La Bienal de Dakar ejerce de trampol¨ªn para creadores africanos con escaso acceso a los circuitos internacionales
Unos 60 creadores del continente reunidos en la gran feria de arte contempor¨¢nea, sue?an con hacerse un hueco en el sector, en un contexto en que los conflictos y la falta de recursos los condenan a menudo al anonimato o al exilio
El viento c¨¢lido trae una mezcla de arena del desierto y de aroma de playa a las calles de Comico-Mermoz, una tranquila zona residencial de Dakar. En la planta baja de K?r Diaba Gaye, uno de los muchos edificios de apartamentos que se han construido en esta zona en los ¨²ltimos a?os, se encuentra la galer¨ªa Arte. En su interior, Abibi Ke?ta espera pacientemente a los visitantes, entre estatuas de madera, muebles y todo tipo de adornos. Las blancas paredes de la galer¨ªa ser¨¢n su dominio durante el pr¨®ximo mes. El lugar donde esta mujer maliense de 26 a?os expone 30 retratos de colores vivos, trazados con peque?os puntos y compuestos por diferentes materiales. Junto a cada obra hay una etiqueta con el precio en francos CFA y en euros. ¡°Estar¨ªa bien vender algo¡±, afirma Ke?ta animadamente, ¡°pero el dinero vendr¨¢ despu¨¦s. Estoy aqu¨ª, sobre todo para abrirme puertas¡±.
Por esa raz¨®n, Ke?ta ha querido estar presente en la 15? edici¨®n de la Bienal de Arte Contempor¨¢neo Africano Dak¡¯Art, el acontecimiento de arte moderno m¨¢s importante del continente. Cerca de 60 artistas procedentes de distintos pa¨ªses africanos y de la di¨¢spora exponen hasta principios de diciembre sus obras en la capital senegalesa como parte del programa oficial de la Bienal. ¡°Pero The Off es mucho m¨¢s grande, y tambi¨¦n lo visitan muchos entendidos y coleccionistas¡±, asegura, convencida y llena de orgullo, Ke?ta, refiri¨¦ndose al programa no oficial del evento, del que forma parte su exposici¨®n. La artista sue?a, sin embargo, con un hueco en el programa oficial en un futuro. ¡°Es para los artistas verdaderamente famosos¡±, explica. ¡°Si expones ah¨ª, te ve todo el mundo¡±.
Las obras que esta artista ha tra¨ªdo a Dakar se inspiran en las culturas y las historias de los pueblos que viven a orillas de los r¨ªos africanos. En ellas se mezclan varias t¨¦cnicas y se integran materiales diversos, como trenzados. Concretamente, en esta muestra, Ke?ta retrata a mujeres que sufren vitiligo, un problema autoinmune que provoca una falta de pigmentaci¨®n en la piel, sin que en sus lienzos pierdan un ¨¢pice de belleza y elegancia.
Encontrar p¨²blico
La sede principal de la Bienal, al igual que en sus anteriores ediciones, tiene lugar en el antiguo y un tanto destartalado Palacio de Justicia, situado a las afueras de la zona comercial de Plateau. Entre las esbeltas columnas de m¨¢rmol del atrio, en las silenciosas salas de los antiguos juzgados y en una cadena aparentemente interminable de antiguas oficinas, se pueden contemplar las obras de los artistas africanos contempor¨¢neos m¨¢s populares.
Aqu¨ª hay mucho movimiento. Si consigues los contactos adecuados, tu carrera puede cobrar impulsoAbibi Ke?ta, artista maliense
Las instalaciones art¨ªsticas, pero tambi¨¦n las innumerables reuniones y mesas redondas celebradas durante la Bienal, giran en torno al tema ¡°El despertar¡±. Seg¨²n la directora art¨ªstica de la muestra, Salimata Diop, la idea hace referencia a los desaf¨ªos a los que se enfrentan los artistas africanos ¡°en los ¨¢mbitos de la justicia social, el medio ambiente y la identidad cultural¡±.
Y uno de sus retos m¨¢s acuciantes de estos creadores es encontrar un p¨²blico para sus obras. Para ello, el Dak¡¯art allana el camino, opina la senegalesa Amy Celestina, que expone en el Museo de las Civilizaciones Negras como parte de la Bienal. ¡°Enseguida he notado que esta exposici¨®n abre nuevas puertas¡±, asegura esta artista de 36 a?os. ¡°En los primeros d¨ªas, entr¨¦ en contacto con varias galer¨ªas extranjeras y posibles compradores. Ellos no vienen a visitarme en mi estudio, perdido en lo m¨¢s rec¨®ndito de los suburbios de Dakar¡±, agrega.
Amy Celestina explora actualmente el tema de la evoluci¨®n humana y crea un universo singular, inspirado en la realidad, en el que mezcla pintura, collage de materiales reciclados y costura. En Dakar, la artista expone tres grandes collages en los que aparecen dobles cabezas de oveja, como una especie de naipes gigantes. ¡°Tengo m¨¢s de una identidad. Es una llamada al visitante para que reflexione sobre s¨ª mismo, qui¨¦n es y c¨®mo le ven los dem¨¢s¡±, explica la autora. Entre los visitantes que contemplan la obra de Celestina se encuentran la muse¨®loga holandesa Loes Kuijpers y el artista marroqu¨ª Bouchaib Dihaj. Ambos llevan a?os acudiendo a la Bienal, que comenz¨® a celebrarse en los a?os noventa, porque es la manera de entrar en contacto con artistas del continente.
No obstante, Bihaj piensa que la Bienal era m¨¢s representativa cuando naci¨®, porque los artistas pod¨ªan inscribirse directamente y el comisario ten¨ªa un papel menos decisivo. Tambi¨¦n recuerda la vibrante escena art¨ªstica de aquella ¨¦poca: ¡°Muchos artistas senegaleses viv¨ªan como okupas y se mov¨ªan juntos mucho m¨¢s que ahora¡±.
La violencia que acalla a los artistas
¡°La gente ya no trabaja junta en los estudios, sino desde casa¡±, opina por su parte Kuijpers, refiri¨¦ndose sobre todo al vecino Mal¨ª. En este momento, los artistas de este pa¨ªs buscan refugio en el extranjero, debido a la violencia. ¡°Se ha convertido en un s¨¢lvese quien pueda¡±, resume la experta. Los conflictos hacen tambi¨¦n que el arte pase a segundo plano. Una pena, seg¨²n la muse¨®loga, ¡°porque la demanda de obras africanas sigue aumentando en todo el mundo y, por tanto, esta clase de encuentros f¨ªsicos entre artistas y aficionados son indispensables¡±.
La demanda de obras africanas sigue aumentando en todo el mundo y, por tanto, esta clase de encuentros f¨ªsicos entre artistas y aficionados son indispensablesLoes Kuijpers, muse¨®loga holandesa
Cuando en la galer¨ªa Arte sale a colaci¨®n el conflicto entre el Ej¨¦rcito maliense y la insurgencia yihadista, la artista Abibi Ke?ta se desploma en su silla. ¡°La escena art¨ªstica en Bamako est¨¢ acabada¡±, zanja, abatida. ¡°Los malienses no compran arte, tienen otras cosas en la cabeza. Necesitamos expatriados blancos y turistas, pero cada vez vienen menos a Bamako debido a la violencia¡±, agrega.
En su ¨²ltima exposici¨®n en la capital maliense, Ke?ta no vendi¨® ni una sola obra y apenas recibi¨® visitantes. ¡°Por eso he venido a Dakar¡±, explica, detallando que las galer¨ªas senegalesas est¨¢n en estrecho contacto con la escena art¨ªstica mundial. ¡°Aqu¨ª hay mucho movimiento. Si consigues los contactos adecuados, tu carrera puede cobrar impulso¡±, confirma Ke?ta, que hasta el momento ha vendido cuatro de sus obras. ¡°Es un buen comienzo¡±, se despide, satisfecha.
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