Huelga de guionistas en el norte; historias por contar en el sur
Muchas tramas del cine podr¨ªan inspirarse en cualquier migrante. Desde ¡®La odisea¡¯ hasta ¡®El se?or de los anillos¡¯, la figura del h¨¦roe que emprende un largo viaje enfrent¨¢ndose a peligros est¨¢ presente en ambos lados de la frontera
Durante el mes de mayo, peri¨®dicos y telediarios compartieron dos noticias que en principio guardan muy poca relaci¨®n entre s¨ª, aunque ambas se localicen en lugares cercanos de Estados Unidos: en Hollywood los guionistas de series y pel¨ªculas han iniciado una huelga en la que reivindican una retribuci¨®n m¨¢s justa por la emisi¨®n en plataformas de productos audiovisuales a los que ellos han dado forma a trav¨¦s de su creatividad. Un poco m¨¢s al sur, en la extensa frontera entre M¨¦xico y EE UU, migrantes venidos de todo el mundo esperan su oportunidad para ingresar en el pa¨ªs del norte. Hab¨ªa cambiado la legislaci¨®n que determina el trato a recibir y la probabilidad de ser retornados en caso de ser detenidos por la polic¨ªa de fronteras. En el ¨²ltimo a?o, se produjeron 2,5 millones de detenciones a lo largo de los 3.500 kil¨®metros que separan ambos pa¨ªses (la distancia que dista entre C¨¢diz y Oslo), a un ritmo de 6.800 al d¨ªa.
Al igual que los compositores de m¨²sica cuentan con siete notas b¨¢sicas sobre las que construir infinitas melod¨ªas, los guionistas ¡ªy antes que ellos los contadores de cuentos, y despu¨¦s los novelistas¡ª disponen de un n¨²mero limitado de arquetipos a partir de los cuales elaborar sus historias y tramas. Entre ellos destaca la figura del h¨¦roe que debe emprender un largo viaje en el que enfrentar¨¢ infinidad de peligros y pruebas hasta llegar a su destino. Este patr¨®n fue identificado en diferentes culturas y continentes por el antrop¨®logo John Campbell, quien en 1949 public¨® el resultado de sus investigaciones en el libro El h¨¦roe de las mil caras, en el que sosten¨ªa que existen unas pautas e hilo argumental com¨²n que subyacen a buena parte de los mitos e incluso de las religiones. Para Campbell, el viaje presente en un buen n¨²mero de mitos consta de tres fases: la partida, la iniciaci¨®n y el regreso. Cada una de ellas conlleva una serie de etapas definidas en las que se suceden encuentros con otros personajes recurrentes como el villano, el mentor, el p¨ªcaro, as¨ª como las personas o deidades que brindan apoyo al h¨¦roe en momentos clave de su recorrido.
El Dari¨¦n es una de las pruebas que se quedan grabadas en la memoria del migrante; no hay caminos, ni lugares habitados, no hay agua potable, ni puestos de salud, ni tiendas, ni alimentos, ni refugios¡ solo jungla
El monomito descrito por Campbell tambi¨¦n se repite a grandes rasgos desde la antig¨¹edad en obras de literatura como La odisea, La Eneida, siguiendo con El Quijote, El mago de Oz o El se?or de los anillos. John Steinbeck consigui¨® en 1962 el Premio Nobel de Literatura por libros como Las uvas de la ira, el relato del viaje que en los a?os treinta del pasado siglo miles de familias arruinadas de granjeros estadounidenses, golpeados por la bancarrota y la sequ¨ªa, efectuaron desde estados como Oklahoma hasta California. Steinbeck narra las miserias de la familia Joad en un recorrido marcado por la violencia, la precariedad, la dureza de las condiciones de vida y los abusos laborales, pero tambi¨¦n por la solidaridad encontrada a lo largo del camino.
Muchos de los migrantes que en estos meses alcanzan la frontera entre M¨¦xico y EE UU iniciaron su viaje semanas o meses atr¨¢s en ciudades y pueblos de toda Am¨¦rica Latina y el Caribe, e incluso m¨¢s lejos, en Afganist¨¢n, China, Angola, Camer¨²n o Bangladesh. Llegan con lo m¨ªnimo, tal vez una mochila a la espalda o una bolsa pl¨¢stica en la mano. Son hombres j¨®venes, pero tambi¨¦n familias completas, madres solas con hijos peque?os, adolescentes no acompa?ados. Tambi¨¦n personas con discapacidad, con muletas, en silla de ruedas, portando bombonas de ox¨ªgeno, invidentes, con autismo y una larga lista de problemas de salud; la b¨²squeda de tratamiento m¨¦dico para un hijo o hija es una de las razones por las que algunas familias emprenden este camino incierto.
Al llegar al Tap¨®n del Dari¨¦n, entre Colombia y Panam¨¢, con sus cerca de 100 kil¨®metros de selva, r¨ªos y monta?as, los migrantes a¨²n tienen por delante m¨¢s de 5.000 kil¨®metros hasta llegar a la frontera mexicana, una distancia mayor al trayecto que va desde Lisboa hasta Mosc¨². El Dari¨¦n es una de las pruebas que se quedan grabadas en la memoria del migrante; no hay caminos, ni lugares habitados, no hay agua potable, ni puestos de salud, ni tiendas, ni alimentos, ni refugios¡ solo jungla. En ausencia de cualquier instituci¨®n son frecuentes los asaltos, los robos y las violaciones¡ tampoco hay donde denunciar.
El mejor aliado de los coyotes es la desinformaci¨®n de los migrantes. En ocasiones no saben d¨®nde se encuentran, la duraci¨®n de los trayectos, las normas migratorias que los protegen o las reglas por las que la polic¨ªa de un pa¨ªs los multa o retiene
Cuando conversamos con padres y madres que hacen este trayecto a pie junto con sus hijos durante cinco d¨ªas, muchos coinciden en la narraci¨®n de su experiencia: a los peque?os se lo plantean como una aventura, una especie de juego con desaf¨ªos que se suceden; cruzar una corriente de agua, alcanzar una colina. En ocasiones, el reto es pasar una ma?ana sin comer o no mirar a un lado cuando la mirada anticipada de la madre ha visto los restos de otros migrantes que se quedaron all¨ª para siempre. Al escucharlos, es inevitable no acordarse de Roberto Benigni interpretando a Guido Orefice, el padre jud¨ªo de La vida es bella, en la que convierte en un juego para su hijo el paso por un campo de concentraci¨®n nazi.
Despu¨¦s del Dari¨¦n, la mayor parte del viaje se hace en autobuses a trav¨¦s de toda una red de proveedores de servicios que enlazan un pa¨ªs con otro, entre los que se alternan embaucadores, intermediarios honestos, estafadores... todos ellos englobados bajo el t¨¦rmino gen¨¦rico de coyotes. El mejor aliado de los coyotes es la desinformaci¨®n de los migrantes. En ocasiones no saben d¨®nde se encuentran, la duraci¨®n de los trayectos, el precio a pagar por un simple viaje entre dos ciudades, las normas migratorias que los protegen o las reglas por las que la polic¨ªa de un pa¨ªs los multa o retiene. Los migrantes tambi¨¦n nos hablan de los apoyos que reciben por parte de personas an¨®nimas que les salen al paso en todos los pa¨ªses que atraviesan. Personas que les proporcionan alimentos, les ofrecen sus casas para que descansen, les curan, les compran pasajes de bus, les orientan de la mejor manera.
Cuando los guionistas de Hollywood finalicen su huelga volver¨¢n a componer nuevas historias con los arquetipos de siempre. Si necesitan inspiraci¨®n, solo tienen que mirar al sur y escuchar cualquiera de los relatos de miles de personas en b¨²squeda de su ?taca. En la pel¨ªcula De la India a Par¨ªs en un armario de Ikea (basada en la novela de Romain Pu¨¦rtolas, un polic¨ªa especializado en asuntos migratorios antes que novelista), tambi¨¦n pueden encontrar un ejemplo que actualiza el mito del viaje del h¨¦roe en forma de cuento con final feliz protagonizado por un migrante. Si las productoras para las que trabajan les piden un relato que encoja el est¨®mago, pueden encontrar inspiraci¨®n en la pel¨ªcula In This World, que narra el viaje truncado de dos j¨®venes desde un campo de refugiados afganos hasta Londres
Peri¨®dicos y telediarios a inicios de mayo tambi¨¦n hablaron sobre los dos conciertos que Bruce Springsteen dio en Barcelona y a los que asistieron figuras internacionales como los Obama, Steven Spielberg o Tom Hanks. Entre las canciones que Springsteen cant¨® durante esas dos noches no se encontraba The Ghost of Tom Joad (el fantasma de Tom Joad), inspirada en el periplo de la familia narrado en Las uvas de la ira, y que bien podr¨ªa ser un himno para cualquiera que se vea obligado a emigrar como ¨²ltimo recurso. El alma de Tom Joad no rond¨® por el Estudio Ol¨ªmpico de Barcelona durante esas dos noches¡ es muy probable que a esas horas esperase en Ciudad Ju¨¢rez su oportunidad para cruzar al norte.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.