y he regresado a por ¨¦l. Tengo miedo de que, por olvidarme de estas cosas, la gente pueda acusarme de brujer¨ªa. S¨¦ que es algo que les ha pasado a m¨¢s personas aqu¨ª¡±, dice.
Los temores de Gaadinagme no son infundados. ¡°En muchos pueblos, los familiares abandonan a sus parientes cuando presentan los primeros s¨ªntomas de demencia. Las comunidades los acusan de brujer¨ªa y mucha gente no quiere que se les relacione con estas cosas¡±, explica Kago Paledi, directora de la Fundaci¨®n Pelonomi, que se dedica a concienciar y educar sobre estas enfermedades rodeadas de estigma. ¡°Imagina que una persona se levanta por la noche, sin ropa, sale de casa y comienza a caminar hablando sola. Imagina tambi¨¦n lo que debe pensar alguien que lo ve, pero que nunca en la vida ha escuchado hablar de demencia o alzh¨¦imer. No sabe nada sobre las causas, las consecuencias o los s¨ªntomas. Todo eso provoca situaciones realmente tristes¡±, describe.
Los familiares abandonan a menudo a sus parientes cuando presentan los primeros s¨ªntomas de demencia. Las comunidades los acusan de brujer¨ªa y mucha gente no quiere que se les relacione con estas cosasKago Paledi, Fundaci¨®n Pelonomi
Paledi habla de robos, marginaci¨®n o personas enfermas a las que sus propias familias obligan a vivir encerradas. ¡°Como no entienden lo que pasa, los cuidadores ¡ªla inmensa mayor¨ªa de las veces parientes cercanos¡ª no dejan ir a ning¨²n lado a las personas que muestran s¨ªntomas de demencia. Los encierran como si estuvieran malditos¡±, explica. En su fundaci¨®n, ella y su equipo ense?an sobre todo a comprender. Van a los pueblos para explicar que ni la demencia ni el alzh¨¦imer son una sentencia de muerte. ¡°Decimos a los familiares que promuevan las actividades sociales, que saquen de sus casas a las personas enfermas, que las lleven a la iglesia, a las bodas¡ Y cuando los volvemos a ver, reconocen que la mejor¨ªa es evidente¡±, cuenta Paledi.
Una poblaci¨®n cada vez m¨¢s envejecida
?frica es un continente con una poblaci¨®n joven, donde la edad media apenas supera los 19 a?os, pero paralelamente, los avances m¨¦dicos y sociales est¨¢n disparando la esperanza de vida. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, para 2050 habr¨¢ 163 millones de africanos mayores de 65 a?os. Esta cifra supone un incremento de 120 millones con respecto a los 43 que hab¨ªa en 2010.
La Federaci¨®n Internacional de Asociaciones de Alzh¨¦imer estima que en 2015 hab¨ªa 2,13 millones de personas viviendo con demencia en ?frica subsahariana y prev¨¦ que el n¨²mero se sit¨²e en 3,48 millones en 2030 y en 7,62 millones en 2050. ¡°No podemos saber la magnitud que alcanza el problema. En los pa¨ªses del Norte Global, a menudo, los hospitales disponen de un esc¨¢ner cerebral y los pacientes pueden pedir citas con un neur¨®logo, recibir asistencia neuropsicol¨®gica, realizarse pruebas sangu¨ªneas¡ Todo eso es muy limitado en Botsuana. La ¨²nica forma de diagnosticar aqu¨ª son las entrevistas cl¨ªnicas, es decir, el doctor hablando cara a cara con el enfermo¡±, afirma la doctora Lingani Mbakile-Mahlanza, profesora en la Universidad de Gaborone y la ¨²nica de las dos neuropsic¨®logas que hay en el pa¨ªs que se dedica al alzh¨¦imer y a la demencia.
Para 2050, estimamos que el n¨²mero de personas viviendo con demencia o con alzh¨¦imer en Botsuana podr¨ªa crecer en un 250%Lingani Mbakile-Mahlanza, neuropsic¨®loga
Botsuana, donde viven 2,6 millones de personas, no es una naci¨®n pobre, pues la explotaci¨®n de las minas de diamantes y un turismo basado en la riqueza ¨¦tnica y en exclusivos parques naturales han dado como resultado un Estado considerado de ingresos medios. Pero los habitantes m¨¢s envejecidos de las ¨¢reas rurales s¨ª encuentran problemas como los que describe Mmaphone Gaadinagme.
¡°Para 2050, estimamos que el n¨²mero de personas viviendo con demencia o con alzh¨¦imer en Botsuana podr¨ªa crecer en un 250%¡±, calcula Mbakile-Mahlanza. La experta ha documentado varios casos de acusaciones de brujer¨ªa y dice que la falta de medios y de estudios impiden saber con exactitud la prevalencia de ambas enfermedades en Botsuana, algo que ocurre pr¨¢cticamente en toda la regi¨®n. Ella, por ejemplo, tiene que ir tomando datos aldea por aldea. ¡°Hace poco estuve en un pueblo a unos 20 kil¨®metros de Gaborone. Reunimos a unas 200 personas mayores y les ped¨ª que levantaran la mano si ten¨ªan problemas de memoria o si sab¨ªan de alguien que pudiera padecer estas enfermedades. Recuerdo que m¨¢s del 80% contest¨® afirmativamente¡±.
Mbakile-Mahlanza explica que en Botsuana y en la inmensa mayor¨ªa de los pa¨ªses de ?frica faltan cl¨ªnicas de memoria, centros espec¨ªficos para el tratamiento de la demencia, especialistas y, en definitiva, un compromiso de las instituciones traducido en pol¨ªticas p¨²blicas. ¡°Los propios profesionales de la salud no saben demasiado sobre estas enfermedades. Y los diagn¨®sticos dependen a menudo de estos conocimientos¡±, dice. Es una lucha opacada, adem¨¢s, por otras enfermedades que s¨ª tienen la atenci¨®n debida, como el VIH. Botsuana, con una prevalencia del 20,3%, es el cuarto pa¨ªs del mundo m¨¢s afectado por el virus del sida tras Sud¨¢frica, Esuatini y Lesoto. ¡°Pero esto no significa que no se pueda trabajar en ello; sabemos que en torno al 40% de las causas de demencia son prevenibles¡±, cuenta la neuropsic¨®loga.
La experta reclama sobre todo un cambio de mentalidad para afrontar los retos que vienen. ¡°Hace falta mucho m¨¢s apoyo. No s¨¦ d¨®nde vamos a estar en 25 a?os. Quiz¨¢s ya vamos tarde, pero es mejor empezar cuanto antes que no hacerlo nunca¡±, dice. Lo cierto es que el Gobierno de Botsuana, una democracia consolidada (ocupa el puesto 39 en el ?ndice de Percepci¨®n de la Corrupci¨®n, donde Espa?a, por ejemplo, es el 36), ya ha logrado avances sociales rese?ables. Por ejemplo, otorga una pensi¨®n de unos 530 pulas (alrededor de 36 euros) a todos sus ciudadanos mayores de 65 a?os. Es la paga que Mmaphone Gaadinagme ha ido a recoger al centro social de Thamaga. ¡°Algunas veces, cuando llego a casa, guardo bien el dinero y luego se me olvida d¨®nde lo he dejado. Me paso horas busc¨¢ndolo. Es culpa de mi cabeza, que ya no funciona igual que antes¡±, dice.
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