De la voluntad al compromiso para consolidar los derechos de la infancia

Este es un d¨ªa clave para la Cooperaci¨®n Espa?ola; est¨¢ previsto que el Consejo de Ministros apruebe hoy, en segunda lectura, el Anteproyecto de Ley de Cooperaci¨®n para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global. Con ello se da un paso m¨¢s en la necesaria reforma del sistema, cuya ley actual data de m¨¢s de dos d¨¦cadas. Dos d¨¦cadas en las que, evidentemente, han sucedido m¨²ltiples y muy profundos cambios que han reconfigurado la situaci¨®n mundial y la relaci¨®n entre los pa¨ªses.

La magnitud y severidad de los retos que enfrentamos en la actualidad, como la pandemia de la covid-19, el cambio clim¨¢tico y la p¨¦rdida de biodiversidad, la persistencia de conflictos armados y los grandes movimientos de personas que huyen de la pobreza, de la violencia o de otras crisis de naturaleza diversa, requieren soluciones globales. Estas deben ser canalizadas a trav¨¦s de un sistema de cooperaci¨®n y solidaridad renovado, fortalecido y estructurado que debe estar alineado con los principales marcos internacionales y contar con los instrumentos, capacidades y recursos necesarios para estar a la altura de los retos que enfrenta. Son, tal y como afirma la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, tiempos de apostar por la cooperaci¨®n, por una transformadora, en un marco de coherencia de pol¨ªticas.

La infancia es, sin duda, un colectivo especialmente afectado por estos retos: supone la mitad de la poblaci¨®n en situaci¨®n de pobreza extrema en el mundo; representa el 42% de las personas obligadas a abandonar sus hogares; el n¨²mero de ni?as y ni?os en situaci¨®n de trabajo infantil ha aumentado a 160 millones, as¨ª como tambi¨¦n ha aumentado el n¨²mero de matrimonios infantiles. Por si fuera poco, m¨¢s de 1.000 millones de menores de edad siguen padeciendo violencia cada a?o y el 90% de ellos vio paralizada su educaci¨®n en 2020, con consecuencias que a¨²n perduran y lo seguir¨¢n haciendo, especialmente para aquellos en situaci¨®n m¨¢s vulnerable.

Estos datos ponen de relieve la necesidad y urgencia de que la infancia represente un colectivo prioritario para la Cooperaci¨®n Espa?ola. El proceso de reforma, que incluye la nueva Ley, as¨ª como un conjunto de reglamentos esenciales, ofrecen una oportunidad inigualable para priorizar a este grupo de poblaci¨®n.

Es imprescindible apostar por una participaci¨®n m¨¢s protag¨®nica de la sociedad civil e incluir la participaci¨®n de la infancia en ella

No obstante, la infancia es mucho m¨¢s que un colectivo vulnerable. Las ni?as, ni?os, adolescentes y j¨®venes son ciudadanos de pleno derecho y, por supuesto, tambi¨¦n agentes de desarrollo. Es imprescindible apostar por una participaci¨®n m¨¢s protag¨®nica de la sociedad civil e incluir la participaci¨®n de la infancia en ella. Esto implica un cambio de mirada que debe repercutir en todo el proceso de reforma y en los instrumentos que deriven de la misma.

El Anteproyecto de Ley supone importantes progresos en este sentido. Entre ellos se encuentran el reconocimiento e inclusi¨®n de los derechos de infancia, adolescencia y juventud como principio rector y su promoci¨®n como objetivo pleno y como elemento transversal de la Cooperaci¨®n Espa?ola en sus distintas esferas de actuaci¨®n.

La defensa y promoci¨®n de los derechos de la infancia siempre han reunido una voluntad un¨¢nime y sin apenas fisuras; sin embargo, su conversi¨®n en compromisos reales y concretos ha resultado m¨¢s compleja. La Cooperaci¨®n Espa?ola ha ido dando algunos pasos relevantes en este tr¨¢nsito que va de la expresi¨®n de la voluntad a la formalizaci¨®n de compromisos claros, como lo fue la Estrategia de Infancia o lo es hoy esta Ley. La fase de tramitaci¨®n parlamentaria que se abre ahora ofrece una buena ocasi¨®n para apuntalar estos compromisos.

Desde el Grupo de Infancia y Cooperaci¨®n sabemos que este tr¨¢nsito ¨²nicamente puede realizarse a trav¨¦s de hechos. Hay que asegurar una pol¨ªtica de cooperaci¨®n s¨®lida y central dentro de la acci¨®n exterior espa?ola; priorizando la defensa y promoci¨®n de los derechos de infancia e incorporando un enfoque transversal en todos los instrumentos y acciones que desarrolle. Adem¨¢s, es necesario apostar decididamente por sectores clave para los ni?os como la educaci¨®n, la salud, la protecci¨®n y la reducci¨®n de la pobreza; y, por supuesto, reconocerles como sujetos de pleno derecho y actores de desarrollo, d¨¢ndoles voz, participaci¨®n y escucha.

Estamos en un punto de inflexi¨®n que permitir¨¢ dar una respuesta sostenible a la infancia y promover el disfrute de sus derechos ahora y en el futuro. Es responsabilidad de todos que no dejemos a nadie atr¨¢s.

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