Sin olvidarse de los Acuerdos de Par¨ªs: las ciudades ser¨¢n clave para la lucha contra el cambio clim¨¢tico en la era Trump
En un mundo que en el 2050 tendr¨¢ el 68% de su poblaci¨®n viviendo en ciudades, los gobiernos municipales pueden desempe?ar un papel transformador en la lucha contra el cambio clim¨¢tico
El pasado 20 de enero de 2025, Trump jur¨® su cargo como el 47¡ã Presidente de EE UU. Sin perder el tiempo, se puso a firmar ¨®rdenes ejecutivas con los que confirmaba mucho de lo prometido durante su campa?a electoral, incluida la salida de EE UU. del Acuerdo de Par¨ªs. Que el segundo pa¨ªs emisor de gases de efecto invernadero a la atm¨®sfera salga de la herramienta multilateral por excelencia para controlarlos, y, por tanto, para minimizar los efectos negativos del cambio clim¨¢tico a nivel global, no es en t¨¦rminos generales una buena noticia para el mundo. Pero, ?qu¨¦ pasa con la acci¨®n clim¨¢tica dentro de EE UU?
No es la primera vez que Trump es presidente, ni tampoco es la primera vez que saca a EE UU del Acuerdo de Par¨ªs. Entonces, igual que ahora, la esfera clim¨¢tica contuvo el aliento. A pesar de todas sus pol¨ªticas alejadas o directamente en contra de la agenda clim¨¢tica internacional, la acci¨®n clim¨¢tica en EE UU se resinti¨® menos de lo que los pron¨®sticos iniciales auguraban. Y una de las explicaciones la encontramos en que muchas ciudades del pa¨ªs decidieron que daban un paso al frente e iban a cumplir con los objetivos del Acuerdo de Par¨ªs de manera local a pesar de su gobierno federal.
?Por qu¨¦ las ciudades son clave para la acci¨®n clim¨¢tica? A pesar de que en el mundo las ciudades solo ocupan un 3% de superficie, son responsables de alrededor del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Eso las hace no solo una parte del problema, sino tambi¨¦n una parte clave de la soluci¨®n. Adem¨¢s, debido a que tienen m¨¢s flexibilidad que los gobiernos estatales a la hora de implementar regulaciones locales para reducir las emisiones y promover el uso de energ¨ªas renovables, tienen un mayor margen de experimentaci¨®n e innovaci¨®n en materia de pol¨ªtica clim¨¢tica. En un mundo que en el 2050 tendr¨¢ el 68% de su poblaci¨®n viviendo en ciudades, los gobiernos municipales pueden desempe?ar un papel transformador en materia de acci¨®n clim¨¢tica al poseer responsabilidades en ¨¢mbitos clave de la pol¨ªtica p¨²blica, como planificaci¨®n urbana, gesti¨®n de infraestructuras, regulaci¨®n de las construcciones y promoci¨®n de la movilidad sostenible. Esta ventana de oportunidad adquiere una dimensi¨®n estrat¨¦gica sobre todo en las ciudades del Sur Global, donde tiene lugar el grueso del actual proceso de urbanizaci¨®n.
En un mundo que en el 2050 tendr¨¢ el 68% de su poblaci¨®n viviendo en ciudades, los gobiernos municipales pueden desempe?ar un papel transformador en materia de acci¨®n clim¨¢tica
Cuando Trump en 2017 anunci¨® la decisi¨®n de retirar a EE UU del Acuerdo de Par¨ªs ¡ªque culminar¨ªa con su salida formal el 4 de noviembre de 2020¡ª, lo hizo declarando haber sido elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburg y no a los de Par¨ªs. La iron¨ªa, propia de nuestros tiempos convulsos, quiso que el entonces alcalde de Pittsburg, Bill Peduto, repudiase inmediatamente en nombre de su ciudad la decisi¨®n de su gobierno federal, reiterando su compromiso de honrar los objetivos clim¨¢ticos internacionales. No fue la ¨²nica ciudad en dar un paso adelante. Durante ese primer mandato, casi 300 condados y ciudades estadounidenses, entre ellas Nueva York, San Francisco, Los ?ngeles y Chicago, se unieron en iniciativas como We Are Still In (¡°Todav¨ªa estamos dentro¡±), e impulsaron pol¨ªticas locales clim¨¢ticas propias. En algunos Estados, empresas y gobiernos municipales mantuvieron sus inversiones en infraestructuras verdes y transporte sostenible. Algunas urbes tambi¨¦n desafiaron la apuesta de la Administraci¨®n de Trump por los combustibles f¨®siles invirtiendo en renovables. En definitiva, las ciudades estadounidenses mantuvieron el liderazgo clim¨¢tico a nivel nacional e internacional en esos a?os, demostrando que la acci¨®n clim¨¢tica pod¨ªa avanzar incluso sin el respaldo del gobierno federal. Esto permiti¨® que EE UU pudiera reincorporarse r¨¢pidamente al Acuerdo de Par¨ªs en 2021, cuando Joe Biden asumi¨® la presidencia y reinstaur¨® pol¨ªticas ambientales a nivel nacional.
Volviendo al presente, poco despu¨¦s de la firma de la orden ejecutiva por parte de Trump, el multimillonario Michael R. Bloomberg, enviado especial del secretario general de la ONU para la Ambici¨®n y Soluciones Clim¨¢ticas, anunci¨® a trav¨¦s de su fundaci¨®n filantr¨®pica la decisi¨®n de suplir a EE UU y mantener la financiaci¨®n de la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico (CMNUCC). Es una aportaci¨®n significativa si consideramos que EE UU suele cubrir el 22% del presupuesto del secretariado del CMNUCC. Esta decisi¨®n, que tambi¨¦n tuvo un antecedente durante el primer mandato de Trump, respalda asimismo la contribuci¨®n de ciudades, Estados y empresas estadounidenses a los objetivos clim¨¢ticos internacionales. Seg¨²n un estudio de la Universidad de Maryland, el liderazgo clim¨¢tico por parte de actores no federales estadounidenses podr¨ªa alcanzar para 2035 una reducci¨®n de las emisiones de gases de efecto invernadero de entre el 54% y el 62% respecto a los niveles de 2005.
El peso creciente de fundaciones filantr¨®picas y actores del sector privado en la acci¨®n clim¨¢tica es esencial, m¨¢s a¨²n en un contexto de inacci¨®n a nivel nacional. Sin embargo, las ciudades deber¨ªan ser respaldadas por los dem¨¢s niveles de gobierno ¡ªnacional e internacional¡ª y por actores gubernamentales con legitimidad pol¨ªtica y experiencia en el terreno. Ante el estancamiento del sistema multilateral y el cuestionamiento de la agenda clim¨¢tica en diversos pa¨ªses del mundo, las ciudades son modelos de ambici¨®n clim¨¢tica con la vista puesta en el inter¨¦s p¨²blico. Especialmente en el Sur Global, donde las urbes deben hacer frente simult¨¢neamente a los impactos crecientes del cambio clim¨¢tico y a los d¨¦ficits en infraestructuras y servicios. En un contexto de tensiones geopol¨ªticas y vac¨ªos de liderazgo internacional, las instituciones de la Uni¨®n Europea podr¨ªan tambi¨¦n tomar nota, descubriendo colaboradores esenciales en sus propias ciudades tanto de cara a la promoci¨®n del Pacto Verde Europeo como en el impulso de los lazos de cooperaci¨®n con ciudades del Sur Global.