Emanuel Ntaka, activista afrodescendiente: ¡°Han querido borrarnos de la historia de Argentina, pero no lo han conseguido¡±
El artista reconstruye en un documental grabado en Senegal la conexi¨®n entre ?frica y el pa¨ªs sudamericano y pide avances en la educaci¨®n para construir una sociedad m¨¢s consciente de su diversidad cultural y de su historia
Emanuel Ntaka (Buenos Aires, 1977) hered¨® de su padre, el cantante de jazz y militante anti-apartheid sudafricano Blues Ntaka, la pasi¨®n por la m¨²sica y el activismo que le ha convertido en un referente dentro de la comunidad afroargentina y latinoamericana, junto a la que lucha por el reconocimiento de sus derechos y para que el colectivo ocupe el lugar que corresponde en la historia de Argentina.
Una agresi¨®n racista y un inesperado salto a la fama tras ganar un concurso televisivo de talentos musicales cuando ten¨ªa 23 a?os fueron determinantes para darse cuenta de la invisibilidad de los afrodescendientes en el pa¨ªs sudamericano. ¡°Mi mirada cambia. Fue como si me retiraran una venda de los ojos¡±, dice, en una entrevista con este diario. Recientemente, viaj¨® a Senegal para grabar Uniendo nuestra herencia, un documental que explora la conexi¨®n de la ancestralidad africana y su impacto en la identidad nacional.
Pregunta. Argentina es tradicionalmente conocido como el pa¨ªs m¨¢s europeo y blanco de Latinoam¨¦rica.
Respuesta. Siempre hubo negros en Argentina. Llegaron durante la ¨¦poca colonial como esclavos. El primer censo de 1778 revela que m¨¢s del 30% de la poblaci¨®n del pa¨ªs era de origen africano, y en algunas regiones llegaba incluso al 60%. Hay mucha documentaci¨®n que lo acredita.
Incluso teniendo un padre africano me costaba ver la presencia afro en la sociedad. ?nicamente mencionaban a los afrodescendientes en los actos escolares y fechas patrias, representados como la lavandera o el negrito candombero.
P. ?Por qu¨¦ no ha trascendido su historia?
R. Hacia finales del siglo XIX la ¨¦lite argentina empieza a pensar en la idea de naci¨®n y en la configuraci¨®n de una identidad nacional, que se construy¨® mirando hacia Europa como referencia. Quer¨ªan que Argentina fuera una sociedad homog¨¦nea y civilizada, y eso significaba blanca y europea. Hab¨ªa una concepci¨®n de pa¨ªs muy racista. La barbarie se identificaba con los pueblos originarios y afrodescendientes, por eso quisieron borrarlos de la historia oficial. Pero no lo han conseguido. Todav¨ªa queda mucho de esa herencia, especialmente en la cultura. A eso nos agarramos para hacer las reivindicaciones que tenemos que hacer. Con ese esp¨ªritu nace AfroTransMedia, una plataforma independiente para celebrar y difundir la riqueza de la cultura y el arte afroargentinos.
P. Est¨¢ en Senegal grabando un documental. ?Responde esta propuesta a la necesidad de visibilizar y difundir esa riqueza?
R. Justamente, el documental pretende reconstruir el patrimonio material e inmaterial de las comunidades afrodescendientes en Argentina. Uniendo Nuestra Herencia subraya el v¨ªnculo que existe entre la identidad argentina y la ancestralidad africana. Queremos impulsar la difusi¨®n y la educaci¨®n sobre el legado afrodescendiente en Argentina y promover una reparaci¨®n simb¨®lica. El viaje comienza en Senegal y contin¨²a en otros lugares de Argentina, donde llegaron tantos africanos como esclavos en la ¨¦poca colonial. Y paralelamente al documental, surgi¨® la oportunidad de participar en la Bienal de Dak¡¯Art, con una muestra de artistas afroargentinos y afrobrasile?os para tender un puente entre los dos continentes.
P. Es hijo de un m¨²sico y activista sudafricano y de una fil¨®sofa y te¨®loga argentina y creci¨® en la Argentina de los a?os 80 y 90. ?C¨®mo fue su infancia y qu¨¦ recuerdos guarda de aquella ¨¦poca?
R. Mis hermanos y yo crecimos en Buenos Aires, pero mantuvimos un fuerte v¨ªnculo con la identidad cultural sudafricana gracias a mi padre. ?l estaba muy conectado a la actualidad sudafricana a trav¨¦s de un antiguo transmisor de radio. Era militante del Congreso Nacional Africano, pero tuvo que huir de Sud¨¢frica porque corr¨ªa un gran peligro. Vivi¨® m¨¢s de 30 a?os en el exilio. En la calle, siempre me han hecho sentir que no soy argentino. En Argentina vivimos muchas situaciones de racismo y discriminaci¨®n de forma cotidiana. Eso ocurre en todas las etapas de tu vida, por eso no es extra?o que termines normaliz¨¢ndolo.
P. En la escuela, ?se mencionaba la presencia e influencia africana en la historia y en la sociedad?
R. Nos contaban que los africanos o descendientes de los esclavos se hab¨ªan extinguido por las enfermedades, las guerras con Paraguay y la Triple Alianza. Te dan numerosas razones para justificar una desaparici¨®n que no es verdad, que nunca sucedi¨®. Crec¨ª en ese contexto. Incluso teniendo un padre africano me costaba ver la presencia afro en la sociedad. ?nicamente mencionaban a los afrodescendientes en los actos escolares y fechas patrias, representados como la lavandera o el negrito candombero. Siempre me tocaba interpretar esos personajes, ya que no hac¨ªa falta pintarme la cara con corcho quemado, una pr¨¢ctica muy com¨²n para representar a la afrodescendencia. Esa narrativa que insiste eliminar todo lo afro en Argentina era muy fuerte, casi terminas por cre¨¦rtela. Aunque todo es mentira.
P. ?Cu¨¢ndo se dio cuenta de que, como usted dice, todo eso era mentira?
R. En el 2001 sufr¨ª una agresi¨®n racista. Me atacaron varios tipos en la calle mientras me gritaban ¡°?Negro de mierda! Volvete a tu pa¨ªs¡±. Esas palabras a¨²n resuenan en mi cabeza. Me contactaron varias organizaciones y activistas para mostrar su apoyo y empec¨¦ a descubrir la verdadera historia de la presencia negra en el pa¨ªs. Mi mirada cambia. Fue como si me retiraran una venda de los ojos. De repente, empec¨¦ a ver la presencia africana por todas partes. En la m¨²sica, en la comida, en el baile, en el lenguaje¡ Candombe, milonga, tango, quilombo, minga, mina, tamango, bombo, tongo, ch¨¢chara¡ tenemos much¨ªsimos africanismos.
P. ?Quilombo? ?Tango?
R. S¨ª, vienen del idioma kimbundu. Con el tiempo, la sociedad las resignific¨® hacia algo negativo. Quilombo es un buen ejemplo. Eran los espacios de libertad y lugares de resistencia de los esclavos que hu¨ªan de las plantaciones. Si buscas quilombo en la RAE su acepci¨®n hoy es otra, hace referencia al desorden, al caos, al barullo, o tambi¨¦n puede ser sin¨®nimo de prost¨ªbulo.
En Argentina el racismo es estructural, institucional e interpersonal, toda la sociedad debe hacerse cargo y si no asumimos este compromiso de forma integral y colectiva, no conseguiremos avanzar
P. ?C¨®mo se puede llegar en Argentina a una reparaci¨®n simb¨®lica y a reconocer el componente africano en la historia, la cultura y la identidad?
R. Hoy, la comunidad afro en Argentina est¨¢ organizada, trabaja para lograr mayores y mejores espacios de representaci¨®n en los ¨¢mbitos pol¨ªticos, sociales y culturales. Ha habido avances significativos como la instauraci¨®n del 8 de noviembre como el D¨ªa Nacional de las y los Afroargentinos y de la Cultura Afro para conmemorar a Mar¨ªa Remedios del Valle, apodada la Madre de la Patria. Hoy, su figura ha alcanzado un merecido lugar en la memoria colectiva: aparece en el billete de mayor denominaci¨®n del pa¨ªs, el de 10.000 pesos, y tiene su monumento en la Ciudad de Buenos Aires.Pero todav¨ªa queda mucho por hacer, especialmente en el ¨¢mbito educativo.
P. ?Cu¨¢l es la receta para avanzar en la visibilizaci¨®n y el reconocimiento?
R. M¨¢s empat¨ªa. En Argentina el racismo es estructural, institucional e interpersonal, toda la sociedad debe hacerse cargo y si no asumimos este compromiso de forma integral y colectiva, no conseguiremos avanzar.